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Los datos desmitifican que la gestión económica de la derecha sea mejor que la de los gobiernos progresistas

El PIB, la creación de empleo o la deuda externa son parámetros que rompen el mito de la gestión neoliberal y demuestran que las recetas de los gobiernos de izquierdas benefician y protegen más a los ciudadanos.

Nadia Calviño y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, en una foto de archivo.
Nadia Calviño y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, en una foto de archivo. EFE

La economía española se encuentra en un estado de noviazgo. Las cifras son positivas en prácticamente todos los campos que se analizan, y como en las primeras fases de una relación, las previsiones son halagüeñas: todo indica que va a seguir mejorando. La teoría la apoyan los expertos, los analistas y también el Banco de España en un informe en el que explica por qué la economía española ha sido más resiliente y ha tenido un mejor comportamiento que otras economías de la zona euro tras la pandemia covid-19.

España, una de las economías más castigadas a nivel mundial y la que más sufrió la crisis de la pandemia en la zona euro (alcanzando un 11,2% de PIB), parece haber encontrado la fórmula para "remontar" de su caída, y tras varios años sin dejar de crecer ha conseguido situarse a la cabeza de las economías europeas, por delante de Alemania o Francia.

¿Tiene algo que ver que las políticas económicas aplicadas en el ámbito nacional hayan sido diseñadas por un Gobierno progresista? ¿Qué habría sucedido si hubiera estado al frente un Gobierno de corte neoliberal? Analizamos los datos para obtener respuestas.

El PIB, el Índice de Precios al Consumo (IPC), la tasa de desempleo y la deuda, son indicadores macroeconómicos claves que reflejan el estado y la evolución de la economía. Dicho en otras palabras, con ellos se evalúa la salud económica de un país. Existe el mito de que los gobiernos de derecha son mejores gestores que los gobiernos de izquierdas. Un mito que los datos han ido desmontando a lo largo de los años y con el paso por la Presidencia de España de jefes de Gobierno de distintos colores.

A finales de mayo de 2024, el mito se termina de caer con la compilación de datos de los indicadores macroeconómicos publicados recientemente, y que posicionan a España en un lugar destacado (en positivo) en el ranking de los países de la Unión Europea (UE). Un PIB al alza, la creación de más de dos millones de empleo neto (desde 2019) y 200.000 millones menos de deuda externa son el resultado de la respuesta frontal del Gobierno de Pedro Sánchez basada en las fortalezas (procedentes o no) del país: el turismo y la mano de obra.

Mayo de 2024. Cuatro años después del estallido de la crisis por la pandemia

El día 14 de marzo de 2020, el Gobierno declaraba el estado de alarma en todo el territorio español para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por la covid-19. El estado de alarma se prorrogó hasta las 00.00 horas del día 21 de junio de 2020. Ante esta situación, el Gobierno progresista de Pedro Sánchez se vio abocado a hacer frente a la crisis económica que comenzaba a fraguarse no solo en España, sino en Europa y en el resto del mundo.

Cuatro años después, la deuda externa de España se aligera hasta alcanzar una cota solo vista antes de 2006. En los tres últimos ejercicios, las políticas económicas del actual Gobierno han logrado eliminar cerca de 200.000 millones de euros de deuda. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, los pasivos netos de España con el extranjero representan el 53% del Producto Interior Bruto (PIB), y los expertos vaticinan que esta cifra seguirá bajando a lo largo del año. Las cifras no salen de ninguna barita mágica ¿A qué factores responde esta reducción de cerca de 200.000 millones de euros de deuda?

Esta deuda pondera los activos y los pasivos de toda la economía, en la que hay tres actores fundamentales: la administración pública, las empresas y los hogares. La parte más importante en la reducción de la deuda ha sido el aumento de la presencia de España en el mercado exterior. "España se ha convertido en un importante exportador de servicios y bienes, principalmente en gestión de residuos, empresas de ingeniería y proyectos de construcción, hostelería, gestión de aeropuertos, también en el sector de la auditoría, en educación y, sobre todo, de manera muy destacada, en turismo", explica Rafael Pampillón, consejero del Colegio de Economistas de Madrid.

El economista certifica que España ha podido ir "reduciendo su posición deudora año a año" gracias al "aumento de las exportaciones", pero también al "importante esfuerzo de las familias, restringiendo su gasto" y a la "visión de internacionalización y expansión de mercado en el exterior de las empresas españolas, iniciadas tras la crisis de 2008", añade Pampillón.

Deuda externa en España, la más baja de los últimos 20 años

En estos momentos la deuda en España es de 1.613.063 millones de euros. Tras hacer las cuentas (lo que nos deben menos lo que debemos), el resultado neto de la deuda exterior es de 700.000 millones de euros, o lo que es lo mismo, el 53% del PIB de España. Este es el nivel de endeudamiento "más bajo registrado en los últimos 20 años", tal y como aseguró la ministra de Educación y Deporte y portavoz del Gobierno de España, Pilar Alegría, en rueda de prensa. Alegría además subraya que el dato "refleja la fortaleza, la buena marcha y la competitividad del sector exterior español y refuerza la posición financiera de nuestro país".

Para entender la excepcionalidad del 53% hay que remontarse a los años 2011 y 2015, cuando la deuda externa de España rondaba el 100% del PIB, situándolo como el país más dependiente de la eurozona. Lo confirma también consejero del Colegio de Economistas de Madrid y para ello se remonta al año 2013: "Entonces, las exportaciones de bienes y servicios partido por el PIB suponían un 23%, aproximadamente, ahora son un 41%, es decir, por cada 100 euros que producimos en España en un año, 41 lo vendemos fuera". Pampillón manifiesta que ahora estamos ante una economía "mucho más abierta".

Las políticas progresistas del Gobierno de izquierdas liderado por Pedro Sánchez han optado por llevar a cabo políticas de corte social, para "blindar" a las economías más frágiles (clase media trabajadora y colectivos vulnerables), especialmente tras la crisis derivada de la covid-19 y por la invasión de Rusia en Ucrania. De esta manera, la ciudadanía española se ha beneficiado de un "escudo social de más de 120.000 millones de euros que ha permitido sostener el Estado del Bienestar en un contexto de gran dificultad", apuntan fuentes de Moncloa.

Para los expertos, el endeudamiento no era una opción "buena" para salir de la crisis en el contexto económico y geopolítico actual. Y recuerdan la gestión de la crisis que llevó a cabo el Gobierno liderado por Mariano Rajoy en los años 2012 y 2013. "La crisis que había estallado en 2008, nos hizo acudir además de al FROB, al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MED) que nos dio un crédito de 41.300 millones", observa Rafael Pampillón. Una deuda de la que España todavía debe más de 16.000 millones de euros.

Entonces "el coste de los intereses era casi cero, por lo que los gobiernos veían en la deuda una salida viable", explica el economista. Ahora el precio del dinero, es decir, los intereses, son más altos, y en la última crisis el Gobierno de España optó, tal y como el propio presidente Sánchez anunció, por un crecimiento "basado en el empleo". Y los expertos lo corroboran: "La mano de obra, es el principal motor de España frente a otros países de la Unión europea, más tecnificados", añade el consejero del Colegio de Economistas de Madrid.

Empleo. Paro que baja y afiliaciones en cifras históricas

La afiliación a la seguridad social en España ha crecido en más de 1,7 millones de personas en términos desestacionalizados, respecto al nivel previo a la pandemia (diciembre 2019). En abril, se alcanzaba la cifra histórica de 21 millones de afiliaciones la seguridad social. "España lleva 48 meses seguidos creando empleo", apuntaba la ministra de Seguridad Social. Y con estas marcas es ahora una de las principales potencias en la Unión Europea en creación de empleo, superando a Francia, Italia y Alemania.

Sin embargo, los datos de paro en España son de los peores que registran los países miembros de la Unión. Una cifra que voces como la del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) coinciden en señalar que es consecuencia de décadas de un sistema laboral "demasiado permisivo" en el que las empresas encontraban en la "excesiva flexibilidad del despido", una vía de escape en momentos de crisis y aprietos económicos. Sin embargo, tanto CCOO como otras fuentes propias aseguran que esta "tendencia" y alto desempleo se "corregirán con la reforma laboral española de 2024".

Otros espectros del mercado laboral que registran datos positivos y que cambian su tendencia son el empleo femenino y el empleo juvenil. Para las primeras, se ha roto la barrera de los diez millones de afiliadas en España, un dato histórico para el país. Además, el empleo de las mujeres ha crecido un 11,9% desde el año previo a la pandemia y supera en 4 puntos porcentuales al incremento entre hombres, que es el 7,8%.

En cuanto a las bases de cotización, la de las mujeres han aumentado un 16,2%, frente al incremento del 13,4% de las de los hombres, también respecto a la pandemia, según datos publicados por la Seguridad Social. En el caso de los menores de 30 años, han pasado del 53,1% al 19,2% en abril de este año, 34 punto porcentuales por debajo respecto a las cifras previas a la reforma.

La cara B la pone sobre la mesa la Confederación General del Trabajo (CGT), que con los datos del INE en la mano recuerdan que en torno a 481.500 jóvenes, todos ellos en edad de trabajar (entre 18 y 24 años) en España, no tienen un empleo. Otros sindicatos, como CCOO aseguran que estas cifras "mejorarán en los próximos meses" y que también lo hará la calidad del trabajo "reduciendo la temporalidad, avanzando hacia la creación de más contratos indefinidos", sostienen.

El PIB y las reglas de la UE y del BCE: iguales para todos

Hay quienes señalan que el escenario ha "ayudado" al actual Gobierno progresista a conseguir esta "remontada económica". Tanto las decisiones que toma el Banco Central Europeo (BCE) como las reglas que fiscales que impone la Unión Europea (UE), son iguales para todos los países. Sin embargo, si comparamos España con los países de su entorno más próximo, todo apunta a que las políticas económicas puestas en marcha por el ejecutivo de Sánchez, con Yolanda Díaz a la zaga, están acertando en la diana. 

Después de sufrir una recesión calificada de "histórica" en 2020, con una caída del 11,2% del PIB, la mayor de toda la UE, España ha resurgido de sus cenizas, y parece que la tendencia es la de seguir mejorando. Lo demuestra la creación de empleo (liderando al resto de países de la UE con más de dos millones nuevos de empleo netos desde 2019, según Eurostat), la reducción de la deuda externa, el aumento de la presencia de sus empresas en el lado de las exportaciones en la balanza, y sobre todo las marcas que está registrando el Producto Interior Bruto.

Las revisiones al alza del PIB español no paran de sucederse. La última ha sido la de JP Morgan, que se suma a las revisiones alcistas, concretamente vaticinando una subida de 0,7 puntos, pasando su previsión dese el 1,5% al 2,2% para el PIB de 2024. También ha revisado la previsión para 2025, y lo deja en el 1,5%, frente al 1,3% estimado con anterioridad.

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