Este artículo se publicó hace 14 años.
La visita del Papa a España queda eclipsada por un beso
La prensa italiana se centra en la concentración de homosexuales en Barcelona y utiliza una muletilla sin parar: La España de Zapatero
Con la tormenta desatada este fin de semana por el presidente del Parlamento, Gianfranco Fini, pidiendo la dimisión de Silvio Berlusconi, la visita del Papa a España ha pasado un tanto desapercibida para la prensa italiana. Hasta el punto que lo más reseñable haya sido el beso organizado por las asociaciones de homosexuales en Barcelona.
Quizá por la importancia de la imagen, la Rai, ayer por la tarde, empleaba más tiempo para informar de la protesta en forma de beso que para hablar de las palabras del pontífice. Asimismo, la mayoría de los medios digitales prepararon diversas fotogalerías con la 'besada'.
Pero después, las crónicas de los corresponsales y enviados especiales se llenaron de una muletilla para definir al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: "La España del matrimonio homosexual, de la eliminación de los crucifijos y el aborto y el divorcio exprés".
"El Papa desafía a Zapatero sobre el matrimonio natural", titulaba su crónica Il Giornale, diario de Silvio Berlusconi, que ahondaba en la definición del matrimonio que hizo Ratzinger en la Sagrada Familia.
Sólo una críticaIl Tempo, otro de los diarios conservadores, fue de los pocos que minimizó la protesta gay: "Le esperaban cerca de 200 personas, la mayoría extranjeros, que empezaron a besarse al paso del pontífice. El Papa continuó su recorrido sin inmutarse ni darse la vuelta. Mientras, los manifestantes gritaban el eslogan de su manifestación: "Yo no te espero", y también "la iglesia que brilla es la que arde". Una protesta nacida en la España de Zapatero".
En la España ultra-laicista de las bodas y adopciones homosexuales Benedicto XVI reafirma el orden naturalLa Stampa seguía con la idea del laicismo y las bases de la Iglesia: “En la España ultra-laicista de las bodas y adopciones homosexuales, y mientras los gay se besan delante de la Sagrada Familia para protestar contra la visita, Benedicto XVI reafirma el orden natural y sus fundamentales principios no negociables: vida, familia, bioética, libertad de formación de los jóvenes. El Papa reafirma que el Estado tiene que defender la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte y ayudar a las familias nacidas del matrimonio entre un hombre y una mujer”.
Y si bien Il Corriere della Sera y La Repubblica se limitaron a una crónica aséptica, el diario de izquierdas, L'Unità, fue el único que dirigió una pequeña crítica al Papa: "Pero el mensaje durante la consagración de la Sagrada Familia es mucho más sutil y pragmático: traer a la religiosidad a la oveja descarriada española".
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