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Margaret Atwood retoma el sentido poético

'La Puerta' retoma los temas que han hecho célebre su obra

I. REPISO

Margaret Atwood vuelve a la poesía tras una década de silencio. La Puerta (Bruguera) es un poemario escrito desde la experiencia, en el que la escritora condensa algunos de los temas recurrentes de su producción. Desde la atalaya sexagenaria, Atwood reflexiona sobre el amor, el paso del tiempo y la poesía.

'Cuando uno es joven no puede imaginar cómo es la vida, pero ahora dispongo de un lienzo mucho más amplio sobre el que pintar', explicó la autora, premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008. Su nuevo libro plantea más preguntas que respuestas, como si correspondiese al lector hallar lo que está más allá de ese umbral al que alude el título.

La Puerta está relacionado con el futuro. Es una puerta que se abre a una edad tardía y no sabemos lo que hay detrás', manifestó desde su Canadá natal en video conferencia en la Casa de América de Madrid. Pero Atwood sabe más de lo que quiere reconocer. Primera lección: el amor tiene diferentes momentos. 'Entre los 15 y los 55 años el amor es un juego de poder. Hay una especie de lucha porque una persona ama más que la otra, pero superada esa edad el amor se vive en un sentido mucho más amplio, es más real'.

Los lectores que se asomen a La Puerta encontrarán leitmotivs presentes en su obra ensayística y de prosa, como su declarado compromiso social y una crítica descarnada a las políticas bélicas. 'Aunque ella no lo reconoce escribe dentro de una tradición de poetas norteamericanas de la que forman parte Sylvia Plath y Anne Sexton', teoriza la traductora Pilar Somacarrera, encargada de la edición bilingüe de La Puerta.

La temática de la muerte y el recurso a las imágenes la aproximan a las malogradas escritoras, aunque 'Atwood ha logrado no sumirse en la melancolía gracias a su trabajo como novelista', puntualiza Somacarrera. En efecto, su producción novelística y de relatos aunque de vocación más tardía iguala a la poética.

La voz de Atwood (Ottawa, 1939) suena segura cuando declama para los periodistas uno de sus poemas, El cantor de los búhos, sobre la toma de conciencia de la propia deriva vital. 'Eso nos diferencia de los animales. El ser humano es capaz de sentir nostalgia de los tiempos pasados y temor por los tiempos futuros. La experiencia del paso del tiempo es triste para todo el mundo, y cuando tienes sesenta y pico años sabes que tienes mucho más pasado que futuro', manifestó. Un tiempo que según Atwood ha cambiado a la mujer: 'La píldora y la emancipación económica de la mujer hacen que tienda a comportarse como un hombre', dijo en alusión a nuevas formas de relación, como el speed dating (citas de cinco minutos), en auge en EEUU.

La Puerta es un libro lúcido y de tono invernal, escrito sin más método que el de la intuición. 'No elijo el tema a priori. Escribo una línea y luego las palabras me conducen al poema. Si cuidas el sonido de las palabras, el sentido viene dado de forma natural', explica sobre su proceso de creación. Y sobre el contexto en el que lo ha escrito, opina que 'los tiempos de crisis provocan más presión emocional en la gente, se escribe más. La poesía es emoción y las dificultades obligan al ser humano a meditar sobre su destino'. Un proceso en el que Atwood es un buen punto de partida.

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