La joya del sur de España que ha descubierto la prensa inglesa

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The Guardian lo ha vuelto hacer. No solo rescató, según ellos, la provincia más infravalorada de España, sino también uno de los atardeceres más bonitos de nuestro país. Pero no es ni Granada, ni Málaga ni Sevilla: The Guardian abre las puertas de Jaén a sus lectores británicos, ávidos viajeros “hispanistas” desde tiempo inmemorial que ahora también sabrán situar en el mapa este paraíso interior.  

Nosotros aprovechamos la coyuntura para disfrutar del cerro de Santa Catalina, la inmaculada portada barroca de la catedral de la Asunción… y de las tapas, of course, antes de que nos invadan los ingleses y nos dejen sin pipirrana ni flamenquines.  

Jaén desde el cerro de Santa Catalina 

Jaén - Fuente: Pixabay
Jaén – Fuente: Pixabay

Amigos gijoneses, vuestro famoso cerro de Santa Catalina no es el único de España, en Jaén también hay uno bien bonito y aunque no lo corona una obra de Chillida con vistas al mar Cantábrico, posee una cruz con vistas a un mar de olivos y al caserío jiennense, las mejores vistas de la capital provincial. 

Esta será nuestra primera visita en esta ruta disfrutando de la joya que ha descubierto la prensa británica. Porque antes de callejear, mejor una perspectiva aérea de la ciudad. Partiendo de la Glorieta Oliva que se ubica en la entrada noroccidental de la ciudad, dirígete hacia el sur atravesando olivares para ir ascendiendo hacia el cerro. 

Porque ya lo hemos dicho en otras ocasiones. Si Sevilla tiene un color especial, Jaén tiene un olor especial. No es el azahar, es un aroma más rudo y vehemente, de esos a los que, al principio, cuesta acostumbrarse. Pero cuando asumes que ese olor viene del mayor tesoro que nos ofrece nuestra tierra, lo terminas por adorar: es la oliva, por supuesto. Y en Jaén hay olivos para aburrir. 

Castillo de Jaén - Fuente: Depositphotos
Castillo de Jaén – Fuente: Depositphotos

Pero este ascenso al cerro también te ofrece una perspectiva histórica de la ciudad ya que visitarás el castillo de Santa Catalina, un conjunto de tres fortalezas que incluye el Alcázar Viejo, el Alcázar Nuevo y el Abrehuí. El primero de ellos tuvo origen califal mientras que el segundo fue erigido en época cristiana, tras la conquista en 1246, articulado con el viejo mediante una gran Torre del Homenaje. Actualmente, parte de la alcazaba jiennense lo ocupa un Parador Nacional

Dejando atrás el castillo, es hora de alcanzar la cima del cerro donde se ubica una cruz que es otro de los símbolos de la ciudad. Las vistas desde este punto nos permiten entender mejor la sorprendente orografía del entorno de la capital provincial: una compleja combinación de pliegues montañosos y depresiones con la cima del Jabalcuz de más de 1.600 metros de altitud como punto más elevado, al sur del cerro. Y desde el cerro disfrutar también, por supuesto, del caserío jiennense que ya es hora de conocer más de cerca. 

Callejeando por Jaén 

Jaén - Fuente: Depositphotos
Jaén – Fuente: Depositphotos

Todos los caminos de la ciudad llevan a su catedral, el icono del skyline jiennense junto al castillo. Y como buena parte de las catedrales españolas, este edificio también vive un largo proceso constructivo que arranca con la conquista cristiana a mediados del XIII y llega casi hasta el XIX.  

Entre medias, dos arquitectos marcan el devenir del edificio: Andrés de Vandelvira, una de las figuras más importantes del Renacimiento español, y Eufrasio López de Rojas, responsable de la fachada principal, obra maestra del Barroco. Y no es una frase hecha ya que este edificio sirvió de modelo a numerosas catedrales en América.  

El patrimonio religioso de Jaén se completa con las iglesias de San Miguel, de la Magdalena, el Convento de las Carmelitas Descalzas y la basílica de San Ildefonso, la más importante de la ciudad tras la catedral, pero para nosotros es hora de conocer otra clase de monumento: los baños árabes

Ubicados en los sótanos del Palacio de Villardompardo, muy cerca de la iglesia de San Andrés cuentan con una extensión de 450 metros cuadrados lo que los convierten en uno de los baños de origen árabe más grandes de Europa. No sería hasta el siglo XIX cuando esta construcción fue rescatada del olvido: durante siglos había permanecido oculta bajo el palacio que se ubica sobre los baños. 

El artículo de The Guardian tampoco pasa por alto otra de las joyas de Jaén, una visita imprescindible para conocer el patrimonio arqueológico jiennense. Se trata del Museo Íbero ubicado cerca del cruce entre el Paseo de la Estación y la Avenida de Andalucía. Son 11.000 metros cuadrados dedicados, esencialmente, a ofrecer un panorama completo del arte íbero anterior a la llegada de los romanos con piezas procedentes de yacimientos como Porcuna o Cástulo

Flamenquines - Fuente: Depositphotos
Flamenquines – Fuente: Depositphotos

Y tras regresar al centro de la ciudad y dar una vuelta por la judería, a un paso de los baños árabes, llega el momento de disfrutar de otro tesoro jiennense popular allende los mares: sus tapas. Que ya sabemos que Jaén no es el único lugar de España que ofrece tapas gratis, pero qué me decís del tamaño de las tapas, ¿habéis visto alguna vez una tapa gratis con tanta cantidad de comida como en Jaén? Pues eso, que aquí de verdad que se come con un par de cañas. Y si ese día estás hambriento, pues te tomas tres, y listo. 

Desde El Abuelo que aparece citado en el artículo de The Guardian gracias a la recomendación de la poeta, guía (y lavandera) Begoña M. Rueda donde se destaca las alpargatas de tomate con bacon, hasta la taberna El Gorrión, a un paso de la catedral, la que dicen es la más antigua conservada de ciudad. Sin olvidarnos de Panaceite, al lado de la Diputación Provincial, donde podrás probar la pipirrana, un plato a media camino entre la ensalada y el gazpacho, o los flamenquines de jamón y queso fritos en aceite de oliva virgen, of course. Que para eso estamos en tierra de olivares.  

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