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Sergi Raventós: "Sin una reforma fiscal, la Renta Básica Universal perdería su capacidad para redistribuir la riqueza"

Sergi Raventós, jefe de la Oficina del Plan Piloto para implementar la Renta Básica Universal.
Sergi Raventós, jefe de la Oficina del Plan Piloto para implementar la Renta Básica Universal. David Rodríguez

Nombrado a mediados del pasado mes de septiembre, desde su cargo, adscrito al Departament de Presidència de la Generalitat de Catalunya, Sergi Raventós tiene como objetivo coordinar el diseño y puesta en marcha de un Plan Piloto para implementar la Renta Básica Universal (RBU), así como evaluar su funcionamiento una vez transcurran dos años. Los presupuestos del Govern para 2022 contemplan una partida de 4 millones de euros para crear la estructura que lo pondría en marcha. La previsión es iniciar la prueba piloto a finales del próximo año. Doctorado en Sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en su tesis doctoral propone la instauración de una renta básica para reducir las desigualdades socioeconómicas y de salud mental. Raventós ha trabajado durante más de dos décadas como técnico de inserción laboral y social en la fundación privada Els Tres Turons. Para concretar la iniciativa, plantea la necesidad de que exista consenso entre partidos y una mirada transversal en la fiscalidad de las políticas públicas.

¿Qué información puede ofrecer el plan piloto a la hora de aplicar la Renta Básica Universal?

Existe una diferencia importante entre las conclusiones que puede darnos el plan piloto y la aplicación de una Renta Básica Universal (RBU) para toda la población, puesto que en el primer caso sólo se toma una muestra representativa de ciudadanos. Al tratarse de un experimento, en este caso de sólo dos años, provoca que el comportamiento de las personas sea distinto. No es lo mismo que si supieras que la ayuda la tienes para siempre. Por dos años, el ciudadano no suele modificar sus hábitos y planteamientos de vida ni tampoco se generan episodios de estigmatización por el hecho de recibir la ayuda. Son factores que interfieren respecto a una aplicación real. Sin embargo, el plan piloto aportará algunas conclusiones interesantes.

¿Está previsto que la RBU se incorpore como una prestación más? ¿En qué se diferenciará del resto?

En este caso, si podemos avanzar, la idea es sacar todas las prestaciones que sean inferiores a la Renta Básica Universal. Se trata de simplificar el panorama porque la gente al final no sabe a qué ayuda puede optar. En la mayoría de países que la tienen, los ciudadanos, en muchas ocasiones, no acceden por desconocimiento, porque los gobiernos no hacen suficiente difusión o bien porque la población no quiere estigmatizarse en situaciones consideradas de extrema pobreza o exclusión social. Si la afrontamos como una renta de acceso universal, como el derecho a la asistencia sanitaria, al voto o a la educación pública, reforzaríamos el estado del bienestar con un sistema de ingresos.

Para garantizar este derecho universal, ¿qué medidas fiscales deberían aplicarse?

Para poner en marcha este proyecto, más allá del plan piloto, es necesaria una reforma fiscal. Sin esa reforma fiscal, la Renta Básica Universal perdería su capacidad para redistribuir la riqueza. Deberíamos incidir en el principio de que quien más tiene, más paga. Con la modificación, el 80% de la población se vería beneficiada y el 20% restante debería contribuir más a la recaudación general en relación a lo que están aportando ahora. En este modelo, que podríamos llamar de izquierdas, la redistribución de la riqueza beneficiaría a la mayor parte de la población, intentando reducir las desigualdades sociales que sufrimos hoy en día.

¿Existe algún cálculo de cuál podría ser la cifra aproximada mensual de la RBU?

"Intentaremos que la Renta Básica Universal no sea sólo una medida para acabar con la pobreza"

Actualmente, las estadísticas muestran que el umbral de la pobreza en Catalunya se sitúa en unos 900 euros al mes aproximadamente. Si este importe lo otorgamos a las personas seleccionadas en la muestra ambiciosa -de miles de individuos- de la prueba piloto, la suposición es que las personas saldrían de esta situación de pobreza. Hay que tenerlo claro porque ahora mismo se están dando prestaciones, calculadas con otros indicadores, que no contemplan ese umbral, que es el 70% de la renta media. En otros experimentos similares, se han constatado mejoras en el bienestar, salud mental y relaciones familiares, además de reducción del estrés psicológico o de los ingresos hospitalarios. Esta renta también puede contribuir al desequilibrio que existe actualmente, por el que las personas con más recursos económicos, como los grandes empresarios, cada vez aportan menos. E incluso aportan un porcentaje inferior al de sus trabajadores. Este fenómeno es un escándalo.

¿Cómo se evaluará el funcionamiento de la prueba piloto para saber si tiene éxito?

A través de encuestas que nos permitirán ver si determinados grupos de control presentan mejoras en aspectos como el bienestar, el acceso a la enseñanza, la creación de cooperativas o la incorporación al mercado laboral. Además, con la prueba piloto también se comprobará si la seguridad de disponer de esta renta implica cambios en dinámicas vinculadas a la duración de la jornada de trabajo o la preferencia por otros aspectos, como los cuidados, la formación... Intentaremos que la Renta Básica Universal no sólo sea una medida para acabar con la pobreza, sino que vaya mucho más allá, aumentando la libertad de las personas e incrementando su poder de negociación.

¿Cómo se pueden aterrizar estos propósitos en la acción política?

Evidentemente requerirá un amplio consenso político y del tejido empresarial y civil, puesto que se trata de una iniciativa que requiere esfuerzos. Debemos plantearnos como sociedad que si queremos avanzar hacia un sistema más justo, igualitario, que sea capaz de redistribuir la riqueza, cada vez concentrada en menos manos, y reducir las desigualdades, deberemos afrontar este tipo de reformas y medidas. Debemos asumir que la capacidad que tenemos ahora mismo de redistribuir la riqueza es limitada y no está funcionando.

Sergi Raventós, jefe de la Oficina del Plan Piloto para implementar la Renta Básica Universal.
Sergi Raventós, jefe de la Oficina del Plan Piloto para implementar la Renta Básica Universal. David Rodríguez

¿Qué papel deberían jugar las políticas transversales en vivienda o en servicios sociales para complementar la Renta Básica Universal?

Estamos haciendo difusión de la idea de que la RBU por sí sola no arreglará la situación. Por sí misma, no acabará ni con el patriarcado, ni con la violencia doméstica ni con la explotación laboral. Pero puede ayudar en muchos ámbitos. También puede verse como que el ciudadano necesita una garantía de ingresos separada del trabajo ante la desaparición de muchos puestos de trabajo por la automatización y robotización de los procesos. Por ejemplo, en Alemania más de la mitad de la población cuenta ya con ingresos que no son derivados del trabajo, como las pensiones, prestaciones, fondos de inversión... En determinadas franjas de edad, el trabajo empieza a ser un bien escaso. La conveniencia de esta Renta Básica se ha extendido a sectores y personalidades muy diversos, que son partidarios de implantar la medida, como António Guterres, secretario general de la ONU, el diario económico Financial Times o el propio Papa Francisco. Se está generalizando la percepción de que la pobreza ya no es un tema de bolsas de población, sino que afecta cada vez más a la sociedad en general.

Como experto en la reducción de las desigualdades socioeconómicas y de la salud mental, ¿cómo puede ayudar esta Renta a rebajar esta problemática?

"El ciudadano necesita una garantía de ingresos separada del trabajo ante la desaparición de muchos puestos"

La salud mental es un combate que nos corresponde a todos y que interpela al conjunto de la sociedad. Los indicadores muestran que la vinculación entre la renta disponible y la afectación a la salud mental es muy estrecha. Ahora, se ha constatado que los determinantes sociales, como el trabajo o disponer de una vivienda digna, influyen mucho más que las conductas individuales o el propio sistema sanitario. En este contexto es donde entra la propuesta de la Renta Básica, de forma que se garanticen unos ingresos regulares que nadie pueda sacarte. A diferencia de otras prestaciones, la Renta Básica Universal está dirigida a las personas y es individual e incondicional.

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