MADRID.- Cuando la primera plantilla del Real Madrid se encuentra disfrutando de las vacaciones veraniegas, ha estallado el conflicto entre Sergio Ramos y el Real Madrid. En los últimos días la relación entre ambas partes se ha enquistado hasta el punto de que, a día de hoy, las posturas se encuentran más alejadas que nunca.

Sin embargo, este distanciamiento no supondrá una salida inmediata de Sergio Ramos del Real Madrid. Hay muchos elementos que lo impiden, empezando por su cláusula de rescisión, actualmente tasada en 200 millones de euros.

Renovación paralizada y la teoría del 70%

Pero conviene explicar todo paso por paso. Esta situación no es nueva. Viene ya de lejos y todo parte de las exigencias del sevillano a la hora de una renovación de contrato que lleva cerca de un año paralizada. El punto más conflictivo es el del nuevo salario del central. El entorno del defensa madridista situaba el punto de partida en un mínimo de ocho millones de euros. Más, teniendo en cuenta que el francés Karim Benzema renovó el verano pasado mejorando en casi 2,5 millones de euros su ficha, pasando de ganar 4,5 a los 7 que percibe actualmente.

El de Camas considera que, después de Cristiano Ronaldo, es el jugador con más peso dentro del equipo

Sergio Ramos ha reclamado esa cantidad de dinero partiendo de lo que las personas de su entorno han considerado en denominar como la teoría del 70%. El de Camas considera que, después de Cristiano Ronaldo, es el jugador con más peso dentro del equipo. No sólo por su contribución la temporada pasada a la consecución de la Décima, sino también por el protagonismo que sostiene dentro del equipo, llevando incluso los galones de la capitanía.

El entorno del defensa considera que debería cobrar 10 millones de euros netos por temporada

Por lo tanto, si al portugués se le aumentó en su momento en un 70% su contrato, pasando de cobrar 10 a 17 millones de euros netos por temporada, el club debería considerar tener un gesto similar con él. Si partimos de que actualmente su salario ronda los seis millones de euros netos, esta subida del 70% implicaría un contrato de 10 millones de euros netos por temporada, lo que supondría al club 20 millones de euros por temporada. No olvidemos que los clubes asumen la parte de tributación de los contratos de los jugadores.

Y esta es la postura que viene defendiendo desde entonces Sergio Ramos, a quien todavía le restan dos años de contrato en el Real Madrid, concretamente hasta junio del 2017. Para entonces el jugador tendrá 31 años de edad y, de no renovar antes, podría irse a cualquier club del mundo con la carta de libertad bajo el brazo.

La postura del Real Madrid

El Real Madrid considera que el entorno de Sergio Ramos le está haciendo daño y que hay tiempo de sobra para negociar la renovación

Analizada la postura del jugador, llega el momento de contar lo que piensa el club. El Real Madrid, por supuesto, quiere renovar al defensa andaluz pero de momento no parece mover ficha por dos motivos. Lo primero tiene que ver con el entorno del jugador. Consideran que no le está haciendo ningún bien al internacional español. Y lo segundo porque, considerando que quedan dos años de contrato, entienden que hay tiempo suficiente para hablar de la renovación del jugador, pero nunca en los términos que exige el jugador. La cifra de 10 millones de euros la tildan de inaceptable para un jugador de su edad. Si Sergio Ramos tuviera cuatro o cinco años menos posiblemente no habría dudas sobre renovar atendiendo los deseos del jugador, al que dentro del propio club consideran como clave.

Un enfado que acaba en calentón

En pleno caletón con el Real Madrid por no salir a desmentir que se había ofrecido a precandidatos del Barça, Ramos deslizó que quería salir este mismo verano

Y a todo este cóctel se han sumado las informaciones aparecidas la semana pasada y las declaraciones de algún que otro precandidato a la presidencia del Barcelona, que deslizaban un ofrecimiento del jugador. El defensa ha mostrado su enfado al entender que el club no ha salido a desmentir estos rumores. Sin embargo, en el club no entienden su postura, ya que consideran que si alguien tiene que salir a desmentir algo debe ser el jugador o su entorno, pero nunca el Real Madrid.

Y segundo, y lo más preocupante se producía este pasado fin de semana cuando el jugador, en pleno calentón, dejó caer en un círculo restringido la posibilidad de quererse marchar ya del Real Madrid. Y en medio de toda esta vorágine aparece el Manchester United que, aprovechando las intenciones del Real Madrid de fichar a David De Gea, deja caer el nombre de Sergio como moneda de trueque.

Una salida sería complicada y no inmediata

El club que fichara  por cinco años a Ramos, con una cláusula de 200 millones, debería asumir un coste de 30 millones por año

La situación a día de hoy es la siguiente. Ahora hay que esperar que todo se calme y que las aguas vuelvan a su cauce. Eso sí, hay cosas innegociables. Sergio Ramos jamás se marchará al Barcelona. El día que abandone el Real Madrid será para irse fuera de España. Y no parece que vaya a producirse esta temporada, más teniendo en cuenta la cláusula de 200 millones del jugador.

Aún en el hipotético caso de que el club tasara la operación en 50 millones, el club que firmara cinco temporadas al jugador debería considerar que Sergio Ramos le costaría 30 millones de euros al año. Diez que corresponden al costo anual de la clausula más otros 20 brutos por el contrato del jugador. Y todas estas variables las maneja el club, que posiblemente se siente a hablar con el jugador una vez que se pase la tempestad. Pero si lo hace, posiblemente exigirá una total confidencialidad. Y aquí el entorno del jugador tiene mucho que decir.

El enfado de Ramos continúa 'in crescendo'

La postura de Ramos en estos momentos es la de querer irse ya del Madrid o como mucho cumplir los dos años que le quedan de contrato

Sin embargo, a medida que pasan las horas, la posibilidad de la renovación de Sergio Ramos se aleja cada vez más, ya que su enfado va en aumento. En las últimas horas se le ha visto saliendo del despacho de sus abogados en la capital de España junto a su hermano y representante, René Ramos. En ningún momento fue para hablar de su futuro. La visita respondía a una cuestión legal y de obligaciones con la administración como cualquier otro ciudadano.

El próximo jueves Sergio se marchará oficialmente de vacaciones y lo hace con un pensamiento: a día de hoy, influido por el calentón y molesto por la campaña de desprestigio que entiende se está montando en contra suya, está dispuesto a irse. No solo eso, si acaba permaneciendo en el club lo hará solo para cumplir las dos campañas que le restan pero no está dispuesto a renovar. Pero como decía en líneas anteriores, esto es lo que sucede a 23 de junio del 2015.