Si la semana pasada fueron los colegios de médicos, ayer fueron los facultativos de atención primaria quienes dieron un paso al frente para rechazar el copago sanitario, una de las medidas que se barajan en distintos ámbitos para garantizar en el futuro la sostenibilidad de la sanidad pública. El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Josep Basora, defiende que existen alternativas para mejorar la eficiencia del Sistema Nacional de Salud sin necesidad de implantar el copago sanitario, tal como indica un informe realizado al efecto por la citada sociedad científica.

El documento, presentado ayer en el marco de una jornada organizada por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud, propone medidas como incentivar a los profesionales según sus resultados en la mejora de la gestión y la agenda de trabajo, la utilización de fármacos, el uso racional de las pruebas complementarias y la coordinación con otros niveles asistenciales. Al mismo tiempo, semFYC, que cuenta con unos 20.000 miembros, aboga también por aumentar lo recaudado con los impuestos indirectos sobre productos dañinos para la salud, como el tabaco, así como por fijar 'criterios objetivos de efectividad y eficiencia' a la hora de establecer la cartera de fármacos financiados por la sanidad pública, así como sus precios.

Tras repasar las experiencias de los países donde se ha puesto en marcha el copago, el informe concluye que la esta medida no sólo 'no tiene ninguna capacidad para contener el gasto sanitario' a largo plazo, sino que además es 'regresivo' para las rentas más bajas.