Este artículo se publicó hace 16 años.
Los pobres en España ya suman nueve millones
El Barómetro Social señala que el número de personas que viven en la penuria ha pasado de 7,6 millones en 1994 a 8,9 en 2006. Unos 5,5 millones subsisten tan sólo con una media de 270 euros al mes.
La crisis se está cebando con las personas que menos tienen y que cada vez son más. Los españoles en situación o riesgo de pobreza han pasado de 7,6 millones en 1994 a 8,9 millones en 2006 (el 20% de la población), según se desprende del Barómetro Social de España, un análisis realizado por el colectivo Ioé, dedicado a la investigación social. En esos 12 años, la tasa de pobreza severa se ha mantenido constante (el 8 % de la población), pero ha subido en un punto el riesgo de pobreza (del 11 hasta el 12 %). En la UE estas proporciones se situaban en 2004 (con 15 países) entre el 5 y el 12 %, respectivamente.
Las diferencias son tales que 1,4 millones de asalariados contaban en 2006 con 4.925 de ingresos medios mensuales, mientras que otros 5,5 millones percibían una media de 270 al mes, según el Barómetro Social de España. "Este último segmento constituye una bolsa de empleo mal remunerado, precario, que se nutre de jóvenes y mujeres, en buena parte inmigrantes, que combinan periodos de paro y empleo temporal", explican los autores del estudio. En el resto de personas que viven en el círculo de la estrechez cabrían desde indigentes, gente que vive de la economía sumergida o mileuristas.
Las desigualdades también se notan entre hombres y mujeres. En 1994, el salario medio de las mujeres era un 28 % inferior al de los hombres; en 2006 la diferencia se amplió al 30 %. La edad es otra variable que influye en la pobreza, y no precisamente a favor de los más jóvenes: el salario medio de los trabajadores menores de 26 años es un 64 % más bajo que el de los mayores de 35.
La importancia del salario indirectoLos autores del estudio también señalan la importancia del salario indirecto (el gasto público que repercute en los hogares) como indicador de pobreza. "El bienestar social depende estrechamente de los servicios públicos que las diversas administraciones ponen a disposición de los ciudadanos y que se financian con los impuestos", afirman los investigadores. Los datos no son muy positivos. El salario indirecto se ha reducido en un 8 % entre 1994 y 2006, pasando del 27,6 al 25,2 % del Producto Interior Bruto.
Una sociedad injusta y segmentadaCarlos Pereda, Walter Actis y Miguel Ángel de PradaDesde el punto de vista social, uno de los efectos más graves de la desigual distribución de la renta ha sido la ampliación de la pobreza en
España. El índice de pobreza elaborado por Colectivo Ioé (ver www.barometrosocial.es) se basa en cinco indicadores: la pobreza severa y el riesgo de pobreza (según Eurostat, incluyen a quienes perciben ingresos por debajo del 40 % de la media, en el primer caso,
y entre el 40 y 60 %, en el segundo), el salario indirecto o gasto público en políticas sociales; la proporción de hogares que no pueden ahorrar y la de aquellos que llegan con dificultad a fin de mes.
El salario medio ha disminuido un 2,4% entre 1994 y 2006, con unas diferencias entre perceptores de salarios que se han mantenido muy elevadas. El salario indirecto, principal garante de unos servicios básicos de calidad para la población con menos recursos, experimentó un gran crecimiento entre 1975 y 1993 (+12,4 puntos del PIB), pero ha retrocedido 3,5 puntos entre 1994 y 2005, alejándose de la media europea, mientras ha crecido la privatización de la sanidad, la educación, la vivienda y las pensiones.
Nuestro índice de pobreza presenta una evolución negativa entre 1994 y 2006, dibujando una sociedad fracturada en tres bloques. Algo más de un tercio de la población (17 millones de personas) vive con desahogo. Otros 15 millones se organizan sin apenas capacidad de ahorro pero sin sentirse agobiados los fines de mes. Y 12 millones (27 % de la población) llegan con dificultades a fin de mes y no pueden ahorrar. Este sector coincide con la cuarta parte de hogares más pobres, cuyo patrimonio en 2005, según la encuesta del Banco de España, era 41 veces inferior al de la cuarta parte de hogares más ricos. Dicho de otra manera, la cuarta parte de hogares másricos concentraba, según la misma fuente, doble patrimonio (2,8 billones de euros) que las tres cuartas partes de hogares menos ricos (1,4 billones).
Estas situaciones presentan diferencias por Comunidades Autónomas, no siempre coincidentes con su nivel de renta. Donde se vive con más agobio los fines de mes es en Canarias y Baleares, aunque esta última comunidad se sitúe en quinto lugar en el ranking de renta por persona. En el polo opuesto, donde más personas dicen vivir desahogadamente es en el País Vasco, Ceuta, Melilla y Castilla y León. El caso de Madrid merece mención aparte: es la comunidad con más renta por persona pero donde los precios de la vivienda son más caros y los salarios se reparten con mayor desigualdad, lo que puede explicar que sea, después de Canarias, la Comunidad donde menos gente vive desahogadamente.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el 80 % de la población opina que España "es una sociedad injusta" debido a las desigualdades. Más del 70 % cree que "el Estado tiene la responsabilidad de reducir las diferencias entre los que tienen altos ingresos y los que tienen bajos ingresos". Es una cuestión básica, que afecta a los cimientos de la convivencia, pero que no ha figurado en la agenda de prioridades de los gobiernos de España -ni tampoco de la oposición- entre 1994 y 2006.
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