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Antes, desnudos: ahora, sofisticados

El deporte más antiguo ha vivido una revolución en su indumentaria desde sus orígenes hasta Pekín

JOSÉ CERVERA


Incluso el atletismo, el deporte más antiguo y natural, depende de la tecnología. Los avances técnicos han determinado cómo se practica y cuáles son las marcas obtenidas. Y para comprenderlo nada mejor que analizar el impacto de la tecnología en la Grecia clásica, la nueva era olímpica del Barón de Coubertin y los Juegos de hoy.

Los Juegos de Olimpia nacieron de una carrera de velocidad: el estadión, de 192 metros. Después se introdujeron carreras como el diaulo (384 m.) o la primera prueba de fondo, el dólico (1.500 a 4.600 m.). Las ceremonias de Olimpia eran en parte una celebración de la belleza del cuerpo humano, así que los atletas competían desnudos, pero no del todo.

Usaban el kinodesmo, una tira de cuero con la que se ataban el prepucio, bien a la base del pene bien a un cinturón. A los antiguos griegos les gustaba la desnudez, pero el glande les parecía indecente. Competían desnudos y descalzos; para quien está acostumbrado, el pie descalzo es tan resistente como la mejor zapatilla de competición. Finalmente apareció la carrera denominada hoplitodromia (384 a 768 m.) que se corría con el uniforme completo del soldado de infantería pesada, casi 25 kilos de equipo.

Las primeras Olimpiadas de la nueva era querían resucitar el espíritu griego de exaltación al cuerpo, pero en el siglo XX el desnudo estaba fuera de lugar. Los atletas competían castamente vestidos con ropas amplias y de tejidos naturales, y calzados con zapatillas ya bastante sofisticadas, ya que los zapatos de cuero con clavos para mejorar la tracción habían sido inventados en 1890. Los tacos de salida para las carreras no se incorporaron hasta los años 30; hoy incluyen un aparato llamado ReacTime para detectar las salidas en falso.

Hoy, el calzado se ha especializado y hay modelos para cada deporte, diseñados tras estudios ergonómicos y construidos con materiales de última generación mediante técnicas como el soldado ultrasónico, que reduce peso.

Las zapatillas de los velocistas son rígidas y curvas para maximizar la palanca y están provistas de clavos delante, mientras que los lanzadores y los saltadores llevan clavos en el talón. Cuanto más larga es la carrera, menor es la necesidad de clavos; los corredores de medio fondo y fondo llevan menos, y los maratonianos y marchadores usan suelas planas.

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