Este artículo se publicó hace 13 años.
FAES, sobre las palabras de Aznar: "¡Que nadie se rasgue las vestiduras!"
El director de política internacional de FAES, Rafael Bardají, sostiene que se malinterpretaron las palabras del expresidente
Primero fue una matización y ahora, dos días después, un apoyo bastante más evidente. El director de política internacional de FAES, Rafael Bardají, ha defendido al ex presidente del Gobierno José María Aznar y sus palabras sobre el líder libio Muamar Gadafi en la Universidad de Columbia (EEUU) al sostener que "todos los países occidentales miembros de la Unión Europea o de la OTAN han tratado a Gadafi como una persona respetable".
"No son sólo Aznar, George W. Bush o Tony Blair, porque hace pocos meses Rodríguez Zapatero también le recibió en una visita de Estado. ¡Qué nadie se rasgue las vestiduras porque todo el mundo, en todos los países occidentales miembros de la UE o de la OTAN han tratado a Gadafi como una persona respetable, lo fuera o no y por los intereses que sean!", ha subrayado Bardají este lunes, en una entrevista a la Cadena Cope.
"El error no estuvo en Aznar sino que está en nuestro país"
Bardají, que estuvo presente en la conferencia pronunciada por Aznar, ha opinado que las palabras del ex presidente "se han sacado de contexto" porque "él no dice nunca, ni literal ni figuradamente, que sea amigo personal de Gadafi como se ha insinuado".
Según el dirigente de FAES, lo que Aznar quiso decir es que el dictador libio, a partir de 2003, "inicia una senda de normalización respecto al mundo occidental" a través de la lucha contra Al Qaeda y el desarme nuclear y químico. "Desde ese momento se aproxima y los occidentales lo perciben medianamente bien", ha asegurado.
"El error no estuvo en Aznar sino que está en nuestro país, donde se instrumentaliza el hecho desde el punto de vista táctico político sin que tenga nada que ver con el contenido del debate", ha argumentado.
El objetivo de la intervenciónPreguntado sobre si, desde su punto de vista, Aznar tampoco criticó la intervención internacional en Libia, ha contestado que lo que dijo el ex presidente es que "la única solución, una vez que se arrancan las acciones militares, es acabar con Gadafi" y que, "sin embargo, ese objetivo no lo autorizaba la ONU, con lo cual los que estaban bombardeando estaban en una plena contradicción".
"Era un secreto a voces, como al final se ha reconocido, que el objetivo último era un cambio de régimen que se arropaba todo en una misión humanitaria de intentar asegurar la protección de los civiles en Bengasi. Esa contradicción inicial entre lo que se decía y se hacía era lo que Aznar era lo que quería poner de relieve como un elemento básico de desorientación estratégica de la Comunidad Internacional", ha recalcado.
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