2006 y 2023 han marcado dos hitos en la reciente historia musical de Sevilla: primero fue declarada por la Unesco Ciudad Creativa de la Música —primera ciudad creativa de España— reconociendo su ancestral tradición musical y, este 2023, se convierte en el epicentro de la música pop con la celebración de la semana de los Grammy Latinos, desde el 9 al 16 de noviembre.
Aprovechando que Shakira, Rosalía, Karol G y compañía están por Sevilla en estas fechas nos damos una vuelta por la ciudad para recorrer los diferentes estilos y géneros musicales que han marcado su historia, desde la misteriosa música visigoda hasta la rabia rítmica del rap sevillano, desde el rock andaluz de Triana hasta el flamenco, estilo que caracteriza Sevilla como ningún otro.
La música visigoda
Sevilla fue junto a Toledo y Zaragoza uno de los grandes centros musicales de la época visigoda anterior a la llegada de los árabes. Así lo atestiguan eruditos como Isidoro de Sevilla que dejó en su inagotable obra diversas reflexiones sobre la música de su época desde un punto de vista tanto histórico y filosófico, como armónico y litúrgico.
Y es que, aunque poco se sabe de cómo sonaba la música en la península durante los siglos VI y VII, los textos de Ildefonso de Toledo, Braulio de Zaragoza y el propio Isidoro dejan claro que la música y el canto tenía una importancia fundamental en la liturgia que ocupaba un lugar central en la sociedad visigoda: era el canto llano del rito hispanogótico que influiría en el futuro gregoriano.
Pero no solo se cantaba a Dios, a la virgen y a los santos en las iglesias sevillanas, sino también se entonaban “canciones lascivas amorosas”, por parte de los artesanos seculares, según “criticaba” Isidoro en sus textos. Y es que el amor y la música, amigo Isidoro, nacieron para entenderse.
Música árabe en Sevilla
La llegada de los árabes a principios del siglo VIII supuso, entre otras cosas, una integración de elementos culturales dispares que definirían el carácter heterodoxo de la sociedad peninsular durante siglos.
Y la música fue también un aspecto central de la cultura árabe. Y pese a que la corte árabe se asentó en Córdoba importando los estilos de Bagdad, Sevilla también se rindió a la musicalidad de los zéjeles que dejaron huella en la estructura métrica hispanoárabe, así como en el canto. Tal vez la raíz del flamenco comenzó a germinar con esta integración cultural andalusí.
Recuerdos de estos primeros estilos musicales sevillanos, junto con otros posteriores, pueden escucharse en el Festival de Música Antigua de Sevilla que este pasado 2023 celebró su edición número 40.
El flamenco sevillano
Y del FeMÁS a la Bienal de Flamenco que se celebrará en 2024. Porque si hay un estilo musical que ha definido y define la ciudad, claro está, es el flamenco. Reconocida como la expresión más pura del folklore andaluz, este género musical cuyas principales facetas son el cante, el toque y el baile se ha convertido en parte esencial de la cultura española.
Tenga (o no) influencia de la música árabe, sefardí o morisca, los musicólogos indican también que en el origen de este género podría haber influido de forma directa la llegada de gitanos durante el siglo XV a las campiñas gaditanas de Jerez y de la propia Sevilla.
Pero no sería hasta el siglo XVIII cuando se van configurando sus diferentes tradiciones y normas para popularizarse definitivamente en los cafés cantantes desde mediados del XIX. Figuras como Manolo Caracol o la Niña de los Peines llevaron al flamenco sevillano a su nivel más alto.
Hoy, el flamenco ha conseguido lo impensable: acabar con los prejuicios de las generaciones de músicos más jóvenes que han dejado de mirar a Reino Unido y Estados Unidos para integrar muchas de los recursos musicales y estéticos flamencos en propuestas pop hasta convertirse en éxitos mundialmente conocidos, como es el caso de Rosalía.
Música clásica y ópera en Sevilla
Nos vamos al Teatro de la Maestranza para disfrutar de otro género musical que ha marcado la historia de la ciudad. ¿Sabías que hasta 153 óperas han tenido argumentos ambientados en Sevilla? ¿Te suena Las Bodas de Fígaro de Mozart? ¿Fidelio de Beethoven o Carmen de Bizet? ¿Y qué decir de la gran ópera bufa de Rossini, El Barbero de Sevilla que reinterpretó una vez más el mito de Don Juan que surgió en el Siglo de Oro español de la mano de Tirso de Molina?
No cabe duda de que Sevilla es también una ciudad de legendaria tradición operística, pero, a pesar de ello, no tuvo un escenario adecuado hasta que en 1991 se inauguró el Teatro de la Maestranza por donde han pasado desde entonces figuras como Kraus, Domingo, Pavarotti o Caballé interpretando algunas de esas míticas óperas que tuvieron Sevilla como escenario.
La música de la Semana Santa
Si hay un evento —y en Sevilla hay muchos eventos— que cambia la cara de esta ciudad, ese es la Semana Santa, que también tiene su acompañamiento musical que forma parte de la tradición ancestral hispalense.
De las bandas profesionales, como las municipales o las militares, que acompañaban con su música las procesiones, hemos pasado a una mayor presencia de bandas no profesionales que se han convertido en referencias de la ciudad como las Tres Caídas de Triana, la Cruz Roja o la Banda de Cigarreras.
Del rock de Triana al rap de SFDK
Pero la música popular más contemporánea también suena, y muy bien, en la ciudad que acoge la ceremonia de los Grammy Latinos. Estilos más clásicos como el rock, el pop o el rap conviven con otros más actuales como el trap o el reguetón.
Pero es de justicia referirse en primer lugar, si hablamos de música popular, a los legendarios Triana que fueron capaces de tomar la herencia del flamenco andaluz y llevarla al rock. Aunque el trío se hizo banda en Madrid en 1974, la raíz de su música surgió como nostalgia de Sevilla.
“Sé de gente que ha venido a Pino Montano como yo visité el Bronx”, decía hace unos años Zatu, la voz de SFDK, uno de los grupos más importantes de la historia del rap español. Junto a ellos, Haze, Tote King o Shotta marcaron la pauta desde principios de los 90, muchos antes de que todo el mundo empezara a decir “bro” y vistieran con camisetas tres tallas más grandes.
Y es que, de nuevo Sevilla, como en tiempo de Isidoro, fue la cuna de un género, junto a Zaragoza o Madrid. Aunque no sabemos cómo calificaría el obispo canciones como esta, no cabe duda de que Sevilla sigue siendo, 14 siglos más tarde, una ciudad muy musical.
