El mundo de las criptodivisas sufre un nuevo golpe tras la quiebra de la plataforma BlockFi. La compañía se ha declarado este lunes en bancarrota en el estado estadounidense de Nueva Jersey. El cierre de esta firma se produce después de la quiebra del gigante FTX, también dedicada al intercambio de criptomonedas. 

De hecho, la caída de FTX influye directamente en el cierre de BlockFi, que pone fin a cinco años de andadura desde que fue fundada en 2017 por Zac Prince y Flori Marquez. Esta última empresaria celebraba hace apenas unas semanas en su cuenta de Twitter los logros de su plataforma y que todos sus productos estaban a "pleno rendimiento". 

Mark Renzi, de Berkeley Research Group, asesor financiero de BlockFi, ha señalado que "con el colapso de FTX, el equipo de administración y la junta directiva de BlockFi tomaron medidas de inmediato para proteger a los clientes y a la compañía". No obstante, la actividad de la plataforma continúa suspendida. La firma ha precisado que cuenta con efectivo disponible por importe de 256,9 millones de dólares (247 millones de euros), que se espera que proporcione suficiente liquidez para respaldar ciertas operaciones durante el proceso de reestructuración. 

Activos de alto riesgo

BlockFi ha señalado que tiene más de 100.000 acreedores, con pasivos y activos, cuyas cifras van desde los mil millones de euros a los diez mil millones de dólares. Según recoge la CNBC, el destino de este dinero se encuentra ahora en procedimientos legales que probablemente tardarán años en resolverse. Algo que se acrecienta por la escasa regulación de este sector. Criptomonedas como bitcoin, ethereum u otros activos digitales se sitúan en un limbo, ajeno a marcos normativos que sí intervienen en participaciones como acciones o bonos. 

El objetivo de la plataforma es estabilizar su negocio

Ahora, tanto BlockFi como ocho de sus filiales han comenzado el proceso de suspensión de pagos bajo el Capítulo 11 ante el Tribunal de Quiebras para el Distrito de Nueva Jersey. El objetivo de la plataforma es estabilizar su negocio y tener la oportunidad de llevar a cabo una reestructuración integral que permita maximizar el valor para los clientes y otras partes interesadas. En esta estrategia, los responsables de la compañía buscarán recuperar todas las obligaciones que sus contrapartes deben a BlockFi; entre ellas —esto es clave— la propia FTX, con la que tenía una "inversión significativa".  

Estos cierres se suman a las quiebras de las empresas prestamistas de criptomonedas Celsius Network y Voyager Digital a principios de este año. Algo que revela el duro golpe que está recibiendo un sector en el que cientos de miles de personas han depositado su confianza en un contexto marcado por el bombardeo publicitario y las falsas promesas de algunos gurús de las criptos.