'Carajita', el amargo poder del dinero en una relación de desigualdad
Silvina Schnicer y Ulises Porra explican el mecanismo íntimo de las relaciones de poder en esta película, que retrata un mundo en el que "la productividad es más valiosa que los lazos afectivos".
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El amor a veces no es suficiente. En el mundo real, sostenido sobre un sistema profundamente injusto y desigual, la condición de clase y el poder económico son los que mandan. También son determinantes en el nuevo universo de ficción creado por Silvina Schnicer y Ulises Porra en Carajita, una historia política que revela el mecanismo íntimo de las relaciones de poder.
Premiado desde San Sebastián (Mención Especial en New Directors) a Argentina (Mejor Película Latinoamericana en Mar de Plata), pasando por Miami, Guadalajara, Vancouver o Nueva York, el segundo largometraje de esta pareja de cineastas acude a la relación entre una joven rica de dieciséis años, Sara, con su nana, una mujer negra de clase trabajadora, Yasira, para poner a prueba el vínculo afectivo. Un trágico accidente decidirá si el cariño entre ellas está o no por encima de su condición social.
Lucha de clase y relaciones de poder en un drama cargado de tensión y muy meditado, que revela la manera en que esta sociedad "normaliza, incluso romantiza, ciertas relaciones que en realidad están soportadas por una base de desigualdad". Ulises Porra explica algunas de las claves de la película aquí.
La película cuenta una historia de un accidente trágico, ¿la intención era utilizar esta historia para revelar las estructuras de poder, hacer con ella una película política?
Nos dimos cuenta de que la oportunidad que teníamos era la de generar primero una gran relación entre Sara, la chica de dieciséis años, y Yarisa, que es la nana que la cuida. Y luego, a través de ese accidente, poner a prueba dicha relación y ver cómo reaccionaban las estructuras sociales a las que pertenecen. La única razón de ser de esta película en la que había un accidente tan azaroso era plantear esta hipótesis.
¿Querían mostrar lo perversa que puede ser la idea de crear vínculos familiares con personas que trabajan para uno?
Porra: "Toda la sociedad normaliza ciertas relaciones que en realidad están soportadas por una base de desigualdad"
Bueno, sí. Digamos que queríamos generar por lo menos una reflexión. En República Dominicana existe este fenómeno de las nanas, que son mujeres que provienen de un estatus social de bajos recursos y que muchas veces se ven obligadas a separarse de sus familias e incluso de sus propios hijos e ir a trabajar a casa de una familia adinerada, justamente para criar a los hijos de otros. Lo que nos interesó cuando empezamos a hablar con gente allí es que veíamos que esto estaba absolutamente normalizado e incluso romantizado. Son relaciones duraderas, incluso profundas, donde hay además un traspaso de valores… puede haber un cariño real, pero lo que subyace es en realidad una relación de poder, de asimetría, muy marcada. La tesis fue esa, ¿qué pasaría si, aunque hubiera una relación incluso de amor, se produjera un accidente? ¿De qué manera juega cada una y cómo reaccionan los sistemas a los que pertenecen? Situaciones como éstas, en mayor o menor medida, se dan en todos nuestros países, ocurren en España, ocurren en Argentina y también en Dominicana. Y toda la sociedad normaliza ciertas relaciones que en realidad están soportadas por una base de desigualdad.
La película desmiente la leyenda de que el amor es lo que mueve el mundo ¿El amor no es suficiente cuando existen diferencias de clase?
Sí, la película pone en cuestión eso justamente. Esa es la premisa, ¿puede el amor trascender las fronteras sociales? Nos parece que puede haber intentos, puede haber amor genuino, pero no hay que equivocarse, el trabajo doméstico en cualquiera de sus formas, en cualquiera de los países en los que se da, es una relación laboral y tiene la dificultad de darse en el seno del hábitat familiar. En algunas ocasiones es fácil confundir ciertos términos. Tal vez en el imaginario colectivo de las clases altas se da la ilusión, conveniente, de que más allá de la relación laboral hay una relación personal.
¿Cómo nos enfrentamos al conflicto? ¿Es diferente la manera de afrontar las cosas dependiendo de la posición económica de cada uno?
Porra: "Quien nace en una situación dominante cree que tiene derecho a pasar por encima de todo"
Cuando una persona nace y es criada en una situación de privilegio cree que tiene derecho a todo. Genera menos conflictos en la vida o los conflictos aparecen en otras instancias menores. En cambio, cuando alguien nace en un contexto de pocos recursos, el conflicto arranca desde la misma subsistencia, desde el segundo uno. Posiblemente la gente con menos recursos está más acostumbrada a vivir en conflicto y entiende que el conflicto se tiene que dar en unas u otras circunstancias. También, probablemente, sean más respetuosas. Quien nace en una situación dominante posiblemente lidie peor con el conflicto, porque cree que tiene derecho a pasar por encima de todo.
¿No se subraya, pero se entiende, al ser la cuidadora negra, que hay una denuncia del racismo en la película?
Bueno, forma parte del nacimiento de la modernidad en la historia humana, la raza es una forma de segregación. Se ve bastante en Latinoamérica, donde los barrios de clase alta, los círculos de poder, están formados por seres humanos de raza caucásica. En la película, Yarisa es negra porque las nanas son negras en su gran mayoría, al menos todas las que nosotros conocimos. Y las familias son mayormente blancas, aunque también hay una clase alta mulata y una clase alta clase de piel más oscura. Hay un personaje, Diego, que es el novio de Sara, que es mulato, de una familia adinerada. Eso lo hicimos a propósito para relativizar y decir que todo al final es una cuestión económica. En la película mostramos las conexiones que tiene el padre de Sara y las fiestas que se dan en su casa, que son con gente blanca. Y Yarisa y toda su familia quedan en la impotencia de no poder resolver una cuestión delictiva porque están en una posición de inferioridad en cuanto a capacidad de acción, dada la raza que tienen y sobre todo su posición económica.
Curioso que se deje el cuidado de la gente a la que se quiere en manos de personas que algunos consideran inferiores, de otras razas, casi siempre mujeres…
Sí, hay libros que hablan claramente de que en los tiempos que vivimos hoy la productividad es más valiosa que los lazos afectivos. Si alguien es productivo y genera mucho dinero, tiene el derecho, y está bien visto, a delegar el cuidado de sus seres queridos a otras personas cuyo tiempo vale menos en términos económicos. Lo que hay ahí es un sistema de valores, que es la última instancia más clara, más moderna del capitalismo financiero.
Lo que revela la película es que las clases sociales son como tribus, nos podemos llevar bien siempre que no toques a uno de mi tribu, ¿lo ve así?
Sí, así lo vemos nosotros. De hecho, lo que tratamos de hacer fue no juzgar ni a Sara ni a su familia, ni tampoco a la familia de Yarisa cuando reacciona. Intentamos entender que cada uno está parado a un lado y que ven las cosas según les ha tocado verlas o, más bien, reaccionan según el lugar que están ocupando en la sociedad. Sara, obviamente, tiene responsabilidad por lo que hace y tiene responsabilidad por la decisión que toma. Pero nuestra idea no eras juzgarla, sino explicarla en un contexto en el que ella existe. En el caso del padre de Sara… puede ser más paradigmático porque obviamente es un tipo que tiene sus claroscuros, se habla de que es corrupto… Y una vez que entiende lo que está pasando, toma partido rápidamente y no lo duda ni un segundo, pero tiene que ver con el contexto al que pertenece y con la sensación, que probablemente tenga, de que él no puede perder, de que no está en este país y en este sistema para perder. Él hace uso de las herramientas que tiene para solucionar el asunto.
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