Este artículo se publicó hace 17 años.
Black Strobe: danzad, danzad malditos
El dúo francés, convertido en grupo, visita nuestro país y presenta disco nuevo.
Ahí donde los ven, con sus piernas bien abiertas, el cuero marcando y el mostacho de motero homo, los Black Strobe tienen pinta de todo menos de estrellas de la escena dance. Tampoco lo son exactamente: sus hits Me and Madonna o Paris Acid City han triunfado en la mismas pistas donde lo han hecho Vitalic, Soulwax y, últimamente, Justice, es decir, las dominadas por un público acostumbrado a escuchar guitarras por el día y a darle a la zapatilla durante la noche. Dance rock, que lo llaman algunos.
Después de una década remezclando y editando singles, el grupo se ha decidido a sacar su primer larga duración. Y tal y como demostraron en el festival Monegros hace un par de años, ya con una formación de cuatro músicos, Burn Your Own Church los ubica en algún lugar entre Depeche Mode, Rammstein y ese electro que tan bien parece casar con el
rock de principios de siglo.
Perdona, ¡¿diez años para sacar un primer disco?! “Bueno, hemos estado grabando otras cosas, remezclando, empleando el tiempo en proyectos paralelos… Queríamos esperar al momento adecuado: no se trataba de hacer un LP con la misma fórmula con la que hacemos temas dance...”.
Conversamos con Arnaud Rebotini. El hasta ahora 50% de Black Strobe (junto a Ivan Smagghe, capo del sello Kill the DJ), despeja vía telefónica cualquier duda sobre si la marcha de Ivan ha tenido que ver en este acercamiento de la banda a, digamos, El Otro Lado. “¡Oh no! Él vive en Londres y yo en París. Simplemente quiere centrarse en su carrera como DJ. No hay nada dramático en ello”. Eso sí, antes de irse, ha escrito casi todas las letras y “ha hecho un gran trabajo en estudio”.
Nos vemos en Monegros
Con Rebotini al mando de la nave, aprovechamos para preguntarle por el futuro del grupo, y más teniendo en cuenta que el tema elegido como presentación del disco es una versión de un clásico blues, I’m a Man, de Bo Diddley. Él se explica: “El futuro pasa por ser algo más minimalista, bailable pero con influencias del blues y el R&B”.
E inmediatamente nos invita a uno de sus conciertos en España para calibrar el estado de la cosa. “Serán como aquel de Monegros: una banda al completo, pero 100% bailable”. Por desgracia, el grupo ha suspendido a última hora la actuación prevista para hoy en Joy Eslava de Madrid. Lástima. Nos vemos en otro Monegros.
LECHE CORTADA CON ZUMO DE NARANJA
‘Burn Your Own Church’ mide la distancia que separa a una pareja dotada de ‘french touch’ y a una banda de tres piezas con bajo, guitarra y sintes. Es decir: todo es cuestión del pie con el que se baile. El disco empieza con un crescendo antinatural, como la leche cortada con zumo de naranja (el de la estupenda ‘Brena di Ega Kjarhe’: subidón con guitarra, ¡oh yeah!) y continúa jugando con los palos, del pop electrónico (‘Shining Bright Star’) y las atmósferas noir (‘Girl Next Door’), al blues ‘I’m a Man’, que bien podría ser un ‘cover’ de Marilyn Manson. “Queríamos hacer una versión, y esta es muy reconocible, con su riff na-na-nana”, canturrea Rebotini.
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