Este artículo se publicó hace 17 años.
Annapolis: un pacto alcanzado sólo ocho minutos antes de la cita
Israelíes y palestinos pelearon por cada frase hasta poco antes del discurso de Bush
Las imágenes de Bush, Olmert y Abás con las manos entrecruzadas evocan otros momentos significativos en la búsqueda de la paz entre israelíes y palestinos. Sin embargo, los detalles conocidos ayer sobre las horas anteriores a la cumbre de Annapolis revelan hasta qué punto las bases de este proceso son mucho más frágiles que en el pasado.
La negociación de la declaración conjunta que el presidente de EEUU leyó en su intervención tuvo un recorrido tortuoso y disputado, tanto que su redacción definitiva sólo pudo cerrarse unos pocos minutos antes del comienzo del acto.Israelíes y palestinos se han comprometido a poner en marcha un calendario intensivo de conversaciones que culminará, antes del fin del próximo año, en un acuerdo de paz definitivo.
El pacto incluirá la proclamación de un Estado independiente para los palestinos. Las diferencias son aún profundas. De hecho, en la víspera de la reunión las negociaciones se interrumpieron a las cuatro de la madrugada en medio de un total desacuerdo.
Según el diario israelí Haaretz, la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, le dijo al negociador palestino: "Tómalo o piérdete". Dentro de la propia delegación israelí existían claras discrepancias. Algunos de los asesores de Livni y del primer ministro consideraban que todo era "una pérdida de tiempo". Pero al final se impuso el criterio de Ehud Olmert.
A las nueve de la mañana, dos horas antes del discurso de Bush, y con la presencia de Condoleezza Rice, las negociaciones se reanudaron. Bush se reunió con Olmert y Mahmud Abás y sus primeras palabras denotaron una cierta impaciencia: "¿Qué es lo que ocurre con la declaración conjunta?"
Dos meses después de que se iniciaran los contactos que terminaron fructificando en Annapolis, aún no había comunicado. El acuerdo sólo fue posible, según The Washington Post, diluyendo la importancia de algunos de los compromisos buscados e incluso eliminando frases enterasque podían suponer un problema para alguna de las dos delegaciones.
Las frases que no cabían
Los palestinos no pudiero incluir referencias a la última iniciativa de paz de Arabia Saudí, que incluía una serie de etapas en la negociación que podrían serles útiles. Los israelíes tampoco pudieron conseguir que el texto se refiriera al "carácter judío" del Estado de Israel. Para los palestinos, supondría condicionar la negociación sobre el "derecho de retorno" de los refugiados.
El texto quedó al final limitado a principios generales. No se pudo concretar ninguna de las aspiraciones de cada parte. Rice pretendía que el acuerdo ofreciera algunas garantías específicas a los palestinos sobre las características futuras de su Estado independiente, precisamente para ayudar al presidente palestino a vender la iniciativa ante una opinión pública cansada por años de decepciones.
El ministro francés de Exteriores -en la línea marcada por Sarkozy de elogiar en todo momento a EEUU- se declaró impresionado por la intervención de George Bush y su influencia en ambas delegaciones. Sin embargo, Bush sólo pasó tres horas en Annapolis. El trabajo duro quedó reservado a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice. La eliminación de los asuntos conflictivos y la presencia de Rice hicieron posible el acuerdo y que el acto empezara a su hora. Aunque por muy poco, según Los Angeles Times. No se pudo concluir hasta las 10.52 horas. Ocho minutos antes de que Bush pronunciara las primeras palabras ante los invitados a la cumbre.
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