No lo va a tener nada fácil Luis Villanueva. El nuevo director técnico de la Federación Española de Natación debuta con un bagaje previo de cero medallas olímpicas en Pekín y un solitario finalista: Aschwin Wildeboer, séptimo en los 100 espalda en el Cubo de Agua pequinés.

"Necesitamos nadadores capaces de rendir en un entorno exigente"

Con su antecesor, el italiano Coconi, se ha vivido una época accidentada en la natación española. ¿Qué legado recibe usted?

La verdad es que yo no estuve involucrado en la etapa anterior y desconozco los detalles. Pero lo que sí parece evidente es que había poco acuerdo entre el director técnico y los entrenadores. Se echaba de menos un programa, un planteamiento claro y un mayor entendimiento entre todos. Pero a mí no me gusta mirar al pasado.

Estamos ya inmersos en el ciclo olímpico de Londres 2012 y los Mundiales de Roma, en julio, van a ser el primer hito importante. ¿Cómo los afronta?

"Con Coconi, había poco acuerdo entre el director técnico y los entrenadores"

Ya hemos publicado los criterios de selección para Roma. Son exigentes. Las mínimas que hemos situado están al alcance de pocos nadadores. Tenemos que llevar a las grandes competiciones sólo a aquellos que tengan expectativas reales de entrar en las finales.

Con esas marcas mínimas, es posible que sólo viajen a Roma ocho o diez nadadores...

Mire, si tuviéramos varios nadadores con opciones de medalla, ellos podrían arropar a un equipo más grande. Pero aquí la clave es ser capaz de dar el máximo rendimiento en el momento justo. Precisamente por eso les vamos a exigir que realicen la marca mínima en una sola competición: los Campeonatos de España de abril. Queremos que se habitúen a dar el máximo cuando se les exige, en las pruebas decisivas. Y la alta competición es un momento de mucho estrés. Necesitamos nadadores que sean capaces de rendir en entornos muy exigentes. Ojalá llevemos a una docena de nadadores.

"Identificar el talento es fácil, lo difícil es captarlo y mantenerlo"

Hay muy pocos españoles, quizá sólo Mireia Belmonte, Erika Villécija, Wildeboer y Rafa Muñoz, con opciones de alcanzar una final...

Estos son los cuatro que cuentan con más posibilidades. Y por eso mismo no se puede llevar a 20 nadadores, porque el margen de error es muy pequeño. Por ejemplo, Phelps puede nadar un segundo por encima de su mejor marca y clasificarse para la final. Los españoles necesitan nadar en su marca para pasar la primera ronda y, ya en semifinales, deben mejorar su récord personal para llegar a la final. El mínimo error les echa a la calle.

Hablemos de los mejores, uno por uno. Wildeboer está en Copenhague porque su padre y entrenador es el seleccionador danés. ¿Cómo está allí?

"Se echaba de menos un programa y un planteamiento"

Aschwin está en un gran momento. Es el único que nadó una final en Pekín. Después ha hecho una temporada en piscina corta que ha dejado a más de uno con la boca abierta, con récord mundial incluido. En Dinamarca está entrenándose en unas condiciones muy buenas.

Rafa Muñoz también está en el extranjero.

Sí y está mejorando muchísimo. Se fue a Marsella, en una apuesta personal suya. Allí hay un grupo muy fuerte de nadadores franceses. Está entrenándose muy duramente y su evolución es buena.

¿No le preocupa la imagen que se transmite con los dos mejores nadadores masculinos entrenándose fuera de España?

No. A mí lo que me preocupa es que saquen medalla. Si un polaco es campeón del mundo y se entrena en una universidad americana, ¿qué más da eso? Lo importante es que si alguien se va fuera, sepamos adónde se va, y podamos tener contacto con su entrenador y haya intercambio de información. Estamos en un mundo en el que todo se comparte. Aquí tenemos buenas condiciones y, si alguien se va, que sea porque ha encontrado un grupo mejor.

Mireia Belmonte es el mayor talento de la natación española. Hábleme de ella.

Mireia tuvo un 2008 un tanto irregular. Dio un gran salto en Eindhoven con una fenomenal medalla de oro en los Europeos, pero luego no logró ser finalista en Pekín. Hombre, tiene 18 años y ya ha tenido la experiencia de competir en unos Juegos Olímpicos. Ha hecho una gran temporada de piscina corta y hay que darle tiempo.

Erika Villaécija es, en cambio, la veterana del grupo.

Ella ha tenido un gran recorrido como nadadora. En Pekín, tuvo la mala suerte de enfermar justo cuando le tocaba competir. ¿Qué habría hecho si no hubiera estado mala? No lo sabemos, pero desgraciadamente la vida es así.

¿Se va a centrar más en 800 o en 1.500 libre?

En 800. Aquí el objetivo va a ser siempre preparar las distancias olímpicas.

¿Qué sucede con el futuro? Parece existir una sequía de talentos jóvenes y se cita a menudo como causa el sedentarismo y la PlayStation.

Pues yo creo que eso existe, pero que se da también en otros países. En natación, hay que empezar a muy corta edad, con una dedicación importante, con un alto nivel de responsabilidad. Lo de la PlayStation yo no lo veo así. Ese problema también lo tienen los niños franceses o italianos o americanos y estos países tienen unos nadadores sensacionales. Lo importante es saber cuidar y explotar los talentos jóvenes que van surgiendo. Identificarlos es fácil, pero captarlos, no.

Lo que está claro es que España ha mejorado mucho en cuanto a instalaciones. Hay más piscinas que nunca.

Sí, pero lo que no está tan claro es si esas piscinas están disponibles para los nadadores de alto nivel. Y están surgiendo más talentos aquí que en atletismo. De hecho, de los cuatro nadadores que hemos citado, tres tienen menos de 20 años.