En la Guía galáctica para autoestopistas, de Douglas Adams, el súper ordenador Pensamiento Profundo responde "cuarenta y dos" cuando se le pregunta por el sentido de las grandes preguntas de la vida. Y el número de esta respuesta da nombre al primer Festival de Géneros Fantásticos de Barcelona que se celebrará en el recinto de la Fabra y Coats de miércoles a domingo. Dado que los temas y reflexiones que se tratarán en relación con el futuro son el posthumanismo, los videojuegos, los robots, el terror y las tradicionales fantasías épicas, entre otros, a los organizadores del festival les parecía oportuno que el nombre de la cosa fuera vinculada a una obra emblemática del género fantástico como ésta de Douglas Adams.

La propuesta está comisariada por el escritor Ricard Ruiz Garzón y cobijada por el Instituto de Cultura de Barcelona y contará con más de 200 participantes y 75 actividades, todas gratuitas. Las circunstancias actuales permiten que no sea necesario realizar reserva previa para asistir y que el formato sea presencial. Esto permitirá ver de cerca a los mejores exponentes de la ciencia ficción y las narrativas fantásticas de todo el mundo como Susanna Clarke, Nicholas Eames, Manon Steffan Ros o Alexandra Bracken. Pero también a autores de nuestra casa como Laura Fernández que acaba de publicar La señora Potter no es exactamente Santa Claus, Elia Barceló, Marc Pastor, Maite Carranza o Pol Guasch. Bien, todos estarán en carne y hueso exceptuando Susanna Clarke, que participará por videoconferencia porque sufre fatiga crónica, y el escritor y diseñador de videojuegos Greg Kasavin.

Un género en efervescencia menospreciado durante décadas

A Ricard Ruiz Garzón le cuesta lo de poner etiquetas porque precisamente una de las intenciones del festival es la de reivindicar la fantasía sea ciencia ficción o terror. Una voluntad que tienen también las nuevas tendencias literarias que permiten llegar a un público cada vez más amplio. Por eso éste no es sólo un festival pensado para los fans del género sino para todos, donde hay lecturas, charlas, exposiciones y presentaciones. En esta línea destaca la participación de la escritora rusa Anna Starobinets, la estadounidense Carmen Maria Machado o de los bolivianos Giovanna Rivero y Edmundo Paz Soldán.

"Estamos en un buen momento para el género fantástico. Y a nivel estratosférico, si miramos al mundo de los videojuegos. El siglo XXI es el momento dulce de esta literatura, pero no está todo hecho", argumentó Ricard Ruiz Garzón el día de la presentación del festival. "No siempre fueron géneros valorados. Ahora podemos crecer y el 42 puede contribuir a ello como ya lo hizo la BCNegra, que se ha quedado entre nosotros", añadió. De hecho, en Avilés, cerca de Ovideo, Celsius lleva una década funcionando y se ha consolidado como una cita imprescindible para los amantes de las narrativas fantásticas.

Un buen momento para el fantástico en catalán

En lengua catalana, las narrativas fantásticas también viven un buen momento. Hay editoriales especializadas como Males Herbes, Mai Més, Chronos, SEEC edicions u Obscura; y aparecen traducciones de autores imprescindibles como Ursula K. Le Guin, Philip K. Dick, Ray Bradbury, Kurt Vonnegut o Stephen King. Incluso editoriales que no se dedican exclusivamente a este tipo de literatura también publican, como L'Altra editorial o Angle.

El festival arranca el miércoles con una sesión de cuentos llamada Con el miedo en el cuerpo a cargo de la escritora Inés McPherson, que para la ocasión ha elegido cuentos escritos por mujeres que hablan de los miedos femeninos o de cómo imaginan el horror las mujeres. En esta primera jornada también se puede visitar la muestra dedicada a Stanisław Lem (autor de Solaris) en la biblioteca Ignasi Iglésias; asistir a la conversación con Manuel Loureiro (autor del éxito editorial Apocalipsis Z), o al homenaje a Víctor Nubla.

Buenos ejemplos que demuestran la diversidad y las ganas de llegar a todo tipo de públicos y tener presentes a todo tipo de creadores. Por eso el viernes 5 habrá una mesa para recordar a Ana María Matute, autora del clásico de culto Olvidado rey Gudú, una obra que apareció hace 25 años y evidencia el talento singular de una autora que vale la pena releer.