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Piatti comanda un Valencia sin tino

La falta de puntería evita la victoria de los levantinos ante el Genk

ALBERTO CABELLO

Nada se dejó en el camino el Valencia para llevarse la victoria. Nada tampoco especuló Emery en busca del triunfo. Autoritario esta vez, no se dejó engañar por un equipo inferior. Pura cuestión de puntería que los de Mestalla sólo sumaran un punto en el encendido de la Champions. Soldado vio, esta vez, interrumpida la racha.

El ruido del Genk Arena no asustó. El jaleo de la grada no estaba en sintonía con el respeto enorme que el equipo belga le tuvo al equipo español. El hurto en el control del partido fue exagerado. Después de la inercia del saque de centro, los del Emery disfrutaron de posesiones continuadas. El técnico vasco dispuso a Pareja y Banega para llevar en la muñeca el reloj del partido.

Fue Pablo Piatti el que gozó con todo este dominio. Si alguna sospecha había sobre su nivel en una plantilla con mayores exigencias, ayer las derritió todas. El argentino exhibió su endiablada velocidad. Su conexión con Soldado ha sido inmediata. Desde su estampidas en la banda izquierda siempre tiene uno ojo pendiente de los movimientos del delantero.

Con el extremo en órbita, el juego de los levantinos ganó en electricidad, aunque faltó cierto equilibrio entre una banda y otra. La aparición de Feghouli por la derecha pasó casi desapercibida. El Genk bastante hacía con mantener la puerta a cero. Parejo se fue creciendo con el paso de los minutos. Bien guardada su espalda por Topal y Banega, el talentoso mediocampista se enroscó con gusto al partido. Con todas esta buenas noticias para el Valencia, las ocasiones de gol se sucedieron una detrás de otra. La tuvo Víctor Ruiz en una jugada ensayada con un cabezazo sin apenas oposición.

Piatti apareció como un cohete en la banda derecha después de un desmarque largo desde su rincón. Koteles respondió con una buena parada a su pícaro taconazo.

La poca dinamita del Genk la desactivó Rami. El central ejerció ayer de mariscal. Pudo acabar la noche de forma redonda con una chilena que se estampó contra el larguero.

Emery mantuvo la intensidad con los cambios. Pablo Hernández sacó la daga también por la derecha. Koteles, el portero belga, evitó un triunfo merecido del Valencia.

El entrenador decidió dar la titularidad de la portería a Diego Alves. Ha optado por la rotación con Guaita para la temporada. El guardameta brasileño salvó el empate con sus prodigiosos reflejos en un tiro lleno de veneno.

Genk: Koteles; Anele Ngongca, Simaeds, Nadson, Pudil; Hubert, Tozser; Buffell (Camus, m. 85), Dugary, Ndabashinze; Vossen (Varda, m. 80), Kennedy Nwanganga (Ogunyimi, m. 63).

Valencia: Diego Alves; Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Mathieu; Topal, Banega; Feghouli (Pablo Hernández, m. 69), Parejo (Aduriz, m. 74), Piatti (Canales, m. 79); y Soldado.

Árbitro: Einwaller (Austria). Amonestó a Banega, Buffel, Pudil

Krc Genk Arena: 24.000 espectadores. 

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