Esta es la provincia más infravalorada de España (según The Guardian)

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Que una publicación de prestigio internacional como The Guardian reivindique un destino fuera de las rutas turísticas habituales es toda una bendición. Porque, para un británico, no hay ningún misterio en España si se trata de Barcelona, Baleares o Canarias. Pero, ¿y Zamora? ¿Qué es eso de Zamora? ¿Está cerca de alguna playa paradisiaca? 

Pues no, Zamora no queda muy cerca del mar, pero España hace tiempo que lucha por ser considerada —especialmente entre viajeros británicos, históricos líderes del turismo en España— como algo más que un destino de sol y playa. Y Zamora es buen ejemplo de fascinante tesoro oculto: la provincia más infravalorada de España… según The Guardian

Una vuelta por Zamora capital 

Zamora
Catedral de Zamora – Fuente: Depositphotos

Todavía recordamos lo que pasó hace unos años cuando al periodista de The Guardian Travel Gavin McOwan se le ocurrió incluir la playa de Rodas de la isla de Monteagudo en las Cíes entre las diez mejores del mundo. Y, de la noche a la mañana, el paraíso gallego de Rodas sedujo a miles de lectores que buscaron en el mapa las islas Cíes. 

No sabemos si algo parecido sucederá con Zamora, aunque nosotros no tengamos que buscar esta provincia en el mapa. Pero, para redescubrir este territorio recio, sereno y orgulloso, nada mejor que un viaje recordando sus hitos culturales y naturales más relevantes, empezando por la capital, una ciudad de apenas 60.000 habitantes sobre el curso medio del Duero, en la frontera entre las comarcas de Sayago, Tierra del Pan, Tierra del Vino y Tierra de Alba. Y es que hasta los nombres de las comarcas en Zamora tienen aroma legendario: ¿a quién no le puede seducir una “tierra de alba”? 

Nuestra primera parada en Zamora es ante la estatua de Viriato, el terror romanorum que arrancaba jirones de los estandartes romanos tras sus victorias: la figura histórica más relevante de la ciudad que le ha rendido homenaje también con su bandera inspirada en esos ocho jirones victoriosos. 

Zamora
El deslumbrante cimborrio de la catedral de Zamora – Fuente: Pixabay

Tras un primer vistazo del Duero desde el Puente de Piedra que ofrece una de las mejores postales de la ciudad, es hora de dirigirse hacia el suroeste para conocer los dos monumentos más relevantes de Zamora: su castillo del siglo XI —conocido como el “siglo de oro” zamorano— y su impresionante catedral.  

Acostumbrados como estamos a asociar catedral con “gótico”, no viene mal redescubrir este edificio zamorano, una obra maestra del románico, especialmente impactante en su cúpula gallonada, cuya estructura y estética sigue despertando fascinación y misterio entre historiadores y arquitectos: ¿influencia de la Gran Mezquita de Kairuán o de las torres aquitanas del sureste francés?  

De regreso al centro, pasamos por el Museo de la Semana Santa, tradición de gran peso en la ciudad, para después reponer fuerzas en la plaza Mayor y El Merlú, zona en la que comenzar a disfrutar de la suculenta gastronomía zamorana, que caldea el invierno más duro con sus sustanciosos platos y tapas. 

Pueblos y patrimonio rural de Zamora 

Puebla de Sanabria
Puebla de Sanabria – Fuente: Unsplash

Y ya que estamos disfrutando del buen vivir, nuestra primera parada fuera de Zamora capital ha de ser Toro, epicentro de la Tierra del Vino, el territorio que cobija varias de las bodegas y explotaciones vitivinícolas más importantes de la meseta Norte.  

Al norte de Toro, nos desplazamos a Villalpando, un legendario cruce de caminos en el valle del Valderaduey en el que destaca su plaza mayor con sus famosos soportales, así como los restos de su antigua villa medieval, con la muralla, dos puertas de acceso y las torres fortificadas. 

Y para cruces de caminos, Benavente. Desde luego que el entorno no parece muy atractivo pasando por la A-6, pero es que más allá de sus decenas de almacenes y naves industriales, Benavente cobija tesoros como el impresionante castillo de la Mota, hoy parador nacional. 

San Pedro de la Nave
San Pedro de la Nave – Fuente: Depositphotos

Pero tal vez la zona más bonita de la provincia de Zamora esté al noroeste, en las comarcas de Aliste, La Carballeda y Sanabria, donde encontramos pueblos como Galende, San Martín de Castañeda o la propia Puebla de Sanabria. Y al sur de Aliste, localidades como San Vitero o Alcañices

Por cierto, a medio camino entre Alcañices y Zamora, no podemos perdernos San Pedro de la Nave, uno de los primeros templos cristianos en España y uno de los mejor conservados. Desmontada pieza a pieza en 1930, se reconstruyó en El Campillo para evitar que quedase sumergida bajo las aguas del pantano de Ricobayo. 

Y siguiendo ruta hacia el sur, no puedes perderte Fermoselle, para muchos, uno de los pueblos más bonitos de la provincia, no solo por su patrimonio cultural, sino por ser una puerta de entrada al parque natural Arribes del Duero, uno de los tesoros medioambientales más atractivos de Castilla y León. 

Naturaleza en Zamora 

Arribes del Duero
Arribes del Duero – Fuente: Depositphotos

Las Arribes del Duero son palabras mayores. A buen seguro que en The Guardian estaban pensando en parajes naturales como este cuando se refirieron a Zamora como una provincia infravalorada. ¿Qué pasaría si este parque estuviera en una zona más “accesible” de España? Y es que las arribes —término autóctono que designa las gargantas fluviales— de Zamora y Salamanca son un espectáculo digno de ver desde impresionantes miradores como el de las Barrancas en Cozcurrita. 

Seguro que también les suena a los habituales de la A-6 las Lagunas de Villafáfila, uno de los carteles que encontramos en el paso de la autovía del Noroeste por tierras zamoranas. ¿Y por qué no detenerte un día para conocer de cerca este lugar? Ubicadas en las tierras de Campos y del Pan, corresponde al interfluvio entre los ríos Esla y Valderaduey: un paraje lacustre de 500 hectáreas que enamora a los ornitólogos. 

Lago de Sanabria
Lago de Sanabria – Fuente: Pixabay

Pero, con permiso de las Arribes del Duero, el espacio natural más popular de Zamora es el Lago de Sanabria, el lago glaciar más grande de la península ibérica con una superficie de casi tres kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de más de 50 metros.  

Pero nosotros nos despedimos de la “infravalorada” Zamora desde la cercana Sierra de la Culebra que bien merece también nuestro recuerdo tras el desgraciado verano que vivió el año pasado con uno de los incendios más devastadores de nuestra historia reciente: una tierra de lobos y ciervos que ofrece al viajero uno de los entornos más serenos y apacibles de España. 

4 Comments

  1. No está mal el resumen, aunque la pobrísima, pero hermosísima provincia de Zamora da para mucho más.
    Recomiendo a las personas verdaderamente amantes de lo auténtico que visiten Zamora y su provincia y no se limiten a detenerse un ratito, camino de Galicia. Les aseguro que no lo lamentarán. Todas las personas que conozco que han visitado Zamora, han quedado gratísimamente impresionados.
    Por cierto que la Sierra de la Culebra no sufrió el pasado verano un terrible incendio, sino dos; los dos más devastadores de la España moderna, con unos 30.000 hectáreas arrasadas en cada uno de los dos incendios y cuatro personas fallecidas.

  2. No está mal el artículo, salvando que no cite la identidad y la historia leonesa de la provincia que, junto con ls provincias de León y Salamanca forman la Región Leonesa y que no hay ninguna Tierra «del» Alba, es Tierra DE Alba y debe su nombre al Conde Alba.

  3. Precioso artículo. Coincido con los comentarios anteriores en las puntualizaciones y añado que «LAS» Arribes, es el término utilizado en Salamanca, en Zamora, se utiliza «LOS» Arribes

  4. Y ya que nos ponemos a puntualizar sobre este artículo, añadir que Toro no es el epicentro de la Tierra del Vino aunque allí se elaboren unos caldos excelentes, eso sí.

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