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Entrevista a Marta Lempart, activista polaca por el derecho al aborto

Marta Lempart: "Europa ha abdicado de sus deberes: se pone del lado del gobierno polaco y en contra de los derechos de la ciudadanía"

Marta Lempart activista polaca
La activista polaca Marta Lempart durante una manifestación en protesta por las restricciones al aborto que quiere imponer el Gobierno. Cedida por ML

Marta Lempart, activista y luchadora por los derechos de las mujeres y del aborto, es una de las caras más visibles y reconocidas de las protestas organizadas por la Huelga de mujeres en Polonia. Este pasado miércoles el Gobierno del ultraconservador partido Ley y Justicia (PIS) en el Gobierno publicaba oficialmente la medida aprobada por el Tribunal Constitucional de aquel país en octubre pasado, por la cual se prohibe el aborto por malformación fetal. Una de las tres opciones legales para abortar y que supone de facto la prohibición a la interrupción del embarazo.

Una ley que, como afirma Lempart, no es legal y por tanto no puede entrar en vigor. En este entrevista a Público denuncia que el Tribunal Constitucional que la aprobó no era legítimo al incluir a personas que no podían ser magistrados de dicha corte y por el quiebre de la legalidad judicial provocada por el gobierno ultraconservador de Andrzej Duda. De hecho la Unión Europea abrió cuatro expedientes a Polonia en los últimos tres años por socavar la independencia judicial.

"Lo que ocurre en Polonia no es sólo un tema de derechos humanos" afirma esta activista a Público, "sino de independencia judicial. Cuando no la hay, todos los temas de libertades civiles y de derechos humanos pueden fácilmente ser borrados en un minuto".

¿Cómo está?

He vuelto a casa pasadas las cuatro de la madrugada después de participar en las protestas y que la policía nos detuviera y nos tuviera en la calle durante varias horas. Al menos 13 personas fueron arrestadas, de las que cinco siguen en la comisaría, entre ellas klementyna Suchanow [una de las activistas más reconocidas de la huelga de mujeres] quien permanecerá detenida durante 48 horas.

klementyna Suchanow, Polonia
klementyna Suchanow, activista polaca por el derecho al aborto detenida en Varsovia este jueves. Cedida por Marta Lempart

¿Se han intensificando las marchas estos días tras el anuncio de la publicación de la prohibición?

Si. Mucho. Hubo una marcha ayer, otra dos días atrás y tendremos otra hoy [por este viernes]. Son marchas promovidas por mujeres en las que participan jóvenes, que están siendo masivas y se están produciendo en diversos lugares del país.

¿Cuál es la situación ahora? El pasado miércoles se publicó la nueva norma, ¿pero ha entrado en vigor?

No. No consideramos que se trate de una ley, porque las personas que la redactaron y la dictaron no son jueces. No todos los son. Tenemos un problema en Polonia y es que la Corte Constitucional en nuestro país ha sido elegida ilegítimamente. Algunas de las personas que pretenden ser jueces no han sido legalmente nombrados.

Así que aquí no hablamos de una ley, sino sólo de un anuncio que pretenden presentarlo como una ley. Por supuesto que fue publicada por el Estado de forma oficial, pero esto no significa que la ley haya cambiado. El Estado tienen toda la fuerza y la influencia para imponer esta medida en la gente, pero lo que defendemos es que la ley no ha cambiado y que el Gobierno miente. Lo que pasará, estamos convencidas, es que el Gobierno intentará enjuiciar a cualquier persona que realice un aborto dentro de los supuestos legales reconocidos hasta ahora y a los médicos que los practiquen, aunque la ley no haya cambiado.

¿Cuál es la situación de las mujeres polacas ahora mismo? Si necesitan un aborto por malformación del feto ¿lo podrán realizar?

Según la ley podrían hacerlo, pero no será una opción que les ofrezcan. Contamos con que habrá algunos médicos que se opondrán a este anuncio hecho por el Gobierno y que serán enjuiciados e investigados por realizar abortos legales. Esto sin duda va a pasar y vamos a necesitar toda la ayuda legal posible para combatir al Estado que intentará enjuiciarlos. Nos estamos preparando para esto. También estamos listas para dar apoyo a la principal organización del país que proporciona apoyo a las mujeres que necesitan abortar en los términos en los que permiten las leyes polacas a las que sistemáticamente se les niega. Esta negativa no ha empezado ayer con el anuncio, esto ha estado pasando desde hace años. Muchos médicos se han negado a realizar abortos dentro de la ley, así que nos estamos preparando para todas estas batallas legales que ahora vendrán redobladas.

Lo que está ocurriendo en Polonia no es sólo un tema de derechos humanos y de derecho de las mujeres. Tiene que ver con el Estado de Derecho y un tema de independencia judicial. Y esta es la pregunta: ¿Por qué queremos independencia judicial? Porque cuando no la hay todos los temas de libertades civiles y de derechos humanos pueden fácilmente ser barridos y eliminados en un minuto.

¿Cómo se están preparando para esto? ¿Cuentan con apoyo interno o internacional?

Hay una organización que se llama FEDERA, que es la Federación para la planificación familiar y de la mujer, que llevan muchos años apoyándonos, porque siempre hemos tenido problemas con los médicos que se han negado a practicar los abortos que estaban reconocidos por ley. Es decir que intentaban no cumplir ni siquiera con los abortos permitidos, que son por incesto, violación y malformación fetal, que es lo que ahora quieren eliminar. Ahora este problema se va a volver más amplio y más difícil, pero no ha empezado ayer. Esta es una organización que proporciona ayuda legal para demandar a los médicos y a los hospitales que deniegan abortos legales. Esta organización tendrá ahora más trabajo, estamos convencidas, porque les tocará demandar a médicos y hospitales en las cortes y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

¿Consideran que están recibiendo apoyo suficiente de los países Europeos?

No

¿Cómo ven el papel de la Unión Europea en este tema en particular?

Estoy muy furiosa porque creo que nos han abandonada a la intemperie. No demando ser ayudada porque soy polaca, un país particular que está en una mala situación en este momento. Pero los políticos de la Unión Europea han abdicado de sus deberes y responsabilidades hacia la ciudadanía. Soy europea y entiendo que todos los políticos de la Unión Europea tienen obligaciones hacia mí. Tienen el deber de defender mis derechos y luchar por mí. En lugar de eso prefieren estar al lado de mi Gobierno y en contra de mí, de la ciudadanía. Esto es una traición. Tienen deberes y obligaciones hacia mí como ciudadana europea pero esto no les importa. Pretenden que hacen algo, pero son solo declaraciones, palabras vacías y no pasa nada. O al menos nada lo suficientemente rápido como para que se produzca un cambio.

¿Cree que lo que está pasando en Polonia podría pasar en otro países de la UE y que deberían estar atentos a que se pueda dar un retroceso de derechos conquistados?

Yo creo que son conscientes, pero la mayoría de los políticos europeos creen que son mejores que nosotros los polacos y que esto no pasará en sus países. Pero esto es un error. Esto puede pasar en cualquier lado. Este es el privilegio y también una negación: que la gente no quiera pensar que algo así les podría pasar a ellos. Esto es lo que pasa con los políticos europeos.

¿Y a nivel ciudadano se han visto apoyados? No hemos visto movilizaciones masivas en ciudades europeas.

Hemos visto una gran solidaridad y hemos tenido muchos apoyos internacionales de parte de la ciudadanía y la sociedad civil. El hecho de que ahora podamos estar hablando es consecuencia de esa solidaridad. Contamos con una comunidad europea, en términos de ciudadanía, que entienden que lo que está ocurriendo en Polonia puede ocurrir con los populismos de extrema derecha y con la iglesia en otros países si se les da poder.

¿Cual ha sido el papel de la Iglesia polaca en este asunto?

La iglesia cree que ha ganado. Pero se equivoca. Están mostrando toda su alegría y también todo su odio y su desprecio hacia las mujeres. Están contentos que podamos tener este tipo de prohibición hacia el aborto, porque odian a las mujeres. En realidad odian a todos: a nosotras, a la población LGTBI, a todos que no estén directamente bajo su mandato.

Es un tiempo feliz para ellos. Pero al mismo tiempo están perdiendo base social, porque hay mucha gente que está abandonando la iglesia, dejando de enviar a sus niños a las iglesias y a las escuelas religiosas. Se está produciendo en el país un proceso de secularización y es la iglesia la que está consiguiendo eso por sus propios méritos. Han perdido la conexión con la realidad porque se están guiando por su odio visceral contra las personas y contra los derechos humanos. Al final, pederán. Pero por ahora siguen siendo la principal fuerza que alimenta el odio en el país.

¿Qué se necesitará para revertir esta norma?

Realmente no es tan difícil como se pueda creer. Porque, insisto, esta es una ley que no existe. Lo que se necesitará para revertirla es que los médicos del sistema de salud pública realicen abortos. Que continúen realizándolos como hasta ahora según están en la ley. No reconocemos esta norma porque es ilegal.

En España se ve lejano que se puedan revertir los derechos adquiridos, pero tenemos sentado en las instituciones un partido de ultraderecha que niega la violencia de género y que está en contra del aborto. ¿Qué le diría a las mujeres españolas?

Les diría que se anden con ojo porque nunca pararán de intentar desmontar los derechos. La base del populismo de extrema derecha es siempre el odio y el control, especialmente de las mujeres. Lo seguirán haciendo paciente y constantemente y seguirán atacando alas mujeres con todo lo que pueda.

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