Este artículo se publicó hace 15 años.
Un ingenuo en el corazón de África
Pierre Savorgnan de Brazza dio su nombre a la capital de Congo
Todos asistieron al funeral, celebrado en el centro de Brazzaville. Varios jefes de Estado africanos, representantes de las autoridades francesas y un rey se reencontraron el 3 de octubre de 2006 en la capital de Congo para honrar la memoria del hombre que los unió y los separó, fallecido hacía más de un siglo. El rey se llama Auguste Neguempio y en realidad no es monarca; es el descendiente de Makoko Iloo, líder tribal que firmó en septiembre de 1880 el acuerdo que entregaba su territorio a Francia y sellaba así el principio de la colonización en el África subsahariana. El funeral era del explorador, marinero, colonizador e interlocutor del rey Makoko Iloo, Pierre Savorgnan de Brazza.
La literatura científica tiene opiniones divididas sobre la figura de un hombre nacido en la nobleza italiana y nacionalizado francés a mediados del siglo XIX. Para los franceses, es un héroe; para los congoleños, es un peculiar padre de la nación: era un colonizador blanco, dispuesto a todo para aprovecharse de las riquezas de la región. "Brazza era un agente del imperialismo colonial, pero no era tan bruto como los demás", escribe el historiador Anges Ratanga Atoz. Pero todos coinciden: Pierre Savorgnan de Brazza era un soñador, un explorador que nunca puso la vida de nadie en peligro, que luchó contra la esclavitud y que se opuso a la violencia colonial, encarnada en aquella época por el rey Leopoldo II de Bélgica.
Sus expediciones hacia Congo fracasan, aunque consigue detener a Stanley
Savorgnan de Brazza nace el 26 de enero de 1852 en Castel Gandolfo, cerca de Roma, donde se educa y estudia. En Francia, las grandes expediciones empiezan mientras el régimen de Napoleón III se debilita y se vislumbra la República. El joven Pierre lo tiene claro: quiere viajar. Gracias a un amigo de su familia, un almirante de la Armada Francesa, estudia en Brest y pronto se alista como guardia marina. Su primer viaje, en 1872, a bordo del Vénus, le lleva a Libreville, en Gabón. Pero sus aventuras hacia el corazón de las tinieblas arrancan cuatro años después.
Explotación colonialSavorgnan de Brazza tiene nacionalidad francesa y recibe la orden de remontar el río Ogooé, comprobar que su fuente es el gran río Congo. Fracasa y el 11 de agosto de 1878 debe dar la vuelta. El dinero falta, su equipo está agotado y las tribus locales los rechazan con las armas. En la zona, un periodista británico convertido en explorador, Henry Stanley, conquista las tierras a golpe de dinamita por cuenta de Leopoldo II.
El explorador rechaza la esclavitud, algo criticado por las autoridades de París
Convencido de que la región del Congo puede ser una fuente de riqueza (madera, marfil, caucho), Brazza regresa al África ecuatorial en diciembre de 1879 y seis meses después, el 10 de septiembre, firma el acuerdo con el rey Makoko Iloo. El francés se instala en el pueblo de Mfoa, donde alza la bandera de la III República. Fue mucho más tarde cuando la capital de Congo adoptó el nombre de Brazzaville, en homenaje a su fundador.
Stanley no puede seguir sus conquistas hacia el océano; el continente queda divido entre las posesiones francesas, belgas, inglesas y alemanas. Savorgnan de Brazza rechaza la esclavitud y cada persona que trabaja bajo sus órdenes es considerada libre. "Un ingenuo", decían de él algunos de sus contemporáneos.
El explorador regresa a París en 1882 y ocupa una serie de altos cargos hasta su muerte, el 14 de septiembre de 1905. Se encontraba en Dakar, enviado por el Gobierno francés para investigar en Congo un caso de asesinato racista.
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