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La segunda vida de Albert Llovera

‘No limits’, la hazaña del piloto al que el esquí dejó parapléjico

IGNACIO ROMO

Albert Llovera quedó parapléjico en un accidente de esquí. Disputaba una competición de descenso en Sarajevo y chocó contra un juez que había invadido la pista. Como consecuencia de ello perdió la capacidad de mover las piernas, pero no la vitalidad. Su ilusión puede con cualquier obstáculo. Es lo que explica en No limits, el libro que presentó ayer en Madrid.

'Lo que me ha pasado a mí le puede suceder a cualquiera. Y puede quedar igual o peor que yo'. Así arranca Albert, un andorrano de 43 años que compite como piloto oficial de Fiat en el Mundial de rallys con un coche adaptado, con los frenos y el acelerador en el volante. El destino no ha podido alejarlo del deporte.

'Para salir adelante, lo primero que tienes que hacer es pensar en ti'

'Para salir adelante, lo primero que tienes que hacer es pensar en ti mismo. Eres tú el que tiene que querer salir de ese agujero negro. Es así, aunque suene egoísta. Lo segundo es la familia y la mía es excelente. Tenemos una gran conexión, pero yo soy el pequeño de cuatro hermanos y siempre tuve que luchar para conquistar mi plato'.

Llovera es un optimista nato, se nota desde el primer minuto de conversación. Y valora la amistad: 'Para mí el tercer puntal lo forman los amigos. Éramos siete, han fallecido dos y los que quedamos somos una piña. Somos muy diferentes, pero nos apoyamos y disfrutamos de cómo somos y de lo que hacemos'.

El andorrano, que gestiona una tienda de ortopedia, lanza un consejo rápido para personas que puedan quedar en su situación. 'Lo primero es que, si pueden, sigan trabajando en lo mismo, en algo que les motive de verdad', explica Albert. 'Y un consejo decisivo: que se pongan fuertes, que trabajen mucho la fuerza de los brazos. Tus brazos son tus piernas'.

'Hay que trabajar mucho la fuerza de los brazos, son tus piernas'

Albert, padre de una hija de 14 años, tiene una gran relación con los mejores pilotos del mundo. Es un gran admirador de Carlos Sainz. Y Sébastien Loeb, el ganador de los siete últimos mundiales, ha escrito el prólogo de su libro. 'Mi último recuerdo de Albert afirma Loeb es haciendo puenting en Nueva Zelanda. ¡Ahí nos volvió a dejar pasmados!'

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