Este artículo se publicó hace 13 años.
El rey pierde los papeles y abronca a los periodistas por informar de su salud
"Lo que os gusta es matarme", les dice a los informadores, a los que acusa de querer ponerle "un pino en la tripa"
Suele ser habitual ver imágenes del rey acercándose a los grupos de periodistas que cubren las informaciones relacionadas con la Casa Real para intercambiar unas pocas palabras en conversaciones distendidas y normalmente amables. No es tan común, en cambio, ver a Juan Carlos de Borbón enfadado con la prensa, y mucho menos juzgando y valorando despectivamente el trabajo de los informadores. Pero ayer ocurrió y lo captó en imágenes la agencia Atlas.
El monarca no pudo contener su enojo tras participar en una recepción a empresarios en el Palacio de la Zarzuela. Un día antes, la Casa Real había difundido un comunicado en el que informaba acerca de la operación que va a practicársele al monarca a principios de julio y ayer todos los periódicos informaban de la intervención y recordaban los últimos ingresos que había sufrido el rey en centros hospitalarios.
"Fatal, fatal, muy mal", respondió el rey tras ser preguntado por su estado
Estas informaciones no le gustaron nada, a juzgar por cómo se dirigió a un reducido grupo de redactores, a quienes lanzó una dura reprimenda por el tratamiento de la información relativa a su estado de salud. Visiblemente molesto, con el rostro serio y con la barba blanca que caracteriza su aspecto desde hace varios meses, Juan Carlos de Borbón se acercó a los informadores tras reunirse con los órganos directivos de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y de la Cámara Oficial de Comercio de Madrid.
"¿Qué tal, cómo se encuentra, señor?", le preguntó entonces una de las periodistas. "Fatal, fatal, muy mal", le respondió el monarca con evidente ironía, pero sin un atisbo de sonrisa en su cara. "Como lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa", lanzó a renglón seguido, dejando a todos los presentes sin saber cómo reaccionar. "Eso es lo que hacéis la prensa, siempre", remató Juan Carlos.
'Diferencias' en la profesiónEl rey está "cansado de que se esté con su salud arriba y abajo", según la Casa Real
Minutos después, el rey trató de conciliarse con los informadores, todos ellos habituales en el Palacio de la Zarzuela. Se acercó a ellos, que estaban al pie de las escaleras de entrada al edificio. En ese momento, una periodista, que tal y como subrayó sigue la información de la Casa Real, aprovechó para marcar diferencias con los demás medios a la hora de tratar la información relativa a la salud del rey.
"Los habituales, los que estamos todos los días aquí, cubriendo la información, sí que damos la correcta", le aclaró. Y apuntó hacia otros colegas de la profesión. "Nosotros sobre el resto es difícil que podamos influir". El monarca entonces pareció tranquilizarse y esbozar una discreta sonrisa mientras despachaba con los periodistas. "Como ya no tienen bastante información...", ironizó de nuevo en referencia a los otros profesionales.
Nada más hacerse público en internet el vídeo con la secuencia de lo ocurrido, los principales diarios lo colgaron en sus respectivas páginas web. Las imágenes se situaron rápidamente en los primeros puestos de las más vistas del día. Pero desde la Casa Real cuestionaron la manera en la que habían sido grabadas.
La Zarzuela critica la difusión de lo que llama "conversación privada"
Un portavoz explicó a este diario que la secuencia fue tomada "en el contexto de una audiencia que únicamente tenía cobertura gráfica". Es decir, se podían grabar imágenes, pero no sonido, y los redactores se debían limitar a observar sin poder incluir en sus informaciones las conversaciones privadas que allí se produjeran. Cuando salió el grupo junto al monarca, agregó ese mismo portavoz, "las cámaras tenían que haber dejado de grabar porque era una conversación privada". Por ello, consideró que "más que el contenido de la conversación en sí, lo más llamativo es que se haya difundido porque es casi un robado".
En todo caso, el mismo portavoz negó que el incidente fuera "un enfrentamiento" del rey con los periodistas y atribuyó la reprimenda a que el jefe de Estado está "cansado de que se esté con su salud para arriba y para abajo". Por ello, no consideraron necesario que el monarca, máximo representante del Estado, pida ningún tipo de disculpa al gremio periodístico.
"Salida de tono"En defensa de los profesionales tan sólo se pronunció la portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds, Laia Ortiz, que consideró que las declaraciones del rey fueron una "salida de tono". La dirigente ecosocialista instó al monarca a "ser más tolerante con los medios de comunicación" en los siguientes términos: "Aunque sea la institución menos democrática de España, debe estar sometida a las críticas de la prensa". Ortiz añadió que el rey "no puede tener impunidad, si es lo que pretende, porque ya tiene suficientes privilegios", informa Albert Martín Vidal. Ninguno de los otros dos partidos que se dicen republicanos, IU y ERC, quisieron salir en defensa de la labor periodística frente a la reprimenda del monarca. Adujeron, ambas formaciones, que no querían entrar a valorar lo tratado en una conversación informal.
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