El dictador sirio, Bashar el Asad, sigue haciendo oídos sordos a las críticas internacionales por la represión contra las manifestaciones de la oposición y desplegó a cientos de militares durante la noche en el barrio de Duma, a las afueras de Damasco. Además, según testigos citados por la agencia Reuters, una columna de 30 tanques habría comenzado a desplazarse esta mañana hacia Derá, ciudad en la que se han producido los actos más violentos en los últimos días.

Según la agencia, los tanques han sido trasladados desde los altos del Golán y se desplegarán tanto por Damasco como por Derá. De esta manera, parece que la presión internacional sigue sin afectar al régimen. Esta mañana, Alemania se mostró como ya hicieran ayer Italia, Francia y Reino Unido, muy crítico con la represión de las manifestaciones.

Ayer, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas trató de ponerse de acuerdo sin éxito para emitir un comunicado conjunto de repulsa a la violencia. Las conversaciones continuarán este miércoles y como ya sucediera con el caso de Libia, tienen a Rusia y China como principales detractores.

La ONU ha informado, a través de la alta comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, su intención de enviar un equipo para investigar las matanzas ordenadas por Asad. Esta mañana, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos calculó que hasta ahora han muerto 453 personas por la represión del régimen en DErá, Damasco y la costa. Por estas informaciones, el Consejo de Derechos Humanos ha anunciado hoy que se reunirá el próximo viernes para evaluar la situación.

En Duma, Asad ha continuado desplegando a las fuerzas de seguridad durante la noche, cuando cientos de soldados de combate llegaron en autobuses al barrio para proseguir con los controles en busca de opositores que comenzó ayer un dispositivo de 2.000 policías.

Mientras tanto, Shaam News Network, la web de la oposición, ha colgado varios vídeos de nuevas manifestaciones contra el régimen y Ammar Abdulhamid, líder opositor exiliado desde 2005, asegura en su blog que cada vez son más los militares que desertan del Ejército en contra de la represión.

En el plano diplomático, también se ha conocido hoy que Turquía ha enviado a Damasco una delegación para negociar con Asad el freno a las hostilidades contra los manifestantes. La iniciativa de Estambul ha sido pactada entre el presidente de EEUU Barack Obama y el primer ministro turco Recept Tayiip Erdogan, con quien Asad mantiene una relación muy fluida.