Estos son los deberes de Sánchez y sus aliados en el Congreso tras el parón por el carrusel de elecciones
La actividad en la Cámara Baja se mantiene bajo mínimos desde la campaña electoral vasca en una legislatura ya de por sí poco prolija a nivel legislativo. Tres de las cuatro comisiones de investigación tampoco avanzan.
Madrid-Actualizado a
El Congreso de los Diputados está en barbecho. Las elecciones en Euskadi, Catalunya y Europa; el parón para reflexionar de Pedro Sánchez y algunos días festivos han sumido la Cámara Baja en unas semanas de muy poca actividad. La legislatura es de por sí compleja en cuanto a producción de leyes por su intrincadísima aritmética parlamentaria, pero el trabajo se acumula para el Gobierno y sus aliados. Muchas leyes y comisiones no avanzan. Tienen deberes, por tanto, para cuando termine el carrusel de elecciones, pero la sombra de la repetición electoral en Catalunya se espesa y eso puede complicar las cosas.
El clima en la Cámara desde hace semanas es casi de espera. Lo que se preguntan varias fuentes es si una vez pasen todas las citas electorales cambiará algo. "La aritmética será la misma", deslizaba una de ellas, en este caso de Esquerra Republicana, incluso antes de las elecciones vascas, que se celebraron el 21 de abril. La fecha marcada en rojo en el calendario para volver a poner a toda marcha el Congreso es el 13 de mayo (después de los comicios catalanes), pero el 9 de junio ha elecciones al Parlamento Europeo y eso volverá a interrumpirlo todo.
Hay varios flancos que tendrán que atacar los socios de Gobierno y sus aliados parlamentarios una vez termine el carrusel electoral. Podrían dividirse en tres bloques: leyes varadas en su tramitación en el Congreso, comisiones de investigación y dar respuesta tras la promesa de regeneración democrática de Sánchez después su período de reflexión, que ha renovado la presión de su socio de Gobierno, Sumar, por desbloquear el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por la vía de la reforma legislativa. Podemos o ERC también aprietan.
Hasta el momento, el Congreso solo ha aprobado dos leyes, que se encuentran ya en el Senado, donde se someterán a la voluntad de la Cámara y, en caso de no prosperar, volverán al Congreso. Son la Ley de Amnistía y la de enseñanzas artísticas. También hubo acuerdo para introducir el uso las lenguas cooficiales —catalán, euskera y gallego— en el Congreso y, por otro lado, para modificar el artículo 49 de la Constitución Española y eliminar la palabra "disminuidos".
Poco más. Lo que sí hay, en cambio, son iniciativas que han pasado el primer filtro de la tramitación en el Congreso, su toma en consideración, y que han iniciado su período de enmiendas.
Más de una treintena de proyectos y proposiciones de ley se encuentran en algún punto de su tramitación parlamentaria y otros tantos han sido calificados por la Mesa del Congreso y esperan a someterse a la toma en consideración de la Cámara. Entre esas que ya se están debatiendo, destacan leyes como la de paridad o la de familias. También las proposiciones de ley sobre la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Actualmente, se están tramitando hasta tres iniciativas de grupos distintos (Partido Popular, Junts per Catalunya y una conjunta de PSOE y Sumar) sobre ese tema, aunque el PSOE espera poder aunarlas y lograr un gran consenso. También está en ese paso por comisión la iniciativa legislativa popular (ILP) sobre la regularización de 500.000 personas migrantes.
Todo eso, a nivel legislativo, le espera a Sánchez y sus aliados en el Congreso cuando se normalice la actividad parlamentaria. Hay mucha tela y, más aún, en una legislatura en la que cada acuerdo es más complicado que el anterior.
El presidente del Gobierno, por otra parte, también tendrá que afrontar la reforma del CGPJ, bloqueado desde hace cinco años. Es una de las obligaciones que adquirió Sánchez tras sus cinco días de reflexión. Sumar ya aprieta para reformar el órgano desde el Congreso y prepara una propuesta. El PSOE tendrá que decidir si se une a ese impulso y trata de usar la mayoría parlamentaria para efectuar los cambios.
Tres comisiones de investigación estancadas
Si bien es cierto que la comisión de investigación por la compra de mascarillas en pandemia por parte de las distintas Administraciones del Estado —gemela de la del caso Koldo del Senado— ya ha arrancado, hay tres que todavía ni siquiera han acordado el plan de trabajo ni la lista de comparecientes. Son la comisión de Pegasus, la de la Operación Cataluña y la de los atentados de 2017 en Barcelona y Cambrils. Las tres, pactadas por el PSOE con las formaciones independentistas.
Tal y como informó Público, existieron algunos movimientos en la negociación del plan de trabajo para la comisión de los atentados de Barcelona. Eso es, al menos según lo que ha trascendido, todo lo que se ha avanzado. Por tanto, se trata de otro frente que no puede descuidar el Gobierno, toda vez que es de capital importancia para ERC y Junts, dos apoyos imprescindibles para que siga adelante la legislatura.
El peligro de la repetición electoral
Pero Junts y ERC son, también, las dos formaciones que aspiran a hacerse con el bastón de mando de la Generalitat, como el PSC de Salvador Illa. Las encuestas, por el momento, dibujan una noche del domingo 12 de mayo muy incierta. No se descarta en absoluto un escenario de repetición electoral y eso podría alargar mucho la agonía también en Madrid. Las dos arenas —la nacional y la catalana— se repercuten entre sí y cualquier elemento parlamentario, como las comisiones de investigación o los votos para aprobar iniciativas, se pueden convertir en carne de negociación en Catalunya.
Además, esas eventuales mayorías de investidura insuficientes y la posibilidad de tener que ir a una repetición electoral amenazan con alargar el período de stand by en el Congreso. La semana previa a las elecciones apenas hay agenda, más allá de algunas sesiones de comisión. Si, tras el 12 de mayo, se constata la incapacidad de los distintos partidos para pactar un Gobierno, el clima electoral se alargará hasta la nueva fecha para votar. El Congreso, una Cámara que funciona mejor sin elecciones a la vista, se vería resentido.
En el Senado, en cambio, el Partido Popular se ha guardado un as bajo la manga con la Ley de Amnistía y todavía no ha confirmado si la vetará antes o después del 12 de mayo. Sería un nuevo golpe de efecto en la campaña electoral. El límite es el día 16, pero podría colocar un pleno extraordinario antes. Incluso, el mismo viernes día 10 de mayo.
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