Este artículo se publicó hace 12 años.
Dylan cierra en Girona su ruta de festivales por España
El músico estadounidense, a sus 71 años, fue la estrella escogida para inaugurar el festival de Cap Roig de 2012
La de ayer por la noche en Girona fue la última oportunidad de ver a Bob Dylan,en España este verano. Tras pasar por por Bilbao y Benicàssim el estadounidense, a sus 71 años, fue la estrella escogida para inaugurar el festival de Cap Roig de 2012 y lo hizo fiel a su leyenda, con atuendo clásico, canciones sólo para seguidores y un tramo final con sus temas más conocidos. Dylan, inició la actuación al ritmo de Leopard-Skin Pill-Box Hat, desgranó parte de su largo repertorio a lo largo de las casi dos horas que pasó sobre el escenario.
Comenzó con más rock que folk y, aunque dentro de un concierto de manual, repasó canciones para expertos que no se contentan con los grandes temas de su carrera.
El de Minesota pasó buena parte de las casi dos horas detrás de su piano, aunque anteriormente ya había desenfundado la armónica y, más tarde, tuvo también tiempo para arrancarse a la guitarra.
Bob Dylan, como en él es habitual, rehuyó de las cámaras de fotos y vídeo profesionales, aunque no pudo evitar los flashes de los teléfonos móviles con los que sus aficionados quisieron dejar constancia de su asistencia al evento. Dylan repasó una larga carrera, iniciada hace cincuenta años con esas letras cargadas de fondo que acompaña de un rock con raíces folk al que la armónica le viene como un guante.
Este veterano músico, cuya voz suena ya desgarrada aunque se acompaña de una excelente banda, ha acumulado a lo largo de su carrera un sinfín de premios, entre ellos el Príncipe de Asturias de las Artes que obtuvo en 2007. Un total de 58 álbumes convierten una actuación de Bob Dylan en algo más que un concierto, un motivo de orgullo para los asistentes, al estilo de lo que sucede con los Rolling Stones.
En Cap Roig, el público, de todo tipo de edades y lugares de procedencia, aguantó en sus asientos hasta el tramo final, cuando Dylan se entregó a sus temas más populares con un Like a rolling stone casi irreconocible, que también sirvió para alimentar su leyenda de músico que reinterpreta una y otra vez sus obras.
Los seguidores de Dylan, que no quiso irse sin entonar su hit Blowin in the wind, salieron en todo caso satisfechos de haber puesto la muesca de uno de sus conciertos en su cinturón de aficionados a la música, aunque este festival ofrecerá nuevas opciones para presumir con actuaciones previstas como la de Ben Harper o Paul Anka.
La opción de ver a Bob Dylan en España se ha acabado y, ahora, las próximas paradas anunciadas tendrán lugar en Francia e Italia a lo largo de este julio antes del regreso en agosto a América, con citas programadas en Canadá y Estados Unidos.
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