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El poeta que cantaba al pueblo aragonés: 12 años sin José Antonio Labordeta

A la manera de los caballeros renacentistas, el cantautor fue un verdadero hombre de letras, comprometido con el arte y sus convicciones políticas.

4/7/07 José Antonio Labordeta en el Congreso de los Diputados, a 4 de julio de 2007.
José Antonio Labordeta en el Congreso de los Diputados, a 4 de julio de 2007. José Oliva / Europa Press

Labordeta es ya eterno cuando se conmemoran los 12 años de su muerte. Considerado uno de los principales exponentes de la canción de autor comprometida con la sociedad, grabó 16 discos y publicó más de una veintena de libros. Colaboró en prensa, radio y televisión, y mantuvo una intensa y comprometida actividad política que le llevó al Parlamento español.

Hijo del catedrático latinista, Miguel Labordeta, y de Sara Subías, José Antonio fue el cuarto de cinco hermanos. Nacido el 10 de marzo de 1935, creció en una casa donde no faltó literatura ni poesía. Reconocido profesor, político, escritor y cantautor, José Antonio Labordeta fue un verdadero hombre de letras.

Hermano del también poeta Miguel Labordeta, bautizado con el nombre del padre, José Antonio aprendió temprano a dominar el don del discurso y la palabra. Fundó la revista Orejudín durante sus años universitarios y lo compaginó con otras publicaciones en diferentes medios. Aunque comenzó los estudios de Derecho, finalmente se licenció en Filosofía y Letras en 1960.

Su primer poemario, Sucede el pensamiento, vio la luz en el año 1959. Sin embargo, Labordeta también ejerció como profesor de enseñanza media durante la siguiente década. Impartiendo materias como Geografía, Arte o Historia, las artes liberales jamás dejaron de anidar su psique. Labordeta gestó durante los años de docencia un amor especial hacia la palabra cantada, tal y como demostró en 1968 con su primer EP, Andros II.

Una orden gubernativa secuestró la obra de Labordeta, pero la represión franquista no disuadió al profesor de desarrollar su pasión. En 1974 publicó su primer LP, Cantar i callar, el cual puede describirse, ante todo, como una celebración de su Aragón natal. Las obras musicales del poeta pronto se convirtieron en emblemáticos himnos para el pueblo de esta tierra.

A Labordeta le preocupaba Aragón y quería solucionar los problemas de su gente. El cantautor participó en la fundación del Partido Socialista de Aragón en 1976 y más tarde se presentó al senado por Izquierda Unida. Pero su actividad política floreció como miembro de la Chunta Aragonesista, creada en 1986, por la que ocupó un asiento en el Congreso de los Diputados entre el año 2000 y el 2008.

La vida de este hombre de letras se asemeja a la de los caballeros renacentistas. Más que poeta, se podría decir que fue poema: una bella oda a la tierra aragonesa. Gaizka Urresti y Paula Labordeta, hija menor del escritor, recuperan su figura en el documental Labordeta, donde su familia homenajea "un recuerdo físico que todavía está en la piel", explicó Paula durante la presentación.

Con un último cante hacia la tierra adentro, José Antonio Labordeta murió el 19 de septiembre de 2010 a causa de un cáncer de próstata. Tras de sí dejó una prolija herencia cultural con cuentos, canciones y poemas, pero también dejó un legado humano. Junto a su esposa, Juana de Grandes, el cantautor tuvo tres hijas: Ángela Labordeta, periodista y escritora; la actriz Ana Labordeta y la cineasta Paula Labordeta.

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