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Telefónica estudia vender algunos centros de datos

Las empresas tecnológicas Equinix y Digital Realty y la gestora de fondos Brookfield optan a hacerse con estos activos valorados en unos 527 millones de euros

El logo de Telefonica en su sede en Barcelona. REUTERS/Albert Gea

agencias

El gigante de las telecomunicaciones Telefónica dijo el viernes que estudia la posible venta de algunos centros de datos (data centers en inglés). En un comunicado a la CNMV saliendo al paso de informaciones de prensa, el grupo dijo que el estudio de venta podría derivar e una o varias transacciones, y podría implicar la venta de algunos o todos esos activos.

La compañía, que ha enmarcado este proceso en "su política de gestión de cartera basada en una estrategia de valor y posicionamiento estratégico", ha explicado que la desinversión podría derivar en una o varias transacciones, tanto por todos como por algunos de dichos activos.

El diario financieros Cinco Días publicaba el viernes según fuentes financieras que los centros de datos de Telefónica estarían valorados en más de 500 millones de euros.

El diario Cinco Días publica este viernes que las empresas estadounidenses Equinix y Digital Realty, ambas cotizadas en el Nasdaq y especializadas en data centers, han pasado la primera selección de pujas por los centros de datos de la operadora española, al igual que Brookfield, la gestora canadiense de fondos especializada en infraestructuras.

Según este rotativo, Bank of America Merrill Lynch coordina la venta de estos activos, valorados en el entorno de los 600 millones de dólares (unos 527 millones de euros), según la ronda de ofertas que concluyó el pasado 21 de enero.

Los centros de datos de Telefónica están repartidos en varias de sus filiales. Durante la creación en 2016 de Telxius, su filial de infraestructuras, la compañía que preside José María Álvarez-Pallete estudió incluir también estos activos, aunque finalmente declinó hacerlo.

A finales de enero Telefónica anunció la venta a América Móvil de su participación en las filiales de Guatemala y El Salvador en una transacción valorada en 570 millones de euros y por la que la compañía española, que controla el 60% de su accionariado, ingresará 342 millones.

Las desinversiones tienen como finalidad reducir la deuda, que a cierre del tercer trimestre se situaba en 42.636 millones de euros.

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