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"Me puse a repetir unas cuantas veces el tiro después de la final"

Con la llegada de Navarro, el pívot de los Grizzlies confía en que éste sea su gran año en la NBA y en poder olvidar la final de Madrid

NOELIA ROMÁN / BARCELONA

Pau Gasol ya está de nuevo en Memphis. Ha regresado a la que es su casa desde hace seis años, requerido por los Grizzlies para iniciar una pretemporada que, en unos días, le devolverá a Europa y a España. Después del subidón y la decepción que supuso el Europeo de Madrid, es tiempo de reflexión y relax para el mejor jugador de la historia del baloncesto español, que, a sus 27 años,  y siendo ya campeón del mundo, aspiraba a colgarse el oro europeo. Su tiro, en el último segundo del partido contra Rusia, se salió del aro y España tuvo que conformarse con una nueva plata. La desilusión le cayó a plomo. Con cierta perspectiva pero aún dolido, el líder de la selección reflexiona sobre este episodio y sobre su futuro en Memphis, donde este año le acompañará su gran amigo Juan Carlos Navarro. Empieza su séptima temporada en la NBA con su gran amigo Navarro jugando de nuevo con usted. ¿Cómo la afronta?Con mucha ilusión, con muchas ganas de empezar una nueva etapa. Para mí, va a ser un año importante. Quiero hacerlo muy bien y tengo muchos alicientes: un grupo técnico nuevo, manager nuevo, compañeros nuevos, Juan Carlos a mi lado, muchas cosas que me empujan y me motivan para hacer un buen año.

Pero después de lo que pasó el curso pasado, cuando estuvo a punto de dejar Memphis, ¿le costó tomar la decisión de quedarse?

No me costó porque se han ido cumpliendo las cosas que yo pedí a final de temporada y que tenía en mente que debían pasar para poder continuar. Además, la incorporación de Juan Carlos también ha sido importante para mí: el tenerle ahí, el hecho de que el equipo haya apostado por él, me ayuda.  Y, si este año le va bien, seguro que apostarán aún más por él, tendrá más posibilidades.

¿El técnico era fundamental para continuar con el proyecto?

El técnico era algo importante para mí y Iavaroni me inspira mucha confianza y esperanza. En general, confío en el nuevo grupo de técnicos y espero que podamos hacer una gran campaña y cultivar algo bonito.

¿Ser la estrella del equipo compensa el hecho de no poder estar en una franquicia ganadora?

En principio, por eso me quería ir y, si en algún momento veo que la cosa en Memphis no progresa ni mejora, intentaré tomar una decisión y replanteármelo todo.

¿Le escuecen aún las críticas que recibió el curso pasado?

Entonces, me afectaron hasta cierto punto porque a nadie le gusta que le silben y menos en su propia casa, pero lo acepté. Sabía que era una situación incómoda para mucha gente, pero estaba tranquilo conmigo mismo porque hice lo que tenía que hacer: seguir jugando y compitiendo.

Pero le parecieron injustas.

Hasta cierto punto; pero cada cual valora las cosas de diferente manera y había personas que no estaban de acuerdo conmigo y con mi manera de hacer, yo también lo entendí.
Pensando en el equipo, cómo le afectará a usted la llegada de Navarro

¿Recuperarán la conexión que tenían en el Barça?

El envoltorio no es el mismo: Juan Carlos entra en un equipo que ya tiene sus jugadores y sus posiciones y en el que va a tener que ganarse sus minutos. La situación será muy diferente para él: viene de jugar 30 minutos y ser el jugador número uno en el Barça desde hace años y hay que ver cómo se adapta a esto. Pero estoy seguro de que tomará las riendas de la situación rápido y tendrá un papel importante en el equipo.  

¿Qué le costará más?

El idioma, el no estar en casa.

¿Y en el juego?

Quizá el físico. Aquí son duros jugando y es difícil adaptarse y ganarse el respeto de todos.

¿Le sorprendió que diese el salto este año después de haberlo desestimado en otras oportunidades?

Pues la verdad es que un poco sí. Después de lo del año pasado, que ya iba a ser y no fue, este año le ha costado el oro y el moro llegar hasta aquí. Ha sido más difícil de lo que me esperaba y de lo que él se esperaba cuando ya tenía la decisión tomada. Pero ahora ya estamos, y yo estoy feliz, él está feliz y esperemos que cuando acabe el año seamos aún más felices.

Pero siendo una estrella en Europa, llega a la NBA con uno de los salarios más bajos.  Han sido las circunstancias también. Washington ha tenido mucho que ver porque no quería traspasar sus derechos: al principio, pedía muchísimo, demasiado, y metía a otros jugadores en el pack. Al final, él ha podido salir y eso es lo que importa. La situación económica en Memphis era muy determinada y se le ha dado lo que se ha podido.

¿Usted se habría arriesgado?

Yo en su lugar también lo habría hecho y quizá mucho antes. Me quito el sombrero ante su decisión porque ha sido muy valiente. Para mí, lo más importante es crecer como jugador y tener retos.

¿Cree que tiene posibilidades reales de hacer una temporada lo suficientemente buena como para poder mejorar su contrato el próximo año?

Si hace una buena temporada, su valor se multiplicará por equis,  apostarán por él y firmará un contrato como se merece.

Milicic, que tuvo una actuación lamentable en el Europeo, será otro de sus nuevos compañeros. ¿Qué le parece?

Es un jugador que tiene buenas aptitudes técnicas, pero que aún está por hacer. En lo que respecta a su persona, no las tengo todas conmigo. Cosas como las del Europeo (lanzó una sarta de salvajadas contra los árbitros) no le pueden volver a pasar porque lleva una camiseta y nos afecta a todos.

¿Los Grizzlies de este año tienen buenos mimbres?

Lo primero que tenemos que lograr es crear química y unión porque somos un equipo bastante joven. Si Milicic produce lo que se espera de él, podemos poner las piezas del puzzle juntas y después ir creciendo. Muchos técnicos critican el creciente flujo de jugadores hacia la NBA.

¿Entiende que la gente se siga marchando pese a lo que se ha igualado el baloncesto de uno y otro lado?

Es normal y positivo que la gente quiera tener una experiencia diferente. En la NBA, juegas con los mejores jugadores del mundo y se nota: la competición es dura y te hace fuerte. Y que dure muchos años que todos los que vayamos para allá sea para mejorar y podamos luego venir con la selección y rendir a un mejor nivel.

Pero muchos jugadores se van demasiado jóvenes y tampoco progresan.

Puede ser, pero, a veces, es cuestión de momento, de oportunidad, te subes o te quedas abajo. Si vas demasiado pronto, tienes que tener las ideas y el objetivo final claros y, una vez allí, desarrollarte.

En los últimos tiempos, también se aprecia una nueva tendencia: la vuelta de grandes jugadores hacia Europa. Es el caso de su ex compañero en el Barça, Jasikevicius.

Puede ser. No todos los que van a la NBA pueden triunfar y tener minutos. No todo el mundo se adapta bien, ni tiene la oportunidad y las circunstancias a su alrededor para hacerlo.

En ese sentido ¿el equipo que eliges o te elige es decisivo?

Decisivo no, pero sí muy importante. Sucede que eso no depende siempre de ti, así que el factor suerte también cuenta.  Si tienes la fortuna de caer en un equipo que se adapta a tus características, puedes lucir y demostrar tus cualidades. Si no, la cosa es complicada.

Volviendo la vista hacia el Europeo, dio la sensación de que usted se encontró  demasiado solo en la final, incluso en el partido contra Grecia.

Yo estaba a tope, siempre voy a ganar y a darlo todo. Quería ganar y Grecia fue un partido muy duro, mucho más de lo esperado, su mejor partido de largo del campeonato y nos desgastó mucho. Yo tuve que emplearme muy a fondo para ayudar al equipo a ganar y Juan Carlos también estuvo muy bien en ese partido. En la final, ya llevábamos un desgaste acumulado importante, no sólo del partido sino de todo el campeonato. Las cosas son como son.

Pero, en los momentos decisivos,  tuvo pocas ayudas de sus compañeros.

El equipo me buscó porque yo tenía ganas de producir y porque sabe que yo no me esconderé nunca: si me las tengo que jugar, me las jugaré.

Pero todo el mundo les daba por campeones antes de jugar. ¿Ustedes también?

No es que diéramos por hecho que íbamos a ganar o que lo tuviéramos más o menos claro. Sabíamos que iba a ser difícil porque Rusia estaba jugando bien, había ganado a Lituania de 12, en una semifinal más llevadera que la nuestra, en la que no se desgastaron tanto. Teníamos confianza en sacar el partido adelante, llevarnos el título y disfrutar de una victoria, pero no era una garantía.

¿Al final del partido, cuando todo se complicó, tuvieron miedo a la derrota?

No, miedo a la derrota no. Hasta que Holden no metió el tiro, todo era posible. Si no lo hubiera metido, no estaríamos hablando de esto. Personalmente, yo no tengo miedo a la derrota.

¿El equipo acusó en exceso el cero de Navarro?

Imagínese, si no anota ningún punto en la semifinal, no habríamos disputado la final. Lo de Juan Carlos tiene mucho mérito porque en ningún momento pudo coger ritmo en el campeonato: tuvo una lesión de aductor importante que no le permitió jugar en la mitad de los partidos. Pese a todo, él estuvo ahí y cuando jugó lo hizo muy bien, excepto en la final, que no aportó lo que él puede. Tiene mucho mérito y no se le puede reprochar nada.

Usted ha confesado que no había visto el partido de nuevo. ¿Por qué?

No lo he visto ni lo veré en tiempo porque no me apetece. Necesito desconectar y cargar pilas, que es lo que me conviene para la pretemporada.

¿Le traumatiza?

No es que me traumatice. De hecho, después del partido repetí unas cuantas veces el tiro y, más adelante, también lo hice alguna vez más, pero no sirve de nada darle vueltas. Lo pasado, pasado está y debemos quedarnos con la parte positiva.

Usted ha dicho que supone una herida, quizá más dolorosa que la lesión que le apartó de la final del Mundial de Japón.

Esta herida hace más daño, eso sí. Cuando me rompí el pie, ganamos el oro. Ahora, nos hemos quedado con la plata y firmaría donde fuese romperme otro pie por otro oro. Era algo con lo que muchos soñábamos y no ha podido ser.

De una derrota así, también se aprenden cosas.

Siempre dicen que se aprende más de las derrotas que de las victorias y es una gran verdad porque, si no, no habríamos reflexionado sobre cosas que  podríamos haber hecho mejor. Además, una derrota siempre une más al equipo y lo refuerza.

Psicológicamente, ¿ha sido el torneo más duro que ha disputado?

Probablemente, sí. Ha sido más duro en ese aspecto que en el físico. Ha habido mucha tensión, muchos partidos en pocos días, se ha alargado un poco. Nunca habíamos jugado un campeonato en casa y son las dos semanas mas intensas que hemos vivido.  

Su concurso es seguro en los Juegos de Pekín. ¿Qué pasará después?

No me lo he planteado. Lo haré de año en año, en función de cómo me encuentre físicamente. En una posición como la mía, en la que me peleo bastante, el cuerpo sufre. Así que, según me vea,  decidiré si acudo o no a la llamada de la selección.

¿Entiende la situación por la que ha pasado el seleccionador?

No. Pero, en cualquier caso, yo no tenía dudas acerca de su continuidad. Ha firmado un oro y una plata y siempre intenta aspirar a lo máximo. Cuando no se consigue parece una catástrofe, pero no lo es.

¿Tuvieron , como dicen, demasiados actos?

Esta cuestión es difícil de calibrar. La Federación intenta llevarlo lo mejor posible, pero es cierto que te sacan tiempo de trabajo y descanso. Invertimos tiempo y energía en esos actos, pero no puede servir como excusa. Sabemos que los actos son necesarios y que la Federación intenta gestionarlos bien, pero rompen la rutina y la dinámica de grupo y quizá habría que controlarlos un poco más.  

¿El apoyo del público fue de las cosas más gratificantes que se llevaron del Europeo?

Sin duda. Estamos todos super agradecidos a la gente, que nos apoyó hasta el último momento. El mismo día de la derrota en la final, la gente me felicitaba como si hubiéramos ganado el oro. Eso me reconforta porque sé que la gente valora el trabajo que hicimos.

Regresan a España para la gira de pretemporada. Casi no valía la pena que se hubieran ido ¿no?

Pues lo cierto es que el viaje es duro para tan pocos días, pero de este modo también podemos desconectar de todo lo que ha sido el Europeo y, de paso, ayudo a Juan Carlos con todo lo que tiene que hacer.

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