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El mercado laboral se estabiliza con puestos fijos para cuatro de cada cinco asalariados

La temporalidad en el sector privado baja del 20% por primera vez en dos décadas y se intensifica la estabilización de las plantillas. El aumento de 3.230 parados en julio y la pérdida de 7.366 afiliados a la Seguridad Social desata un tormentoso debate.

La reforma laboral está provocando una estabilización de las cifras de empleo.
La reforma laboral está provocando una estabilización de las cifras de empleo. Kepinator / Pixabay

"La reforma laboral ha provocado una estabilización de los contratos que hace que las variaciones sean más ponderadas. Los picos de contratación eran habituales al principio del verano, pero ahora estamos hablando de un panorama distinto, más estable. El aumento de los contratos indefinidos hace que tanto los datos positivos como los negativos pierdan fuelle", explica Vicente Lafuente, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Zaragoza, que coincide en el diagnóstico con el economista Javier Díaz Jiménez, profesor de la escuela de negocios IESE, quien sostiene que "esta modificación fundamental de las modalidades de contratación va a reducir la volatilidad del empleo: ya no hay que contratar a gente cada poco tiempo porque ya está contratada. Estamos viendo unos cambios en la estacionalidad del mercado de trabajo, que va a ser más estable".

Ambos profesores relativizan la importancia en clave de cambio de ciclo que pueden entrañar los datos de paro, contratación y afiliación a la Seguridad Social difundidos este martes por los Ministerios de Trabajo y de Inclusión, los cuales, como viene ocurriendo en los últimos meses con cualquier indicador económico, generaron una tormenta de declaraciones en la esfera de la política partidista.

"Hay que llegar a conclusiones sosegadas. Está habiendo una apropiación de las estadísticas", advierte Lafuente, mientras Díez explicaba en el informativo Hora 14 de RNE que "ha habido un excesivo triunfalismo tras la aprobación de la reforma laboral, cuando lo que estábamos viendo era una transformación de contratos temporales en indefinidos, y ahora estamos viendo la cara opuesta: los fijos discontinuos que fueron contratados en marzo, o en mayo, están ahí y cuando se les necesita se les llama".

Hacia donde apuntan esos datos es, efectivamente, hacia una estabilización del mercado laboral que, por el momento, no está conllevando la expulsión de la parte de los trabajadores eventuales que siguen sin lograr acceder a contratos indefinidos: el volumen de ocupados se mantiene por encima de los veinte millones, con un aumento de 740.779 en un año, sin provocar una destrucción de empleo temporal que algunos análisis pronosticaban para el precariado.

Cuatro de cada cinco asalariados son fijos

Los contratos indefinidos visados en los siete meses que lleva en vigor la reforma laboral supera los cuatro millones

Los que sí han accedido a contratos indefinidos en el sector privado suman el 80,2% del total, lo que indica que cuatro de cada cinco trabajadores por cuenta ajena empleados en empresas tienen un puesto de trabajo fijo, una proporción que no se había dado en lo que va de siglo, que es el periodo que abarca la serie.

"Desde la entrada en vigor de la reforma laboral la temporalidad en el sector privado se ha reducido en cuatro puntos. Por primera vez baja del 20%, lo que refleja que el empleo que se está creando es más estable y de mayor calidad", afirmó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que recordó cómo el peso del 41,4% que alcanzaron el mes pasado los contratos fijos "multiplica por cuatro" el de años anteriores, cuando oscilaba entre el 9% y el 11%.

El volumen de contratos laborales indefinidos visados en los siete meses que lleva en vigor la reforma laboral supera ya los cuatro millones, 3,1 firmados de inicio con ese formato mientras otros 967.000 responden a la conversión en fijos de trabajadores que habían sido contratados como eventuales en la misma empresa.

La reforma laboral está provocando una estabilización de las cifras de empleo.
La temporalidad ha caído a los niveles más bajos del siglo, por primera vez por debajo del 20%. Ministerio de Trabajo

La vicepresidenta primera y responsable de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, apuntó el lunes que los efectos del cambio en el modelo de contratación habían reducido a la mitad la temporalidad, aunque ni los datos de Trabajo ni los de Inclusión avalan esa conclusión. "En julio, sigue acelerándose el aumento de los afiliados con contrato indefinido, con 1,5 millones más de afiliados con contrato indefinido que en los años anteriores a la pandemia", señaló el ministerio de José Luis Escrivá, que sitúa la proporción de fijos en "el 80%, once puntos más de lo que era habitual antes de la pandemia".

En julio ha seguido "aumentando la estabilidad en el empleo", añade, cuando "en años anteriores, la contratación indefinida se reducía en el verano", a lo que se suma que "a consecuencia del crecimiento del empleo, la ratio entre cotizantes y pensionistas alcanza máximos de una década, situándose en 2,39".

"Nada que no conociéramos en el mercado laboral español"

La pérdida de 7.366 afiliados a la Seguridad Social en términos de media supuso el primer retroceso en la afiliación en un mes de julio en una década, aunque en términos desestacionalizados se registró un aumento de 9.104 con el que el número de cotizantes encadena quince meses de crecimiento, con un aumento de 1,08 millones de ocupados.

Y el incremento de 3.230 parados supuso el peor registro de un mes de julio en 20 años, con componentes tradicionales como el aumento de 23.708 desempleados en la enseñanza, sector que pierde 115.527 empleos por el despido de interinos a 30 de junio cuyos puestos se cubrirán de nuevo en septiembre.

"Nada que no conociéramos en el mercado laboral español", señala el profesor Díez, a lo que Lafuente añade la merma de la oferta de empleo de temporada en la agricultura (-51.180 afiliados) por los episodios de heladas, pedrisco y olas de calor de los últimos meses y la de la construcción por los parones que imponen las elevadas temperaturas y por las dificultades para disponer de material por los cuellos de botella en la cadena de suministro global.

"Las contrataciones se han reducido ahora en el sector servicios porque se habían adelantado", señala Lafuente

A eso se le suma otro factor relacionado con los cambios en las modalidades de contratación como fue el adelanto de las contrataciones en el sector servicios en los meses de primavera en espera de una campaña turística de elevada actividad , lo que ha reducido las incorporaciones a 28.062, menos de un tercio de las 119.669 del mismo mes de 2021.

"Las contrataciones se han reducido ahora en el sector servicios porque se habían adelantado", señala Lafuente, que insiste en que, "aun así, los datos no han sido malos" al tiempo que llama a vigilar cómo se están desarrollando las crecientes jornadas parciales y cómo se están gestionando los contratos de los fijos discontinuos. "Se están introduciendo elementos de flexibilidad de una manera que podría considerarse fraudulenta", alerta.

No obstante, la expulsión del mercado laboral sí parece estar dándose en pleno avance de la digitalización entre los parados de larga duración, que son los que llevan más de dos años buscando empleo sin éxito y cuyo número ronda el millón: son 954.400 según los datos de la EPA tras un aumento de 210.000 en dos años, y más del 40% de ellos han cumplido los 50 años.

"Antes había un factor cultural y ahora hay otro tecnológico. A menudo los mayores de 50 no tienen la plasticidad necesaria para adaptarse a las exigencias tecnológicas de algunos puestos de trabajo", apunta Lafuente.

¿Qué es lo que viene para la economía y el empleo?

¿Cómo va a evolucionar el empleo en los próximos meses, en los que los indicadores dan, según se miren (o manipulen), para pronosticar desde hecatombes a prosperidad, con previsiones de crecimiento del 4% que solo se han alcanzado en tres ocasiones en este siglo y con el consumo interno recuperándose y, al mismo tiempo, con la mayor inflación en cuatro décadas y con una subida de tipos de interés que nadie sabe si va frenar la escalada de precios o a pinchar la recuperación?

"La economía se está desacelerando como consecuencia de la incertidumbre y de la invasión de Ucrania", apunta Díaz

Es imposible de pronosticar, aunque los expertos rechazan, de nuevo, las posiciones alarmistas. "La economía se está desacelerando como consecuencia de la incertidumbre y de la invasión de Ucrania", apunta Díaz, que intuye que "probablemente vamos camino de una normalización [del mercado laboral] y a un ciclo económico que es recesivo" al mismo tiempo.

"Hay un cambio de tendencia, pero no vamos a un escenario de recesión y de crisis profunda sino a uno de menor crecimiento", señala Lafuente, mientras para la vicepresidenta Díaz "la inflación y las consecuencias de la guerra en Ucrania marcan un escenario incierto y complicado".

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