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'Torrente 4' regala al cine español un trimestre de vértigo

La comedia, rumbo a los 20 millones de recaudación, dispara un 134% la caja de las películas españolas respecto a 2010

ÁNGEL MUNÁRRIZ

El éxito de Torrente 4 ha disparado los números de la alicaída industria del cine español hasta cerrar un primer trimestre de ensueño. A 21 de marzo, la recaudación de las películas de casa era de 35,49 millones, frente a los 15,16 contabilizados a 31 de marzo de 2010. Es un 134% más. Los espectadores del cine español han subido en este primer trimestre hasta casi el doble que en los tres primeros meses del año pasado: 5,04 millones frente a 2,53, según los datos aportados ayer por Pedro Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (Fapae), en la rueda de prensa que anualmente ofrece la patronal durante el Festival de Cine Español de Málaga.

El taquillazo de Santiago Segura va como un bólido. Ha recaudado ya 17,1 millones y previsiblemente pulverizará la barrera de los 20. El dinero pagado por los espectadores españoles para asistir a las andanzas del cutremadero supone casi la mitad de lo ingresado por el cine español hasta el 21 de marzo: 35,49 millones.

Los empresarios del sector urgen a un 'cambio de modelo' prudente

'Me dirán ustedes, y tienen razón, que el efecto Torrente ha sido demoledor. Pero sin él también habríamos subido, aunque menos, un 22%', explicó Pérez. La cuota de espectadores del cine español con respecto al total de las películas estrenadas en España en el primer trimestre también se dispara: un 20% frente al 9,05% de 2010. 'Sin Torrente —dijo Pérez— habríamos seguido mejorando en tres puntos'. Tras la película de Santiago Segura, las cintas españolas más vistas en estos tres meses han sido También la lluvia (Icíar Bollaín), Primos (Daniel Sánchez Arévalo) y Pa negre (Agustí Villaronga).

Por primera vez, en la rueda de prensa de la patronal cinematográfica en Málaga estuvieron ayer representados los exhibidores. El presidente de la federación de empresas del ramo, Juan Ramón Gómez Fabra, hizo pública muestra de entusiasmo por el carrerón de la película de Segura. 'Habría que copiar a Santiago Segura, hacer una escuela para enseñar cómo se vuelca y cómo promociona sus películas. Es un ejemplo de implicación', dijo Gómez Fabra, que trató de disipar las dudas sobre el compromiso de los exhibidores con el cine español. 'Lo apoyamos por con-vicción y por egoísmo', dijo.

Pero ni siquiera el reclamo de las cochinadas del brazo tonto de la ley han servido para impedir que el primer trimestre sea, en términos generales, malo: la taquilla total bajó de 191 millones a 169, sobre todo porque las películas extranjeras atrajeron a las 4.080 salas de cine de España a 20,1 millones de espectadores, frente a los 26 en el mismo periodo de 2010, cayendo su recaudación en un 24,4% (de 176 a 133,5 millones).

Los representantes de exhibidores y productores alaban a Álex de la Iglesia

Tanto Pérez como Gómez Fabra coincidieron en anticipar que 2011 debe ser el año en que se diseñe 'el cambio de modelo'. Pero con prudencia. 'Construyamos sin destruir. Los experimentos, con gaseosa', dijo Gómez Fabra. 'Si desmontamos algo que ha funcionado históricamente nos podemos llevar la sorpresa de que lo que montemos a continuación no esté lo suficientemente maduro', afirmó Pérez. A su juicio, la primera pantalla debe ser la de la sala de cine 'y la segunda, internet'. ¿Cómo rentabilizarlo? Lo primero es luchar legal, tecnológica y pedagógicamentre contra la piratería. Lo segundo, según Pérez, 'un modelo que juegue con los precios', más bajos cuanto más lejos quede su paso por las salas. También dijo que ya hay proyectos empresariales en esa dirección, sobre los que afirmó no poder aportar detalles.

Otro punto de encuentro entre ambos fue la alabanza sin matices a la gestión de Álex de la Iglesia al frente de la Academia de Cine. Quedó claro que, sea Bigas Luna o Enrique González-Macho el próximo presidente, productores y exhibidores quieren que siga la línea del director vasco, que 'logró sacar la Academia a la calle', en palabras de Pérez.

En general, el tono de la rueda de prensa fue grave, pero no apocalíptico. Incluso hubo concesiones al optimismo. 'Creemos que las cosas están cambiando para bien', dijo Pérez, que recordó que la pérdida de espectadores en las salas no es una maldición bíblica sin vuelta atrás. 'En Italia, un país culturalmente similar al nuestro, la afluencia a las salas ha crecido un 20%', concluyó.

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