Este artículo se publicó hace 3 años.
La inmobiliaria china Evergrande planea a sus acreedores negociar un plan de reestructuración de su elevada deuda
Otra promotora, Kaisa, no consigue el visto bueno para ampliar el plazo de un bono de 400 millones de dólares que vence la próxima semana, y se ve abocada al impago.
Shanghái/Hong Kong-
El gigante inmobiliario chino Evergrande anunció este vienes su intención de negociar con sus acreedores un "plan viable" para la reestructuración de su deuda offshore (en el extranjero) ante los problemas de liquidez que atraviesa en un momento en el que su pasivo total supera los 300.000 millones de dólares.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, el grupo revela además que ha recibido una demanda para que cumpla con sus obligaciones en un aval, lo que le supondría desembolsar unos 260 millones de dólares.
Evergrande asegura que "en vista de la actual situación de liquidez del grupo, no hay ninguna garantía de que tenga fondos suficientes para seguir cumpliendo con sus obligaciones financieras". Asimismo, la compañía advierte que no pagar esos 260 millones de dólares podría hacer que los acreedores exigieran adelantar las fechas de cobro de otras deudas.
Desde septiembre, se indica en el comunicado, Evergrande ha estado "revisando de manera diligente" su estructura de capital y su estado de liquidez junto a asesores financieros y legales, "evaluando todas las opciones estratégicas disponibles y manteniendo un diálogo continuo con los acreedores offshore". La compañía asegura que está "teniendo en cuenta los intereses de todas las partes" en el proceso, y que "sostendrá los principios de justicia y legalidad".
El portal de noticias económicas Caixin afirma que el comunicado de la inmobiliaria es un anuncio "críptico" de un impago oficial después de haber estado evitándolos en el último momento en varias ocasiones desde septiembre.
Este medio apunta que si Evergrande no paga los citados 260 millones de dólares se generaría una situación de cross-default ("insolvencia cruzada"), en la que el impago para con un solo acreedor basta para que otros puedan reclamar la devolución de sus préstamos. Caixin recuerda que la deuda 'offshore' de Evergrande es de más de 19.000 millones de dólares.
Por el momento, Evergrande, que debe afrontar los pagos de unos 37.000 millones de dólares de deuda antes de que termine el primer semestre de 2022, no ha tenido gran éxito en sus planes de vender activos para conseguir liquidez.
En las últimas semanas, los medios han informado de que el fundador y presidente del conglomerado, Xu Jiayin (que llegó a ser el hombre más rico de China) habría vendido un 9% de sus acciones por unos 344 millones de dólares y que también posiblemente ha inyectado otros casi 1.100 millones tras deshacerse de activos personales para mantener la firma a flote.
Las autoridades intervienen
Apenas una hora después del anuncio de Evergrande, las autoridades de la provincia suroriental de Cantón, donde la inmobiliaria tiene su sede, emitieron un escueto comunicado en el que revelaron que habían organizado "inmediatamente" un encuentro con el presidente de grupo.
Según el documento, Evergrande pidió que el Gobierno regional destinase un "grupo de trabajo" a la compañía, una operativa habitual en casos de grandes empresas en apuros como ocurrió a principios de 2020 en Hainan (sur) con el conglomerado HNA. El objetivo de este comité será "resolver los riesgos de forma efectiva, proteger los intereses de todas las partes (implicadas) y mantener la estabilidad social".
Las autoridades de Cantón aseguraron estar siguiendo con "gran atención" la situación de Evergrande.
El Gobierno chino ya ha dejado claro que la prioridad es garantizar que tanto la compañía como otras promotoras en apuros terminen de construir las viviendas ya vendidas sobre plano, que en el caso de Evergrande ascenderían a unos 1,3 millones.
China asegura que un eventual impago de Evergrande no tendrá impacto en sistema bancario
Por su parte, la Comisión Reguladora de Bancos y Aseguradoras de China (CBIRC) aseguró que el posible impago de 260 millones de dólares de un aval por parte del endeudado gigante inmobiliario Evergrande "no tendrá un impacto negativo" en los sectores bancario y de seguros.
La CBIRC salió al paso de estas informaciones al asegurar que las deudas financieras de Evergrande suponen "cerca de un tercio" de su pasivo total -superior a los 300.000 millones de dólares-, que tiene una "estructura de acreedores diversificada" y que la inversión del conglomerado en las instituciones financieras es "bastante limitado".
Otra de las instituciones que se pronunció ras el comunicado de Evergrande fue el banco central chino, el Banco Popular de China (BPC), que culpó a la inmobiliaria de generar sus propios problemas debido a una "mala gestión y una expansión desenfrenada".
"Los riesgos provocados a corto plazo por una inmobiliaria determinada no menoscabarán la función de captación de fondos del mercado a medio y largo plazo", prosigue el BPC, que exigió a las compañías que emitan bonos offshore que "cumplan estrictamente con la disciplina del mercado, resuelvan adecuadamente sus problemas de deuda y cumplan con sus obligaciones financieras".
Por su parte, el regulador del mercado de valores, la CSRC, quiso aliviar los temores sobre la situación del sector inmobiliario (Evergrande no es la única promotora en apuros financieros) al asegurar que "continúa con su desarrollo saludable" y que "la mayoría" de empresas "operan con regularidad".
Problemas para otra inmobiliaria
Otra inmobiliaria también con una elevada deuda, Kaisa, anunció este viernes que no ha conseguido la aprobación suficiente de sus bonistas para prolongar un paquete offshore de 400 millones de dólares que vence el próximo 7 de diciembre y que la compañía no garantiza que vaya a pagar.
Kaisa necesitaba que el 95 % de los bonistas (es decir, los tenedores de 380 millones de dólares) aceptasen la propuesta, que pasaba por intercambiar los títulos por otros con idéntico interés, del 6,5%, pero que vencerían en junio de 2023 en lugar de la semana que viene. Al no haber alcanzado el citado porcentaje, la oferta "expiró automáticamente", por lo que el paquete de bonos en cuestión seguirá venciendo en la fecha inicialmente prevista.
"No hay garantías de que la compañía pueda cumplir con sus obligaciones de pago en la fecha de vencimiento" de estos bonos, apunta Kaisa en un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza.
La compañía, que se convirtió en el primer promotor inmobiliario chino en incumplir el pago de sus bonos en dólares en 2015, dijo que había estado negociando con representantes de ciertos tenedores de bonos, pero que aún no se había llegado a un "acuerdo legalmente vinculante". "Para aliviar el actual problema de liquidez y alcanzar una solución óptima para todas las partes interesadas, la compañía está evaluando y está vigilando de cerca la condición financiera y la posición de efectivo del grupo", dijo.
Añadió que seguía explorando la venta de activos y la prórroga o renovación de las obligaciones de deuda, aunque advirtió que no había ninguna garantía de que pudiera cumplir con el vencimiento del 7 de diciembre. Un fallo en el pago o en el acuerdo con los acreedores tendría "un efecto material adverso" en la situación financiera de Kaisa, subrayó.
Kaisa es el segundo mayor emisor de bonos en dólares entre los promotores inmobiliarios de China, después de China Evergrande Group, y al igual que los demás ha estado luchando por conseguir capital para evitar un impago. El fracaso de Kaisa a la hora de conseguir el tan necesario salvavidas de sus acreedores también pesará sobre otros promotores más pequeños que buscan evitar los largos y engorrosos procesos de litigio y reestructuración, según los analistas.
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