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China y la Unión Europea liman asperezas en Pekín pero las fricciones continúan

No ha habido grandes avances respecto al déficit comercial y la ambigüedad china ante la guerra de Ucrania, pero sí acercamientos en cuanto a la apertura comercial.

El presidente chino, Xi Jinping (C), la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (D) y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (I)
El presidente chino, Xi Jinping (C), la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (D) y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel (I). Huang Jingwen / Efe

La Unión Europea (UE) y China celebraron este jueves en Pekín su primera cumbre presencial desde 2019, en la que limaron asperezas conscientes de que están condenadas a entenderse, aunque sin grandes anuncios en los principales asuntos de fricción, como el déficit comercial y la ambigüedad china ante la guerra de Ucrania.

Del lado europeo, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el del Consejo, Charles Michel, se desplazaron a Pekín para dejarle claro al líder chino, Xi Jinping, que el desequilibrio comercial de 400.000 millones de euros favorable a China es "insostenible", en palabras de la mandataria alemana.

Von der Leyen y Michel afirmaron en una rueda de prensa conjunta tras reunirse este jueves tanto con Xi como con el primer ministro del país asiático, Li Qiang, que la UE necesita "más acceso al mercado chino", y pidieron a Pekín "medidas concretas" para "mejorar el entorno de inversión para los inversores y exportadores de la UE".

Se trata de lograr "una relación económica más equilibrada, en igualdad de condiciones y reciprocidad", según la alemana, que citó agravios como la falta de transparencia en el entorno empresarial o barreras comerciales.

"La UE no tiene intención de desacoplarse", aseveró Michel al tiempo que defendía la política europea de "eliminación de riesgos", que busca "gestionar dependencias críticas en sectores específicos".

En la reunión con Xi, de carácter protocolario, Von der Leyen apostó por gestionar la relación "desde la responsabilidad" dados "los intereses económicos y geopolíticos comunes", mientras que el líder chino enfatizó que el gigante asiático y los Veintisiete, "fuerzas que impulsan la multipolarización y la globalización", deben "proporcionar más estabilidad y liderazgo al mundo".

Michel puntualizó que, durante el encuentro con Li, se trataron temas más concretos y que él mismo expuso en profundidad una lista específica de todos los agravios con elementos "sobre los que hablar en discusiones de alto nivel".

Guerra en Ucrania y Oriente Medio

Sobrevoló sobre la cumbre la invasión rusa a Ucrania, que Pekín ha evitado condenar, algo que aún levanta ampollas en Bruselas: "Esta es una cuestión existencial para la UE. La invasión es una violación flagrante de la ley internacional, una amenaza a nuestra seguridad, por lo que volvimos a pedir a China que haga más por la paz", dijo Von der Leyen.

Michel, por su parte, agregó que a la UE le gustaría que China fuera "más asertiva y clara a la hora de defender la Carta de Naciones Unidas".

Mientras, el director general de Asuntos Europeos de la Cancillería china, Wang Lutong, indicaba en otra comparecencia ante los medios que China aboga por "un alto el fuego inmediato", si bien explicó que el presidente ruso, Vladímir Putin, actúa "basándose en sus intereses nacionales" y recomendó a la UE que dialogue con Rusia.

Sobre el conflicto palestino-israelí, ambas partes coincidieron en la importancia de "garantizar la protección de todos los civiles y mejorar la terrible situación humanitaria en Gaza", además de confirmar su compromiso con la solución de dos Estados.

Michel también mostró su preocupación por las "tensiones" en Taiwán, y recalcó ante Xi que la UE se opone "a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo en la isla mediante la fuerza o la coerción".

Una apertura en ambas direcciones

Pekín destacó que las conversaciones de este jueves fueron "constructivas" y que sobre todo sirvieron para "profundizar la comunicación estratégica", dijo Wang, resaltando que Pekín y Bruselas consensuaron "reafirmar el compromiso con respecto a la apertura en ambas direcciones".

Y es que si la UE presenta quejas, Pekín no se queda a la zaga y los representantes chinos pidieron igualmente "un entorno de negocios no discriminatorio" para las empresas chinas en el viejo continente.

Asimismo, el diplomático rechazó las acusaciones de algunas voces en Bruselas que critican los subsidios que Pekín concede en algunos sectores clave, como el de los coches eléctricos, y declaró que "las industrias se desarrollan gracias a la innovación, no a las subvenciones".

Cambio climático y derechos humanos

Al margen, ambas partes también hablaron sobre la cooperación climática: la UE reconoció "la intención de China de abordar las emisiones de metano", aunque pidió a Pekín que se una al compromiso global de triplicar la capacidad de las renovables.

La UE reiteró su "profunda preocupación" por la situación de los derechos humanos en China, en particular en Xinjiang y el Tíbet, o "por el trabajo forzoso, el trato dado a los defensores de los derechos humanos y a las personas pertenecientes a minorías, así como la continua erosión de las libertades fundamentales en Hong Kong".

Wang confirmó que, "como suele ser habitual", los representantes comunitarios sacaron a colación ese tema pero advirtió de que este asunto "no debe ser usado como un palo para atacar" al país asiático.

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