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Dolors Bramon, especialista en islam: "Occidente ha tenido interés en esconder que millones de musulmanes condenaban el terrorismo"

L'acadèmica Dolors Bramon.
La académica Dolors Bramon. Cedida por la editorial Fragmenta

Entrevistamos a Dolors Bramon (Banyoles, 1943), filóloga, historiadora y una de las mayores expertas en el islam. Plasma su trayectoria profesional y vital en el libro Professora de islam (Fragmenta Editorial).

Dolors Bramon ha dedicado toda su vida a la investigación y a la divulgación, dos facetas de la academia que no todos los estudiosos combinan y que le han llevado a tener siempre un pie en la calle. "Los atentados de las Torres Gemelas fueron mi lanzamiento popular", explica en conversación con Público sobre cómo empezó a tener presencia pública en un momento en el que surgieron muchos interrogantes.

Bramon es doctora en filología semítica y en historia medieval, así como profesora emérita de estudios árabes e islámicos de la Universitat de Barcelona (UB). La islamóloga, apasionada de su trabajo y de la independencia intelectual, explica el momento actual de esta religión, y qué ha implicado el auge del terrorismo en su nombre y el papel de Occidente en todo ello. "Hace 40 años que el islam tiene una mala fama que no tenía en la Edad Media, cuando era tolerante, mientras que el cristianismo era tremebundo", apunta.

¿Se imaginaba de joven dedicarse a la academia?

No me imaginaba nada... Cuando estaba en la universidad no me lo imaginaba porque me casé en cuarto de carrera. Y en ese momento, cuando nos casábamos, teníamos hijos y cuidábamos de ellos. Estaba relacionada con la academia, pero no pensaba que acabara dedicándome a ello.

L'acadèmica Dolors Bramon, autora de 'Professora d'Islam'.
La académica Dolors Bramon, autora de "Professora d'islam". Cedida por Fragmenta Editorial

Una vez terminada la carrera trabaja para la Enciclopèdia Catalana, donde contribuye a crear y recuperar conceptos como 'Al-Ándalus'. ¿Cómo valora esa tarea?

"En la UB no me facilitaron las cosas, pero salí adelante"

Creamos muchas nuevas voces, sí. Fue muy importante. Los diccionarios y las enciclopedias hablaban de España musulmana. En los años 70 decidimos que no se podía decir así, porque no existía España en ese momento, ni tampoco podía llamarse musulmana porque musulmanas son las personas. Por tanto, aprobamos Al-Ándalus. La Real Academia tardó hasta 1984.

Pasa por Valencia y después por Zaragoza, y finalmente vuelve a Catalunya y trabaja en la Universitat de Barcelona; pero la apartan.

Cuando vuelvo, no soy bien recibida. Nadie me trató mal, pero les iba muy bien que me quedara en Zaragoza. Así quedaba un sitio libre para uno o una de aquí. Y la universidad era, todavía es, una institución muy endogámica. Es decir, el catedrático elegía a dedo prácticamente quien quería que entrara y quien no. No me facilitaron las cosas; pero salí adelante y estoy muy contenta. Intentaron privarme la entrada y no lo consiguieron.

Terminó la carrera embarazada, pero casarse joven no le impidió tener carrera profesional. ¿Tuvo que luchar?

"Contribuí mucho a la ascensión política [de Ernest Lluch]"

No era habitual. Termino la carrera, nace la criatura en septiembre y me llaman ya de la Enciclopèdia. Empiezo a trabajar por las tardes; mi suegra se quedaba la criatura. Trabajábamos cuatro, cinco horas. Tuve la suerte de que tenía una suegra que le gustaba que las mujeres trabajaran. Su hija trabajaba, la otra joven era bibliotecaria y trabajaba también. Si le hubiera pedido permiso para ir al cine, se habría enfadado, pero me iba a trabajar. Con esto tuve suerte. En mi casa, pensaban igual.

En el libro también habla de su relación con Ernest Lluch.

Fue un matrimonio de casi 20 años. Un día me plantó y tuve que espabilarme... Volví a casarme, ahora soy viuda. Cuando te plantan te quedas muy tocada. Pero tuve la suerte de que me llamaran enseguida; acababa de leer la tesis y me dijeron que podía ir a Zaragoza [a la Universidad]. Y naturalmente me agarré a ello como a un clavo ardiente.

¿Qué supuso estar junto a una figura así en ese momento?

"No sería capaz de la obediencia de partido, mi cabeza piensa por su cuenta"

Le ayudé mucho. Por eso sé de economía, porque le pasaba a limpio los artículos. Sobre todo le corregía el estilo. Él era un pensador y una figura importante, pero la letra, la pluma, no la hacía ir demasiado bien... Contribuí mucho a su ascensión política. Esto me lo han reconocido los amigos comunes.

¿Cómo vivió la Transición?

Me interesó mucho, pero yo nunca he sido política, nunca he sido de ningún partido. Naturalmente he sido siempre de izquierdas, he sido siempre republicana. Pero no sería capaz de la obediencia de partido. Mi cabeza piensa por su cuenta, soy así. Hace años que me piden ir en alguna lista, pero nunca he dicho que sí. No es mi trabajo.

Cambiando de tema, ¿cómo viró su vida a raíz de los atentados de las Torres Gemelas?

Fue mi lanzamiento popular. En la universidad ya tenía buena fama, los alumnos me querían, todo bien. Pero mi popularidad en la esfera pública fueron las Torres Gemelas. La gente buscaba a alguien que les explicara qué pasaba. En mi grupo [de la UB] no había demasiada predisposición a salir a la calle. Y me encontraron a mí. Y todavía me siguen encontrando a mí: esta noche voy una hora a la radio.

¿Qué significa que no había predisposición a salir a la calle?

"Los atentados de las Torres Gemelas fueron mi lanzamiento popular"

No son propensos a la divulgación. La enciclopedia era esto, y para hacerlo hay que saber mucho. Cuando uno tiene ganas de charlar, charla, pero tienes que saber elegir qué dices. No lo digo por el egoísmo de decir "yo elijo"; no, yo no finjo nunca. Me enorgullezco de haber dicho siempre lo que pensaba.

¿Hay intereses tras la creación de la dicotomía Occidente-Islam?

Hay que saber explicar que hay muchísimos catalanes, españoles y franceses, que son musulmanes de origen o que se han hecho musulmanes. Está muy estudiado que la religión que más crece en el mundo es el islam. En Estados Unidos y África subsahariana es donde crecía más el islam ya antes del 11-S, y también después.

¿Y qué significa eso?

"Terrorismo y católico o islámico no pueden ir juntos"

Es algo positivo, porque significa que las personas saben distinguir qué es islam y qué es terrorismo. Unos llamados musulmanes hicieron un acto terrorista execrable, pero hay personas musulmanas estupendas como tú o como yo. Esto es algo que debe predicarse mucho. Ahora que parece que van a dar la gestión de la inmigración a Catalunya, hay que explicar muy bien que inmigrante no significa musulmán, y musulmán no quiere decir terrorista. Es una persona como otra que viene aquí, en principio, a ganarse la vida.

¿Qué responde a los postulados de extrema derecha que insisten en vincular migración con delincuencia?

Que vienen algunos [musulmanes] a hacer follón y a matar, también es verdad. Cómo ha habido chechenos y cómo ha habido ETA, por ejemplo. Como comprenderás, yo estoy sensibilizada por ETA. Pero a ETA, que nació al abrigo de varias iglesias del País Vasco, nunca la llamamos terrorismo católico. Y, en cambio, ahora estamos hartos de sentir y leer terrorismo islámico. No puede ser. Terrorismo y católico o islámico no pueden ir juntos, porque si eres musulmán crees en Dios y dice que te lo prohíbe. Y si eres católico, lo mismo. Pese a que vemos ejemplos absolutamente contradictorios, como Hamás, que se llaman musulmanes y son un grupo terrorista claro.

¿Qué hay detrás de este crecimiento de musulmanes en el mundo que comentaba antes?

"ETA nació al abrigo de varias iglesias del País Vasco y nunca la llamamos terrorismo católico"

El islam es una religión que no tiene dogmas. Por ejemplo, si esta copa tuviera vino y yo fuera determinado hombre, haciendo una oración lo convertiría en sangre de Cristo... Esto cuesta creer, a mí al menos me cuesta. En cambio en el islam, no tienes que creer cosas increíbles. También tiene errores, no estoy haciendo propaganda, pero es más fácil admitir al islam. Admitir que existe un solo Dios, que no un solo Dios, tres personas, padre y madre de Dios. ¡Qué follón! El islam es más sencillo, que no significa más fácil.

¿Se ve ahora distinto el islam que hace unos años?

Por supuesto. Hace treinta, cuarenta años, que el islam tiene una mala fama que no tenía en la Edad Media. Era tolerante, mientras que entonces el cristianismo, el catolicismo, era tremebundo. Se han vuelto un poco las tornas. Y ahora unos y otros, quiero decir cristianos y musulmanes, van hacia la derecha. Y políticamente se va hacia la derecha. Más bien, tenemos mal futuro.

Habla sobre la diferencia entre integrismo, fundamentalismo e islamismo. ¿Por qué apuesta por el último para hablar de terrorismo?

La terminología no es inocente. Si yo digo mahometano, te estoy enseñando algo falso. A ver, los cristianos se llaman cristianos porque siguen a Cristo, que es Dios; pero los musulmanes no siguen a Mahoma. Es un simple profeta. Por tanto, estamos mezclando dos entidades que no tienen nada que ver. Jesús, para el islam, es tan importante como Mahoma, prácticamente...

Y en cuanto al concepto "islamismo"...

En el momento de las Torres Gemelas es cuando los medios se ponen a hablar de islam, sin saberlo, cosa que no critico. Porque su trabajo nunca había sido éste. Entonces optaron por hablar de integrismo o de fundamentalismo, y esto es injusto, porque yo creo que cada creencia debe tener su propio vocabulario.

¿Qué quiere decir?

"El islam tiene ahora una mala fama que no tenía en la Edad Media"

El integrismo es un movimiento que sale del Vaticano, del Concilio Vaticano Segundo, de una serie de cardenales que no quieren que se hagan las misas con lenguas vulgares ni que se haga la misa de cara al público, sino que quieren conservar cierto misterio. Y el fundamentalismo era algo anterior, que había salido a principios del siglo XIX en Estados Unidos y era del mundo protestante, una serie de doctrina que defendía que los textos sagrados no se equivocaban. Hay siete estados norteamericanos que en la asignatura de Ciencias Naturales explican la creación.

Entonces, islamismo no es exactamente la palabra adecuada, pero es la que encontramos. Esto lo decidimos con un catedrático de Alicante, muy sabio, el profesor [Mikel de] Epalza. Nos propusimos encontrar la palabra. En árabe se llamaba islam político, es decir, un islam que obedecía a unas razones políticas y normalmente eran "anti-quien- fuera". Cuesta mucho hablar bien, cuesta mucho entenderlo todo y cuesta mucho que te lo expliquen bien.

En estos últimos 20 años se ha degradado la situación de Oriente Medio. Ahora hay una escalada muy dura de violencia en Gaza.

Todo esto parte de las Torres Gemelas, que es un cataclismo. Se produce un atentado: muchos y muchos musulmanes lo criticaron, lo condenaron, pero la prensa occidental lo ignoró. La primera vez que la prensa occidental recoge que hay un imán, el imán de París, que critica un atentado fue con el atentado de Charlie Hebdo, en 2015. Occidente ha tenido interés en olvidar, esconder, que había muchísimos millones musulmanes que condenaban el terrorismo. Y por eso se hablaba de Oriente-Occidente. Pero hay musulmanes tan occidentales como yo, o como tú, porque han nacido en el Passeig de Gràcia o en la calle Mayor.

¿Qué otros factores han impactado en la situación actual en Oriente Medio?

"Después de las Primaveras Árabes hay una sensación de pena, de tristeza y de fracaso por parte de los musulmanes"

Luego viene una reacción de las mal llamadas Primaveras Árabes. ¿Por qué digo mal llamadas? Porque fracasaron. No por su culpa, sino porque Occidente ayudó, sotto voce. Después de una primavera viene un verano florecido y precioso; pero de ésta, en cambio, salió un hielo total. Por tanto fue casi un paso atrás. Y esto cuesta mucho remontarlo. Hay una sensación de pena, de tristeza, de fracaso por parte de los musulmanes que habían sido dueños del mundo en el siglo XV, en el siglo XIV, y que ahora no lo son.

¿Es posible la paz en los territorios de Palestina e Israel?

Lo veo muy, muy y muy difícil, aunque lo deseo mucho. Pero, a ver, Israel dice que es una democracia. Yo lo dudo, claramente lo dudo. Gaza tiene un problema grave, que es que tiene un grupo terrorista dentro y que es quien manda. Naturalmente, Israel se ha equivocado mucho. Y no solo Israel, se ha equivocado el mundo. Cuando se hablaba de partición, con los acuerdos Sykes-Picot, era factible que hubiera dos Estados. Ahora es imposible, con los colonos... Ahora esto no hay quien lo arregle.

¿Es una cuestión de religión?

"El mundo se ha equivocado con Israel"

No. La religión se pone de excusa cuando conviene. Si hay gente que mata por religión, significa que no se la toman en serio. En realidad es una cuestión territorial, y de gobierno, y de petróleo, y ahora de agua... Juegan muchos factores y la religión sirve de excusa.

España y Catalunya deben mucha historia al islam. ¿Se ha querido olvidar?

"Si hay gente que mata por religión, significa que no se la toman en serio"

Totalmente... Hubo gente en Barcelona que nació cuando mandaba un musulmán y murieron cuando todavía lo hacía. Barcelona fue islámica del 713 al 801, más de 80 años. En 801 es cuando los francos entran en Barcelona. Por tanto, hubo una generación entera, y dos y tres. Girona, menos. Pero Tortosa y Lleida fueron más tiempo islámicas que Zaragoza. Y nosotros tenemos tendencia a pensar que del Ebro hacia abajo todos son moros: todos no. Son estereotipos. En el siglo XV, XIV, hubo grandes deportaciones de gente que vivía en Andalucía hacia las Castillas, sobre todo a Castilla la Vieja. Si se hacen análisis sanguíneos, no salen los números y por eso no se publican. La población se ha mezclado mucho, y ahora no hace falta decirlo, ahora hay mezcla en todas partes.

¿Cree que todo este desconocimiento del pasado crea o abona la confrontación?

Sí, la abona, y hay interés en seguir abonándola. Las personas no nos llevamos bien con "los otros". Mira, todos los monoteísmos tienen un defecto: en un momento dado, todo el mundo cree que su idea de Dios es la verdad, y la del otro, no. Y por tanto no los convencerás nunca.

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