Este artículo se publicó hace 13 años.
Matas, al borde del banquillo por un contrato "ficticio"
El expresident balear inventó una campaña institucional para camuflar pagos al periodista que le hacía los discursos
El expresident balear Jaume Matas acaba de colocarse al borde del banquillo por camuflar presuntamente pagos de 200.000 euros al periodista que le escribía los discursos y otorgarle casi medio millón en subvenciones fraudulentas para crear, supuestamente, un diario digital proclive al PP. Ayer, el juez José Castro, instructor de este caso surgido del Palma Arena, dictó un auto equivalente al de procesamiento y previo al de apertura de juicio por prevaricación, falsedad, malversación y fraude contra la Administración, delitos penados con cárcel.
Salvo giro imprevisto, este será el primer caso que lleve a juicio a Matas, en libertad bajo fianza de tres millones desde hace un año. En el asunto aparece también involucrada la agencia de publicidad Nimbus, a la que el PP pagó 71.958 euros en dinero negro durante la campaña para las municipales y autonómicas de 2007. Ahora, defensas y acusaciones cuentan con diez días para pedir el archivo o la apertura de juicio. El auto, contra el que cabe recurso, sustenta sus conclusiones con confesiones de imputados y documentos.
Junto con Matas está imputado, entre otros, el periodista Antonio Alemany, beneficiario del contrato que en 2003 firmaron el Govern y la agencia Nimbus con el "ficticio objeto" de un asesoramiento en materia de comunicación. Alemany fue columnista de El Mundo y ahora está ligado a la edición balear de La Gaceta. El juez Castro define cuál era su relación con Matas: "Asesor político en la sombra y fervoroso cronista de todas sus intervenciones, incluidas aquellas que él mismo le redactaba".
Los documentos intervenidos en el registro de Nimbus y la declaración judicial de su administrador, Miguel Romero, igualmente imputado, prueban que el dinero era para Alemany. Y que el expediente de adjudicación fue "un simulacro" ordenado por Matas. Un contrato fantasma cuyos servicios nunca se prestaron, dice el juez.
El gerente de Nimbus le contó al juez Castro cómo Matas le pidió en el verano de 2003 un "favor" que, citando a Romero, el auto define así: ceder a Antonio Alemany el contrato obtenido por su agencia. Matas prosigue el auto "anticipó al señor Romero que su empresa, Nimbus Publicidad SL, sería la adjudicataria pero a condición de que cediera a Don Antonio Alemany Dezcallar el dinero que por tal adjudicación habría de recibir, del que descontaría una parte como beneficio propio por la gestión". Según el juez, el camuflaje contractual obedeció a un motivo: que Alemany no deseaba "figurar por incurrir en incompatibilidad legal o ética derivada de anteriores conciertos y personales relaciones" con el president.
Pero hubo más. Entre 2006 y 2007, Alemany recibió 450.000 euros a través de dos subvenciones para desarrollar una agencia de noticias cuya finalidad real, dice el juez, era crear "un periódico digital que sirviera de favorable resonancia a las decisiones" de Matas. Y ese diario, dice el juez, es Libertad Balear.
La resolución judicial narra cómo el Govern de Matas tramitó otras dos subvenciones de 593.416 euros cada una para Alemany. Fuentes del caso explicaron ayer a Público que el nuevo Govern del socialista Frances Antich paró la entrega del dinero.
"No poner pegas"Según el auto, Matas ordenó "no poner pegas" a lo que pidiera Alemany, a quien el Govern encargó, además, a dedo, en febrero de 2005 y por 11.550 euros, unas entrevistas cuya publicación no consta.
Junto con Matas, Alemany y Romero, se enfrentan a un probable juicio tres ex altos cargos de Matas: su jefe de comunicación, Joan Martorell; la exdirectora de su gabinete, María Umbert; y la ex secretaria general de Relacions Institucionals, Dulce Linares.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.