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Río de Janeiro inaugura sus Juegos en Maracaná entre samba y austeridad

El templo del fútbol acoge una ceremonia de inauguración más contenida que la de Londres, pero llena de color y referencias a la riqueza de Brasil. Habrá notables ausencias de líderes, sobre todo la de Dilma Rousseff. España desfilará con Rafa Nadal a la cabeza.

Fuegos artificiales en el estadio de Maracaná en el ensayo general de la ceremonia de inauguración. /AFP

Ya ha llegado el momento que las autoridades de Río de Janeiro llevan esperando siete años: la ceremonia de inauguración de sus Juegos Olímpicos. La primera cita que se celebra en una ciudad de Sudamérica arranca con un espectáculo de bienvenida a los 10.500 deportistas que durante 15 días competirán por subirse al podio en sus respectivas disciplinas.

Nos esperan más de tres horas de ceremonia, que arranca a la una de la madrugada (hora española). El show está dirigido por el cineasta Fernando Meirelles y también han participado como directores creativos Daniela Thomas y Andrucha Waddington. La coreógrafa Deborah Colker ha preparado a 6.000 voluntarios, que bailarán en la ceremonia, cuyo presupuesto es notablemente inferior al de Londres 2012.

Los alardes tecnológicos de la ceremonia londinense quedan atrás. Brasil ha apostado por una ceremonia más "cool", como la han descrito sus propios responsables. Después de la "elegancia" que mostró la de Londres 2012, la "grandiosidad" de Pekín 2008 y el "clasicismo" de Atenas 2004, la ceremonia de Río "no será nada opulenta" y mantendrá hasta última hora como gran secreto el nombre de quién será el encargado de encender el pebetero. Y es que todo hacía indicar a que sería el mito del fútbol Pelé ese último relevista, pero esta misma tarde ha asegurado que no participará en la ceremonia.

El césped de Maracaná, un estadio cuyas dimensiones han condicionado el montaje escénico, acogerá el desfile de los deportistas, en el que hay previstas sorpresas que los creadores no quisieron desvelar.

Tampoco se han confirmado, por motivos de seguridad, la cifra exacta de jefes de estado que se esperan en el recinto pero sí se sabe la gran cantidad de ausencias ya confirmadas. Unos 3.000 millones de personas está previsto que sigan la transmisión de televisión en directo, colaborarán más de 5.000 voluntarios y participarán 300 bailarines y 200 músicos profesionales.

Los fuegos artificiales tampoco faltarán en las horas casi cuatro horas de duración de un acontecimiento que pretende emocionar para quedar en la memoria histórica y que cuenta con "el presupuesto más bajo de las últimas ceremonias de apertura de Juegos y un staff muy barato", según su propia definición.

El show ha requerido unas 400.000 horas de trabajo a lo largo de cinco años. 300 personas se han encargados directamente de la producción y se han empleado unos 36.000 metros de tejido para confeccionar 12.000 trajes. Anita, Caetano Veloso y Gilberto Gil actuarán en el evento, en el que también veremos a la top-model Gisele Bündchen.

Muchas ausencias de autoridades

Será, como hemos comentado, una ceremonia plagada de ausencias de grandes líderes mundiales. No estará Barack Obama, ni la reina de Inglaterra ni la primera ministra británica Theresa May. Ni, por supuesto, Angela Merkel. Sí asistirán, el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro de Italia, Matteo Renzi.

Después de toda la problemática a raíz del dopaje de Estado ruso y las sanciones a los deportistas de este país, no parece que Vladimir Putin esté en la tribuna de autoridades del estadio, aunque no se descarta que haga una vista en días sucesivos. Tampoco estará la mayoría de los líderes latinoamericanos, a pesar de que se trata de los primeros Juegos en Sudamérica; una pista del rechazo al Gobierno encabezado por Michel Temer, al que muchos consideran ilegítimo. Además, se prevé una fuerte pitada cuando éste tome la palabra y las calles de Río de Janeiro hay convocadas manifestaciones. 

Por supuesto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones por un juicio de destitución, así como su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, han declinado la invitación a estar presentes en Maracaná. Mientras, la incertidumbre política en España hará que tampoco estén en Río de Janeiro en la inauguración ni el presidente en funciones Mariano Rajoy ni el rey Felipe VI.

Nadal con la bandera y el encendido del pebetero

Tras el espectáculo inicial, comenzarán a desfilar las 206 delegaciones que participarán en los Juegos. En el desfile habrá muchos momentos especiales, como el de ver desfilar a los 10 deportistas que lo hacen por primera vez bajo el estatus de refugiados.

En nuestro caso, habrá que esperar hasta el puesto 88, lugar en el que desfilarán los 306 deportistas españoles, todos ellos por detrás del ilustre abanderado, el tenista Rafa Nadal. Otros deportistas inmensos también portarán las banderas de sus respectivos países, como el nadador estadounidense Michael Phelps o el tenista británico Andy Murray.

Una vez que los deportistas estén situados en el centro del césped de Maracaná llegará el turno para los parlamentos. El presidente del COI, Thomas Bach, se estrenará en estas lides. Y después, el momento más esperado. El del encendido del pebetero y el izado de la bandera olímpica. Todo ello se culminará con unos fuegos artificiales que levantarán el telón al mayor acontecimiento deportivo del mundo.

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