La proximidad es uno de los pilares básicos del modelo policial de los Mossos d'Esquadra. Esta prioridad se traduce en medidas como la nueva comisaría de proximidad de Manresa, compartida entre los Mossos y la Policía Local, y que se prevé que entre en servicio a principios de este 2023 en el Passeig de la República 9-11. La voluntad de la conselleria de Interior es abrir un total de 10 comisarías de proximidad en Catalunya, siendo la primera la de Manresa, que se ubicará en pleno centro histórico de la ciudad y tendrá 30 agentes.

La nueva instalación, situada en un local de 292 metros cuadrados de superficie útil, tiene como finalidad principal poder atender más y mejor a la ciudadanía, recoger denuncias y ser el punto de referencia de las patrullas de a pie por el centro de la ciudad. El objetivo de que la comisaría sea compartida por los Mossos y la Policía Local, con 15 agentes de cada cuerpo, es dar una respuesta unitaria y única, optimizando recursos y ahorrando desplazamientos a la ciudadanía, respetando en todo momento las competencias de cada cuerpo.

El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, explica que la nueva comisaría nace para mejorar la atención policial a la ciudadanía y acercar los servicios al centro de Manresa, lo que debe revertir en una respuesta "más efectiva" a las problemáticas de seguridad, civismo y convivencia. Junto con el alcalde, Marc Aloy, consideran que la colaboración entre los dos cuerpos policiales ya ha implicado resultados eficientes, como las patrullas mixtas a pie de calle, la instalación de cámaras de videovigilancia o la puesta en marcha del operativo Tremall. Con la participación conjunta de Mossos, Policía Local y Policía Nacional, el Tremall ya ha permitido la detención de personas multireincidentes que actuaban en la ciudad.

Más agentes de los Mossos para Manresa

Un total de 54 agentes se incorporan a la región policial de la Catalunya Central, 18 de ellos al Bages. Se trata del segundo incremento de policías en los últimos meses, después de que ya se incorporaran 77 agentes, 15 de los cuales para Manresa. Además, estos meses también se han sumado a la Policía Local de Manresa nueve agentes más, lo que ha permitido rejuvenecer el cuerpo y reforzar la presencia policial a pie de calle. Aloy destaca que las patrullas mixtas, que han hecho más de 1.200 visitas en establecimientos, han sido "muy bien valoradas por parte de los comercios y de la ciudadanía, que notan la presencia policial más cerca".

La comisaría de proximidad y el incremento de agentes forman parte de las medidas que la conselleria de Interior y el ayuntamiento de Manresa pusieron en marcha el otoño anterior para hacer frente a las diversas problemáticas de seguridad, civismo y convivencia que se estaban registrando en la ciudad. Tras ello, el conseller defiende que se ha mejorado la percepción ciudadana y los índices delincuenciales, con un nivel de delitos un 9% inferior a la media catalana. "Manresa es una ciudad segura", recalca Elena, quien añade que los robos con violencia cayeron un 20% hasta julio, mientras las detenciones crecieron un 5%.

Mesa de diálogo y medidas preventivas

Entre este paquete de medidas también destaca la creación de la Taula per la Seguretat, el Civisme i la Convivència, integrada por la Federació d'Associacions de Veïns de Manresa, la Unió de Botiguers de Manresa, la Cambra de Comerç, PIMEC, el Col·legi d'Advocats, todos los grupos municipales del ayuntamiento y representantes de los cuerpos de seguridad. Se trata de una herramienta que permite compartir información y puntos de vista con todos los sectores afectados. Desde su creación, se ha reunido cuatro veces, constatando un descenso de la cifra de robos con violencia e intimidación.

A parte de las medidas estrictamente de seguridad, se han reforzado las políticas sociales para actuar desde un ámbito preventivo. Uno de los ejemplos es el servicio municipal de intermediación, l'Enllaç, que trata de mejorar y favorecer la convivencia ciudadana. También se sacan adelante programas a través del Equip d'Intervenció Comunitària del Espai Jove, que atiende sobre todo a jóvenes migrados con una red débil o sin red de apoyo en el territorio. Con ellos se realiza un trabajo de promoción de la convivencia y de detección de problemáticas que puedan estar viviendo, como de infravivienda o de sinhogarismo.