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Nuevo choque de versiones entre Tomé y las jugadoras: ¿Qué hay detrás del caos del España-Italia?

La salida del equipo con diez jugadoras tras el descanso del partido por un error de comunicación en los cambios ha provocado un cruce de declaraciones entre Aitana Bonmatí y la seleccionadora.

La selección española de fútbol, durante el partido contra Italia, en Pontevedra, a 1 de diciembre de 2023.
La selección española de fútbol, durante el partido contra Italia, en Pontevedra, a 1 de diciembre de 2023. AFP7 / Europa Press

La selección española de fútbol no ha tenido apenas momentos de calma desde tiempo antes de la obtención del Mundial el pasado agosto, cuando se produjo el beso sin consentimiento del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a la futbolista Jenni Hermoso.

El caso Rubiales todavía en marcha, el conflicto de las 15 y la salida de Jorge Vilda, con la posterior entrada de Montse Tomé a los mandos, han provocado que el ambiente en el combinado femenino no haya sido el idóneo. El último incendio en la selección se produjo el pasado viernes, cuando España se enfrentó a Italia en la Liga de Naciones. Unas horas antes, la futbolista Laia Codina tuvo que declarar ante el juez del caso del expresidente de la RFEF.

La selección femenina se jugaba la clasificación a la fase final de esta competición en Pontevedra contra el combinado italiano, y todo parecía marchar bien al descanso, con una victoria parcial por 1-0. 

El problema llegó cuando saltaron al campo solo diez jugadoras españolas, una situación que Italia aprovechó rápidamente para empatar el encuentro y, posteriormente, quedarse con la victoria. Si bien el resultado fue desfavorable, la derrota de Suecia permitió a las dirigidas por Tomé alcanzar la fase final del torneo europeo. 

Existen dos versiones de lo sucedido. El punto en común entre ambas es el cambio de Aitana Bonmatí, que presentó molestias y pidió ser sustituida. Según la versión de la futbolista, pidió salir durante el descanso. Por otro lado, Montse Tomé declaró tras el partido que la futbolista "avisó con poco tiempo para hacer el cambio", por lo que iniciaron la segunda mitad con una jugadora menos.

"En el descanso hicimos el cambio de Athenea por Lucía y luego cuando íbamos a entrar en la segunda parte Aitana nos avisa con poco tiempo de que no puede continuar. Por eso no tenemos tiempo para que Esther pueda calentar y entrar en el partido, por eso iniciamos con una jugadora menos", explicó en rueda de prensa.

Esther González, la otra implicada, explicó que en ese momento "no entendía nada". "Yo me senté en el banquillo y de repente veo que el partido ya ha empezado y me miran. Hablan Montse (Tomé) e Irene (Paredes) y me llaman y me dicen 'tienes que salir sin calentar' y yo mmm... vale".

Según su versión, la información del cambio llegó tarde. "Creo que es algo que debemos trabajar tanto staff como jugadoras, como en este caso Aitana (Bonmatí), la información tiene que llegar antes, lo primero por el equipo porque no podemos dejar al equipo con diez". 

A su juicio, lo ocurrido supuso "un error importante" y el cuerpo técnico debió actuar antes "porque no puedes dejar que el equipo empiece la segunda parte con diez jugadoras. No, no se puede permitir y algo en lo que vamos y queremos trabajar". 

"Vamos a sacar una crítica constructiva y sabemos que tenemos que mejorar muchísimas cosas. Lo hemos hablado, se queda dentro, es un error y lo asumimos", continuó González, que lamentó que en los últimos partidos "se esté hablando de cosas extradeportivas y no deportivas" cuando lo que las internacionales quieren es que se hable de ellas por lo que hacen en el campo.

Las palabras de Esther González sintetizan el sentir de la selección femenina sobre los continuos incendios que deben apagarse y las cuestiones extradeportivas que opacan los logros deportivos. También la falta de sintonía con la seleccionadora, cuya relación empezó con mal pie por varias razones. 

Asistente de Vilda, el aplauso a Rubiales y la convocatoria

La llegada de Montse Tomé al banquillo fue controversial. La actual seleccionadora fue asistente de Jorge Vilda, una decisión continuista ante un equipo que exigía cambios profundos en su organigrama.

Tomé, además, fue una de las señaladas por aplaudir el discurso de Luis Rubiales en la sede de la RFEF, cuando negó que dimitiría y justificó su actitud en la final del Mundial.

Tras su polémica elección, la seleccionadora desoyó en su primera convocatoria la petición de las jugadoras que firmaron un comunicado pidiendo no ser llamadas hasta que no se produjeran profundos cambios en la Federación. Esto derivó en la famosa reunión en un hotel de Oliva, que acabó desatascando la situación.

En este incidente, la seleccionadora aseguró que había hablado con las jugadoras antes de citarlas, algo que Aitana Bonmatí desmintió en su entrevista en Salvados. "A mí no me llamó Montse Tomé. Hablamos todas y todos y ella dijo que con alguna sí que había hablado. A mí personalmente no me llamó", declaró.

En esta misma cita, la seleccionadora llamó a 15 campeonas del mundo, pero dejó fuera a Jenni Hermoso "para protegerla". "¿Protegerme de qué? ¿O de quién?", respondió la futbolista de forma contundente en un comunicado.

Finalmente, la futbolista volvió a la convocatoria de la selección española en la siguiente cita y anotó el gol de la victoria, precisamente, en el primer partido contra Italia de esta fase de la Liga de Naciones.

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