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Las cinco claves para la verdadera profesionalización del fútbol femenino
La equiparación salarial, la eliminación de la violencia sexual, la conciliación familiar, los acuerdos televisivos o la mejora de la calidad de las infraestructuras, son los temas pendientes a los que la nueva liga profesional tendrá que hacer frente.
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
La temporada 2021/2022 está siendo una de grandes conquistas para el fútbol español femenino. El 22 de abril, las jugadoras del Barça volvían a conseguir llenar el Camp Nou al enfrentarse al Wolfsburgo en la Champions League femenina. Poco más de un mes antes, se habían aprobado los estatutos para La Liga Ellas, la cuarta liga deportiva profesional del país y la primera de categoría femenina. La equiparación salarial, la eliminación de la violencia sexual, la conciliación familiar, los acuerdos televisivos o la mejora de la calidad de las infraestructuras son algunas de las claves para la profesionalización efectiva que la nueva organización tendrá que abordar y solventar de aquí en adelante.
Andrea Pereira, vocal de FutPro, sindicato únicamente enfocado al fútbol femenino, y jugadora del FC Barcelona explica: "Queremos que haya una liga profesional que no se quede en papel mojado, donde nuestros derechos estén garantizados". En 2020, los sindicatos y los clubes de la primera división femenina aprobaron el primer convenio colectivo del sector que garantiza unas condiciones laborales mínimas bajo las que las jugadoras pueden ampararse. Antes de esto, las agrupaciones deportivas no estaban ni siquiera obligadas a remunerarles por su trabajo ni a darles de alta en la Seguridad Social.
Tan sólo un año después, el Consejo Superior de Deportes (CSD) encabezó un proyecto para la profesionalización de la categoría. Una iniciativa que actuaba en sintonía con el propósito del Gobierno de coalición de hacer una lectura de género desde todos los ministerios. Desde entonces, ha tenido lugar un largo periodo de negociaciones que ha dado luz a los estatutos de la que será La Liga Ellas, la nueva liga profesional de fútbol femenino.
Más allá del fútbol, "cada día se habla más de otros deportes que también practican las mujeres. Nuestras jugadoras de basket, nuestras tenistas… Asistimos, sin duda, a una dignificación del deporte femenino en toda regla. Y nosotros, desde el Consejo, seguiremos propiciando hitos como el de la profesionalización", cuenta orgulloso Jose Manuel Franco, actual Secretario de Estado de Deportes, para Público.
¿Qué supone la profesionalización?
La aprobación de los estatutos se produce casi un año después de que Irene Lozano, entonces máxima responsable del CSD, anunciara el 25 de marzo de 2021, que el Consejo impulsaría la profesionalización del fútbol femenino nacional. Fue el 15 de junio cuando el CSD aprobó esta liga profesional, iniciando un proceso que ha llegado hasta el mes pasado. "Se nos dijo que no seríamos capaces, que el consenso no era posible. Pues bien: hemos sido capaces de aprobar unos estatutos en el que todas las partes se sienten identificadas. Algo tan importante como la Liga femenina nace con quórum y eso es lo que más orgullo personal me produce", afirma Franco.
Andrea Pereira: "Queremos que la liga profesional no se quede en papel mojado y nuestros derechos estén garantizados"
La actual Primera Iberdrola, nombre que se refiere a la primera división femenina de fútbol, pasará a denominarse Liga Ellas y estará formada por 16 equipos. El CSD será el encargado de tutorizar su "implementación y supervisión" hasta 2024 y tendrá potestad legal para alcanzar soluciones y evitar bloqueos durante las negociaciones entre las partes.
En este sentido, el Consejo asegura que habría ayudas a los equipos con más dificultades económicas para cumplir los requisitos mínimos exigibles. Se concederán cinco millones por temporada para gastos estructurales durante estos tres años, subvenciones para la mejora de las estructuras de entrenamiento y juego, así como de servicios. Mientras que a los clubes se les dotará de dos millones adicionales para la temporada 2022/2023.
Amanda Gutiérrez: "Los cambios los tienen que percibir las jugadoras en sus condiciones, no sólo las cuentas del equipo"
"Hay que ver si los clubes van a estar a la altura. Los cambios los tienen que percibir las jugadoras en sus condiciones, no sólo las cuentas del equipo", afirma Amanda Gutiérrez, presidenta de FutPro. "Tiene que mejorar todo, empezando por los salarios y siguiendo por las infraestructuras que envuelven la profesión y todo el desarrollo de la jornada de la jugadora: los viajes eternos, las condiciones en el campo, el gimnasio, el equipo médico adecuado", continúa.
Los cambios que acarrea la nueva categoría tienen que ver principalmente con las condiciones laborales de las futbolistas y los derechos televisivos. "La profesionalización implica que el fútbol que practican las mujeres obtenga calidad, continuidad y visibilidad. Vamos a modernizar los clubes y eso va a repercutir en las condiciones en las que desempeñan su labor nuestras mujeres futbolistas", declaran fuentes del Consejo.
La conciliación familiar, en el punto de mira
Antes de iniciarse el camino hacia la profesionalización las jugadoras de primera división estaban desamparadas. Gracias a la concertación, se les garantiza una retribución mínima de 16.000 euros y se regula su jornada de trabajo diaria y semanal, en siete y 35 horas respectivamente. También se estableció un descanso de un día y medio semanal y vacaciones anuales retribuidas de 30 días naturales. Una serie de medidas que parecen elementales, que están lejos de equipararse a las de sus compañeros de la categoría masculina y que, sin embargo, llevan estatuidas tan sólo dos años.
Antes de que se aprobara el convenio, los clubes no estaban obligados ni a darles de alta en la Seguridad Social
Algo en lo que se insistió fue en que tanto el contenido como la aplicación del convenio se ejecutara siempre bajo el enfoque de género. Por ello, la norma dedica varios apartados a cuestiones que afectan tanto a los clubes como a las futbolistas por el hecho de ser mujeres. El asunto de los embarazos, por ejemplo, ha sido una gran conquista.
Desde la aprobación del convenio, las jugadoras embarazadas cuentan con más protección contra el despido (la renovación del contrato por una temporada adicional en las mismas condiciones que tenía en la última temporada) y los equipos tienen la opción de cubrir la baja de la futbolista embarazada con un fichaje temporal.
Aún así, queda sin concretar el asunto de si las bajas por maternidad están garantizadas cuando es la cónyuge de la futbolista quien da a luz. Es decir, si la futbolista no ha sido la gestante. "Todavía están por determinar cosas como qué ocurrirá con las guarderías, la lactancia, si se habilitarán zonas para poder dar el pecho, que las jugadoras puedan viajar con el bebé, que cuando estén compitiendo o entrenando pueda haber alguien que pueda quedarse con el bebé", aclara Gutiérrez. "Ahora mismo sigue dependiendo de la buena voluntad de cada club. Y todavía, que yo sepa, ninguna futbolista lactante ha podido viajar con su hijo o hija", seguía.
Tanto las jugadoras como los sindicatos son conscientes de lo limitado que resulta el alcance del concierto en algunos ámbitos. Así pues, la negociación de los términos de un nuevo convenio una vez se oficialice La Liga Ellas cada día parece algo más cercano.
La desigualdad de género, una cuestión estructural
Otra de las tareas pendientes es la equiparación salarial entre los jugadores y las jugadoras. Unos datos muy reveladores en este asunto vienen recogidos en un informe elaborado por FIFPro —el sindicato internacional de futbolistas— y la Universidad de Manchester, donde se mostraba cómo el 49% de las futbolistas no cobra por jugar y el 87% acabará su carrera antes de cumplir 25 años.
El 49% de las futbolistas no cobra por jugar y el 87% acabará su carrera antes de cumplir 25 años
A este respecto, la duración media del contrato es de 12 meses en las categorías femeninas y, sobre las cuantías, el 60% de las jugadoras cobran entre uno y 567 euros, el 30% cobra entre 567 y 1.892 euros, y solo el 1% de las jugadoras percibe más de 7.572 euros al mes. Otro dato significativo que arroja este informe es que el 46% de las jugadoras tienen que compaginar el fútbol con otro trabajo debido, precisamente, a la insuficiencia material que se ha señalado.
La Federación de Fútbol de EEUU ha dado pasos hacia delante acerca de este asunto cuando el pasado 22 de febrero llegó a un acuerdo con las jugadoras para compensarlas con 21 millones de euros por la diferencia salarial con sus compañeros. "Cuando nosotras ganamos, todo el mundo gana", señalaba Megan Rapinoe a través de Twitter por su conquista lograda.
Noruega también ha sido pionera en la equiparación salarial, ya que desde finales del 2017 el sueldo de las jugadoras se incrementó hasta en un 93%. Una apuesta que se hizo realidad gracias a que los jugadores de la sección masculina decidieron renunciar a parte de su salario.
Otro de los puntos calientes es el reparto de premios, ya que la cantidad de dinero percibida por ganar un título es mucho mayor en el fútbol masculino. La pasada temporada en Inglaterra se abrió el debate después de que el Leicester City ganara 12,14 millones de euros en primas por levantar la copa inglesa, mientras que sus compañeras del Chelsea solo percibieron una cantidad de 297.000 euros por ganar el mismo título. Por esta razón, la Asociación de Fútbol inglés (FA) decidió aumentar el premio a 3,5 millones, una cantidad todavía insuficiente pero que beneficiará a muchos más equipos.
Uno de los argumentos que se suele esgrimir para justificar esta desigualdad es el de que el fútbol masculina genera mucho más dinero. En lo que a esto respecta, hay que señalar la importancia que tiene el reparto de los derechos de emisión en este asunto.
La televisión, clave para que La Liga Ellas sea sostenible
En cuanto a la visibilización del fútbol femenino, jugará un papel esencial cómo se retransmitirán los partidos de La Liga Ellas. Por el momento, no existe un contrato televisivo que emita de manera conjunta todos los partidos de los equipos femeninos. No obstante, el CSD quiere impulsar que sea la entidad organizadora la que tenga el poder negociador de los derechos televisivos. Hasta ahora, los clubes profesionales son los titulares de sus derechos televisivos –equipos como el Barça retransmiten al equipo femenino a través de su propio canal–.
Es importante que la gente vea los partidos para que La Liga Ellas perdure
Respecto al fútbol masculino, los equipos negociaban sus derechos hasta 2015, cuando se impulsó la negociación colectiva de los mismos a través de un decreto ley. Ahora, dependiendo de la competición, La Liga o la RFEF son los responsables de negociar estos derechos. Gracias a esta norma, parte de las enormes cantidades de dinero que generaba el fútbol español masculino iban a parar al femenino en forma de compensaciones.
Si se pone el foco en otras competiciones extranjeras, uno de los grandes hitos del fútbol femenino a nivel internacional se ha dado esta temporada en Inglaterra. La Super liga femenina (WSL), –fundada en 2010, lo que le permitió independizarse de la FA y negociar así sus derechos de manera independiente– firmó con BBC y SkySports un contrato por los derechos televisivos de 24 millones de euros. El contrato de fútbol femenino más caro, según ha señalado el periodista deportivo, Juan Corellano, de La Media inglesa, medio de referencia de fútbol inglés.
El modelo de negocio de la WSL pasa por hacer atractiva su competición a base de atraer a los grandes talentos futbolísticos. Con motivo de la pandemia, las competiciones en EEUU se paralizaron. Esto provocó que destacadas jugadoras estadounidenses se quedarán sin equipo durante varios meses y se animaran a firmar contratos breves con clubes de Inglaterra. Fue el caso de Alex Morgan que firmó por el Totthenham o Tobin Heath y Christen Press, que firmaron con el Manchester United.
Es un modelo importante a tener en cuenta de cara a lo que puede llegar a ser o no ser La Liga Ellas, ya que la viabilidad de este proyecto depende en buena medida del poder financiero de los grandes clubes. Corellano señala que, si bien es cierto que el fútbol inglés ha crecido en popularidad, ha perjudicado a aquellos clubes más modestos que habían apostado de manera histórica por el femenino, como el Sunderland o Doncaster Rovers Belles y que no han conseguido adaptarse al nuevo modelo.
Hay que considerar que equipos como el Manchester United en Inglaterra o el Real Madrid en España han escalado en sus competiciones nacionales a base de importantes impulsos financieros. Es un hecho importante de cara al futuro, ¿conseguirá el fútbol español femenino cuidar de esos equipos más humildes que sin embargo han apostado siempre por esta categoría?.
Por otro lado, el pasado 17 de julio, DAZN, que ya tiene los derechos de la Copa del Rey y de la Premier League en España, anunció la retransmisión de la Liga de Campeones Femenina hasta 2025. A su vez, DAZN se aliaba con YouTube para transmitir estos partidos en abierto durante los dos primeros años.
La violencia sexual, un problema más
El fútbol femenino ha sufrido varios casos de violencia sexual como el acoso a las jugadoras de la liga estadounidense Sinead Farrelly y Meleana Shimdel por parte de su antiguo entrenador Paul Riley cuando entrenaba al Portland Thorns. También las jugadoras de la selección venezolana acusaron a Kenneth Zseremeta quien fue su entrenador entre el 2008 y 2017 de abusos sexuales.
La socióloga Marta Eulalia Blanco García, especialista en abusos sexuales dentro del deporte, señala que en los espacios deportivos existen factores de riesgo para este tipo de prácticas machistas. Debido a la naturaleza del deporte, se generan unos vínculos muy intensos donde aspectos como la autoridad, la jerarquización o el poder están perfectamente asumidos.
Marta Eulalia Blanco García: "El deporte es un espacio hostil"
Al preguntarle acerca de si este tipo de abusos están bien identificados y resueltos por las instituciones deportivas, Blanco García se muestra pesimista: "El deporte es un espacio hostil". Los abusos tienden a normalizarse, hasta el punto en el que las instituciones se vuelve cómplices y el problema termina por ocultarse, indica la socióloga para Público.
En España, para afrontar posibles casos de acoso o abuso, el convenio colectivo cuenta con un protocolo de actuación que deben seguir los clubes si tuviera lugar algún tipo de agresión. Fuentes del CSD aseguran que "el Consejo siempre va a estar atento a posibles casos y ejerceremos toda la presión pública necesaria para que los responsables tomen decisiones frente a quienes pongan en riesgo la seguridad y libertad de las jugadoras". Sin embargo, ninguna instancia tiene poder efectivo como para tomar represalias y sancionar a los agresores más allá de la discrecionalidad de los clubes.
Todos ellos han firmado una declaración de principios por la igualdad entre hombres y mujeres, así como contra cualquier clase de discriminación por razón de raza, sexo u orientación sexual. Aún así, no concretan cómo actuarían si, por ejemplo, resulta que el agresor de un caso de violencia sexual es un jugador de la plantilla masculina, ¿rescindirían su contrato?.
Se trata de un problema que también se plantea en otras ligas de referencia como la inglesa. No existen instituciones que puedan actuar deliberadamente, sino que, de nuevo, son los clubes quienes gestionan los escándalos de puertas para dentro. Así ha sido el caso del jugador del Manchester City Benjamin Mendy, acusado de siete violaciones, o el del Manchester United, Mason Greenwood, acusado de maltratar a su pareja.
Hacia un horizonte lleno de esperanza
La equiparación salarial, la eliminación de la violencia sexual, la conciliación familiar, los acuerdos televisivos o la mejora de la calidad de las infraestructuras son algunas de las claves para la profesionalización efectiva que la nueva liga tendrá que abordar y solventar de aquí en adelante. Todavía queda mucho por hacer para optimizar las condiciones materiales, ambientales y humanas del fútbol femenino. Con todo, parece que, sin prisa, pero sin pausa, avanza en buena dirección.
Si algo ha caracterizado a este proceso que ha dado lugar a la primera liga deportiva femenina profesional en España han sido el diálogo, la negociación y los acuerdos. La constitución de un nuevo y joven sindicato centrado exclusivamente no solo en el fútbol, sino concretamente en los equipos femeninos, es sólo un síntoma más de que la presencia de las mujeres en la vida pública, en esferas y espacios tradicionalmente ocupados por hombres, es ya un hecho. El siguiente paso será la creación de una directiva que gestione la Liga Ellas y elegir a un presidente o, previsiblemente, presidenta.
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