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Nuria Martínez (escritora): "El franquismo de los setenta trataba a las mujeres como enfermas de los nervios"

Escritora Nuria Martínez Deaño.
Nuria Martínez Deaño, autora de la obra 'Me llamaré Silver Stardust'. Nuria Martínez. / Público.

Diciembre de 1999. En las calles del barrio de Las Barranquillas en Madrid se escucha música de rumba, griterío de voces y risas. Un yonqui entra en una cunda para pillar droga. Los recuerdos del pasado vuelven a la cabeza de Silver, el elegido de la Fortuna. Un viaje a su infancia, una pierna izquierda prodigiosa para el fútbol, un padre que para él era su héroe, un secreto compartido, una madre que no deja de llorar y que es víctima de violencia de género sin saberlo y las ganas de convertirse en estrella del rock bajo el nombre de Silver Stardust.

Nuria M. Deaño, editora, traductora y periodista, debuta como novelista con su obra Me llamaré Silver Stardust (Alrevés Editorial,2023), un retrato sobre los daños generados por la vida afectiva de los años setenta a una generación de jóvenes que terminó cambiando su futuro por las drogas tras nacer en el franquismo. Una dictadura que especialmente marcó la vida de las mujeres de toda una generación. 

¿Cómo nació esta obra?

La novela nació a partir de dos relatos. Por casualidad, un día pasé por el barrio de Las Barranquillas y me impresionó lo que vi. Al lado de Madrid, simplemente al cruzar la M-30, se encontraba el infierno reflejado en una degradación humana impactante. En esos momentos mi cabeza visualizó a aquellas personas que murieron a principios de los años noventa a causa de sida.

Entonces, escribí una historia sobre algo que ocurrió en este poblado a través de los ojos de Silver, un adulto antihéroe enganchado a la heroína. Este relato lo intercalé con los acontecimientos que transcurren a inicios de los años setenta, durante la infancia y preadolescencia del protagonista, convertido en un héroe. 

En el libro presenta dos momentos, diciembre de 1999 y mediados de los años setenta, cuando había en España una gran brecha generacional entre padres e hijos.

Los lectores van a encontrar un universo muy conocido. La obra trata la vida de una familia de clase media española en los años setenta. En estos años había un gran conflicto generacional entre padres e hijos. Por un lado, los padres de Silver pertenecen a la generación que creció en la posguerra y vivió toda su juventud durante el franquismo. Por otro lado, sus hijos desean la libertad y la independencia.

Las dinámicas familiares y afectivas de la novela se basan en una falta de comunicación donde predominan los silencios. Los padres de Silver mantienen un matrimonio mal avenido. Representan a una familia patriarcal donde se hace todo lo que ordena y manda el padre, un machista clásico de aquella época.

También el lector se va a encontrar con los veranos de los setenta en Madrid, esos días tan largos que pasabas con tus amigos en la calle. La gente que lee la novela me dice que le ha recordado mucho a su propia infancia y preadolescencia.

¿Qué significado tiene el silencio en la novela? 

Es una novela que está construida a partir de los silencios. Está el silencio entre padres e hijos. Hay silencio en torno a la figura del padre porque guarda un secreto. Y la madre es toda silencio. También la obra trata de manera tangencial la salud mental y cómo se identificaba a las mujeres como enfermas de los nervios. Luego también está el silencio del propio Silver porque le guarda el secreto a su padre durante toda la novela.

¿Qué temas sociales podemos encontrar en 'Me llamaré Silver Stardust'?

En la obra se encuentran distintos temas sociales. Por un lado, el tema de las adicciones y las drogas, el por qué una persona puede acabar optando por la autodestrucción. Mi teoría es que mucha gente cayó en las drogas en aquel momento porque había recibido poca atención en su casa. También el lector se encontrará la relación paterno filial entre Silver y su padre, donde se sustenta la novela. Ambos tienen una complicidad que no es habitual entre un padre y un hijo.

Yo creo que los lectores pueden coger mucho cariño al niño y, también, incluso pueden entender al padre. El padre es un personaje con muchos matices. Es un mal padre porque no pone límites a Silver, pero es un gran compañero de vida porque le descubre el mundo. Otro tema es el del matrimonio. Se van a encontrar con una pareja que está casada por inercia, pero detrás hay un maltrato psicológico continuado.

¿Qué puede decir de ese papel de madre maltratada psicológicamente? 

"En los años setenta no se hablaba del maltrato y se asumía como algo propio del género"

El padre es un machista que ejerce un maltrato psicológico cotidiano contra su mujer. En los años setenta no se hablaba del maltrato y se asumía como algo propio del género. Si una mujer tenía mala suerte y se casaba con un marido y luego descubría que no era lo que ella había pensado, ni siquiera se planteaba el divorcio. Es cierto que al final en la familia de Silver se intuye una evolución. Las mujeres en la novela están muy silenciadas, no tienen una gran presencia. El mundo era muy masculino. 

¿Qué quiere transmitir a través del personaje principal?

Quiero transmitir la fuerza que tiene la ternura. La ternura en la literatura nos permite ponernos en la piel del otro y pararnos en su vida, sus pequeños gestos y hacerlo desde la compasión. Yo creo que en la novela hay mucha compasión hacia todos los personajes. Además, también quería humanizar a ese antihéroe del relato que abre la obra. La intención es que el lector se ponga en la piel de alguien que al principio puede generar tanto rechazo. 

Fue complicado encontrar una editorial, ya que varias de ellas rechazaron la obra. ¿Qué dificultades se encontró en el camino?

Nuria Martínez: "Las editoriales pensaban de mí que a esta chica no la conoce ni dios y tiene ya una edad"

Cuando quise vender la obra, distintas editoriales hacían comentarios sobre lo bien que estaba escrita y estructurada la novela, pero finalmente no la vendían porque pensaban "a esta chica no la conoce ni dios y tiene ya una edad". Sin embargo, la editorial Alrevés se enamoró de la novela y a los días me llamaron diciendo que la querían publicar. La edad y la poca presencia en medios fueron los detonantes para que no quisieran publicar la obra en otras editoriales.

El libro es un retrato sobre los daños generados por la vida afectiva de esa época a una generación de jóvenes que terminó cambiando su futuro por las drogas. ¿Cómo cree que puede afectar en los jóvenes el panorama político, social y económico actual?

"Actualmente la derecha y la ultraderecha se han apoderado del discurso contestatario"

Los jóvenes de hoy deben estar muy perdidos, como también lo estamos los adultos. En mi opinión, ahora mismo están cambiando las tornas. Es decir, si la juventud de los setenta venía del lado de la izquierda, actualmente la derecha y la ultraderecha se han apoderado de ese discurso contestatario. Esto es muy paradójico porque se han apoderado de contextos tradicionales de la izquierda como puede ser la libertad. Al final, jóvenes antisistema pueden caer del lado de la ultraderecha porque consideran que ahí está la fuerza y la rebelión, cuando realmente no es así. La derecha y la ultraderecha han sido las élites sociales y económicas y lo siguen siendo.

Con el tema de la música ocurre lo mismo. Para Silver y sus amigos la música era una salida a un mundo nuevo, al extranjero, a lo diferente, a las posibilidades de convertirse una estrella de rock. Ahora, géneros musicales como el trap, el rap y el reggaetón tienen muy asimilado el sistema. Esto se ve por ejemplo, por su fascinación por las marcas de lujo, los objetos caros, las joyas, algo totalmente contrario a los músicos de los años setenta. Las cosas han cambiado mucho y la balanza se está inclinando hacia el lado de la ultraderecha.

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