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Ventas a corto Los especuladores ponen el punto de mira en un tercio de las empresas del Ibex 35

Así actúan los grandes fondos de inversión que arrastran al mercado bursátil con sus apuestas a la baja.

Paneles informativos de la Bolsa española. EFE/Javier Lizón

VICENTE CLAVERO

Los especuladores que desencadenaron la intervención del Banco Popular con sus posiciones bajistas han reforzado su presión sobre doce sociedades del Ibex 35, esto es, un terció de las empresas y bancos que componen el principal indicador de la bolsa española.

En algunas de ellas, como DIA, controlan ya casi una cuarta parte del capital y pueden condicionar decisivamente su futura evolución bursátil.

Quiénes están detrás, cómo actúan y qué han hecho hasta ahora son aspectos clave para conocer mejor la naturaleza de sus movimientos.

¿En qué consisten las posiciones bajistas?

En la Bolsa, tanto el que compra como el que vende están haciendo en realidad una apuesta. El que compra apuesta a que lo que compra, antes o después, va a subir. El que vende apuesta a que lo que vende, antes o después, va a bajar. Ésa es la esencia de la operativa bursátil. Nadie compra un valor si cree que va a bajar y, en principio, nadie vende un valor si cree que va a subir.

Las posiciones bajistas rompen esa regla general. Consisten en pedir prestadas acciones de una sociedad por un corto espacio de tiempo a cambio de un alquiler, con la intención de venderlas y luego recomprarlas más baratas. Por lo tanto, el negocio del comprador depende de que el valor baje, pues de lo contrario acabaría perdiendo dinero. Justo al revés de la mecánica normal.

¿Son legales estas operaciones?

Sí lo son, aunque los reguladores (en el caso de España, la CNMV) tienen la potestad de prohibirlas por razones de interés general.

Así lo hizo en 2011 y 2012, en plena crisis financiera, para evitar que los bajistas se cebaran con la banca. Y así lo ha hecho recientemente en el caso de Liberbank, que fue víctima de ese tipo de especulación inmediatamente después de la liquidación del Popular.

Por qué no prohibió también las posiciones bajistas que tanto desestabilizaron al Popular es una pregunta que la CNMV ha contestado asegurando que hubiese dado igual, porque su situación era muy mala. Tenga razón o no, lo cierto es que el anterior presidente del banco, Ángel Ron, pidió ayuda durante meses para evitar los “ataques” de que estaba siendo objeto, pero nadie acudió en su ayuda.

A Liberbank, en cambio, el veto a los bajistas le ha ido muy bien y probablemente le haya evitado males mayores. Al sacudirse la presión, sus acciones recuperaron el terreno perdido durante la segunda semana de junio, en que retrocedieron más de un 40%. En la apertura bursátil del día 12, la primera con la prohibición en vigor, subieron de golpe un 28%. Muerto el perro, se acabó la rabia. La tregua durará un mes, que es el plazo fijado por la CNMV.

¿Actúan los bajistas con regularidad?

Sí, sus movimientos son habituales, como se deduce de la información que facilitan quincenalmente las autoridades bursátiles. A 23 de junio (último dato disponible), las posiciones a corto había aumentado en doce sociedades del Ibex respecto al 9 de junio. Se trata de Sabadell, Bankia, Caixabank, DIA, Enagás, Indra, Inmobiliaria Colonial, Mapfre, Merlin, Repsol, Telefónica y Viscofán.

En el caso del Sabadell, al cierre de la semana pasada, los bajistas manejaban el 2,41% del capital, su máximo nivel en lo que va de año. En Indra llegaban al 3,45%, el dato más alto desde septiembre de 2016. Pero la palma se la llevaba DIA, con el 24,34%, un porcentaje sin precedentes en los registros históricos de la CNMV.

¿Quiénes están detrás de esos movimientos?

Normalmente, grandes fondos de inversión internacionales con un alto perfil especulativo, que en primavera llegaron a superar de largo los 6.000 millones de euros en posiciones cortas. Lansdowe Partners (473 millones, la mayor parte en Amadeus), Boussard & Gavaudan (413,5 millones, íntegramente en Telefónica) y AQE Capital (411 millones en diversos valores) eran entonces los más activos.

Ahora, detrás de la subida de los bajistas en Sabadell se encuentra Marshall Wace, que controla el 0,79% de su capital; en Indra, Schroder Investment Management (0,61%) y BlackRock (0,51%), y en DIA, Marshall Wace (3,59%), Delors Holding (3,16%) y UBS Asset Management (1,54%).

Todos ellos cuentan con importantes equipos de analistas, que proporcionan el soporte técnico necesario para la toma de decisiones, a partir de la evolución económica de las sociedades, de su evolución bursátil o de sus perspectivas de mercado. El resto de los inversores lo saben y de ahí que suelan producirse reacciones en cadena que acaban arrastrando a los valores. Con lo cual las apuestas de los bajistas acaban convirtiéndose en una profecía autocumplida.

¿Se puede hacer algo por evitarlo?

Hoy día, como se ha dicho, es una operativa legal, aunque sujeta a suspensión cuando la CNMV lo considera conveniente. En consecuencia, la única forma de acabar con las posiciones cortas sería mediante un cambio legal. Lo partidarios a ultranza de la libertad de mercado están en contra de una iniciativa de esa naturaleza. Pero hay fuerzas políticas que desean una prohibición permanente, consensuada y dentro del marco normativo de la Unión Europea.

Es el caso de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, cuyos diputados Segundo González y Alberto Montero han registrado una proposición no de ley en ese sentido, para evitar los efectos perniciosos de las operaciones bajistas en los momentos de “mayor estrés financiero”, como el sufrido por el Popular antes de su intervención. El Congreso, por lo tanto, tiene la palabra.

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