Los resultados oficiales de la votación se conocerán hoy pero todas las encuestas dan a Kirchner como la gran vencedora de la cita electoral frente a su más inmediata perseguidora, Elisa Carrió. 

El próximo Gobierno afrontará un país muy diferente al que el actual presidente recibió hace cuatro años, inmerso en la grave crisis económica de finales de 2001. El Producto Interior Bruto ha crecido por encima del 8% anual, la tasa de desempleo ha caído del 21% en 2002 al 8,5% en el segundo trimestre de 2007 y la pobreza se ha reducido a la mitad.

Logros macroeconómicos

onsciente de que los argentinos le votarán porque representa la continuidad de la gestión económica iniciada por su esposo en 2003, Kirchner ha aparecido en numerosos actos electorales acompañada del presidente. Casados desde hace 32 años, Néstor y Cristina son más que un matrimonio. Son también una exitosa sociedad política.

Muestra de ello es también el eslogan de su campaña -'sabemos lo que falta, sabemos cómo conseguirlo'-, que refuerza la idea de continuidad y asegura el control sobre los grandes retos pendientes de Argentina: reducir su alta tasa de inflación, garantizar la seguridad energética y mejorar el sistema distributivo.

Durante cuatro años la candidata ha asesorado al presidente desde un segundo plano. Desde su entrada en la campaña presidencial, los roles se han invertido.

Los críticos señalan que Kirchner carece de propuestas concretas y cuestionan su inexperiencia en cargos ejecutivos. Pero sus detractores han disparado también en el talón de Aquiles de Kirchner: su conocida obsesión por la imagen.

Sus hasta cuatro cambios diarios de vestuario, la corte de asesores que la acompaña y los rumores sobre múltiples pasos por el quirófano han sido vistos como un intento de emular la magia de Eva Perón. 'Eva era una heroína política, una reina real, no una reina del Botox', señaló Carrió, candidata por Coalición Cívica, la alianza entre socialdemócratas y liberales.

Carrió, ex reina de belleza, ocupa el segundo lugar en las encuestas, con una previsión de voto del 20%. El tercer puesto sería para Roberto Lavagna, ex ministro de Economía y uno de los artífices de la renegociación de la deuda pública con el Fondo Monetario Internacional.

Kirchner se convertirá automáticamente en presidenta si obtiene más del 45% de los votos o el 40% con 10 puntos de ventaja respecto al segundo. En ese caso, Néstor Kirchner sería el primer jefe de Estado en entregar la banda presidencial a su propia esposa.

De lograr unos resultados inferiores, Argentina debería celebrar una segunda vuelta. Además de la elección de presidente, los 27 millones de ciudadanos convocados ayer a las urnas escogieron también a gobernadores en ocho de las 23 provincias.