La justicia rebaja a 43,4 millones la indemnización que debe pagar el Santander al italiano Orcel por su frustrado fichaje

La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado la condena a Banco Santander del Juzgado de Primera Instancia número 46 por el fichaje fallido del italiano Andrea Orcel en 2018 como consejero delegado de la entidad, pero ha reducido la indemnización que la entidad debe abonar al banquero de 51 millones a 43,4 millones.

De esta forma, la Audiencia estima parcialmente el recurso presentado por Banco de Santander contra la sentencia del Juzgado de primera instancia nº 46 de Madrid y revoca el pronunciamiento sobre los intereses de demora, que deben entenderse aplicados únicamente a la indemnización por 17 millones de euros que estableció el juzgado.

Inicialmente, el juzgado aprobó una indemnización para Orcel que rondaba los 68 millones de euros, posteriormente rebajada a 51 millones; de ellos, 17 eran en concepto de bonus de incorporación; 18,6, por incentivos a largo plazo; 5,8, por dos anualidades del salario, y 10 millones, en concepto de indemnización de daños morales y reputacionales.

Ahora, la Audiencia rebaja esos 10 millones a 2 millones, al entender que, aunque concurre en el caso un daño moral resarcible, la explicación de Orcel es "subjetiva y aleatoria", insuficiente para justificar un importe "tan elevado".

En su fallo, de 30 páginas y fechado el pasado 20 de enero, la Audiencia de Madrid considera "más proporcionado" fijar la indemnización en 2 millones de euros tras analizar los intereses económicos, la remuneración, los riesgos, las responsabilidades, los gastos y el nivel de vida de Orcel. También tiene en cuenta que la situación de desempleo de Orcel se prolongó durante un periodo de tiempo relativamente largo.

La disputa entre el Santander y el banquero italiano, actualmente consejero delegado de Unicredit, el mayor banco de Italia por volumen de activos, comenzó en verano de 2019, cuando el italiano demandó al banco por dar marcha atrás a comienzos de ese año a su contratación anunciada en septiembre de 2018, lo que le llevó a abandonar su puesto de alta dirección en UBS.

Orcel acusaba a la entidad de incumplir un contrato que la entidad que preside Ana Botín, sin embargo, no reconoce al estar condicionado a varios requisitos que, posteriormente, no se cumplieron; además, aseguraba que el italiano grabó sin consentimiento conversaciones privadas.

Orcel había renunciado a su puesto al frente del negocio de banca de inversión de UBS tras recibir la oferta del Santander, renunciando a un bonus diferido. En septiembre de 2018, Santander envió una carta de oferta al entonces banquero de UBS, Andrea Orcel, al tiempo que anunciaba al mercado su nombramiento como consejero delegado un mes después. Los tribunales consideran esa carta con la oferta por parte del Santander a Orcel como un contrato vinculante.

En enero de 2019 el consejo de administración del banco decidió dar marcha atrás, al considerar inasumible tener que hacer frente en su totalidad al bonus en diferido que UBS se había comprometido a abonar a Orcel, cifrado en 50 millones de euros.

Cuando finalmente el Santander no lo contrató, Orcel reclamó al Santander 112 millones de euros por incumplimiento de contrato. Pero una vez que se convirtió en consejero delegado del banco italiano UniCredit en 2021, modificó la demanda para reducir la reclamación.

El Banco Santander ya ha confirmado que presentará un recurso en el Tribunal Supremo sobre la indemnización a Orcel. No obstante, fuentes de la entidad ha expresado su satisfacción por el fallo de la Audiencia Provincial de Madrid, que limita a 24,5 millones de euros el importe que Orcel tiene derecho a percibir en efectivo.

Además, estas fuentes añaden que, como el banco dio cumplimiento provisional a la sentencia de primera instancia, el banquero italiano debe devolver 8 millones de euros más intereses.