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Cinco formas absurdas de morir por un 'selfie'

Hace unos años hubiera resultado imposible imaginar que la gente falleciese por tratar de fotografiarse a sí misma con una pistola en la cabeza, subiéndose al techo de un tren, asomada en el borde de un edificio monumental o subida a la barandilla de un puente.

Selfie de unos turistas en "Puente Nuevo, Ronda.- REUTERS.

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MADRID.- Hacerse selfies es más peligroso que nadar entre tiburones. En lo que va de año 2015 se han contabilizado doce muertes al intentar hacerse un selfie y ocho por ataques de tiburones, según informa la web Mashable.

Los viajeros se centran más en la pantalla de su teléfono que en lo que les rodea descuidando su seguridad. En una información recogida por la web de la BBC cuenta las cinco muertes más sonadas en este año por intentar conseguir un selfie imposible.

1. Caerse del Taj Mahal

Un turista japonés de 66 años de edad sufrió un ataque al corazón mientras posaba con un palo para selfies en el Taj Mahal en la India.

El turista japonés, que iba acompañado de otras tres personas, no fue el único en caerse. Uno de sus compañeros también tropezó y se rompió una pierna. En ese mismo lugar se han producido varias muertes por caídas mientras los turistas se hacían selfies.

2. Morir de un disparo

Por increíble que parezca se han registrado casos de personas que murieron al hacerse selfies con una pistola. Fue el caso de Deleon Alonso Smith, un joven de 19 años de Texas (EE. UU) que murió en agosto por un tiro en la garganta cuando se le disparó una pistola con la que se estaba fotografiando con su teléfono.

No es el único caso, una empleada de una oficina de Moscú, de 21 años, recibió un disparo en la cabeza en mayo mientras trataba de retratarse. Sin embargo, tuvo mejor suerte porque la pistola no era letal, pertenecía a un guardia de seguridad y disparaba balas de goma. Aun así, tuvo que ser hospitalizada en estado crítico.

3. Caer de un puente o de un edificio

Hace unos día murió un joven ruso al tratar de fotografiarse desde las alturas de un edificio.- INSTAGRAM.

Hace unos día murió un joven ruso al tratar de fotografiarse desde las alturas de un edificio.- INSTAGRAM.

Abundan por redes sociales autorretratos tomados desde puentes, grúas o rascacielos. La última registrada fue hace unos días: un adolescente ruso llamado Andrey Retrovsky se cayó de un edificio cuando se fotografiaba subido a lo más alto de la estructura.

Además del mencionado caso del joven Retrovsky, se puede poner como ejemplo a una universitaria de 21 años, también rusa, que se precipitó desde la valla de un puente próximo al Centro Internacional de Negocios de Moscú cuando se disponía a realizarse una foto con su teléfono móvil.

4. Electrocutado en el techo de un tren

Otra persona que pagó cara su afición a los selfies fue Anna Ursu, una mujer rumana de 18 años que buscaba el selfie perfecto y encontró la muerte de forma inesperada el pasado mes de mayo.

En una estación de tren de Iasi, Rumanía, la chica decidió que subirse al techo de un tren sería una manera divertida de fotografiarse. Cuando la joven subió, su cuerpo entró en contacto con unos cables por los que pasaban 27.000 voltios.

5. Corneado por un toro

Imagen del momento en que se intentaba tomar un selfie en el encierro.- Getty.

Fotografiarse junto a animales peligrosos, otra práctica que ha costado vidas.- GETTY.

Fotografiarse delante de animales peligrosos es otra de las preferencias de algunos aficionados a los selfies. Fue el caso de David González López, un español de 32 años que hizo un selfie en un encierro. De repente, el toro avanzó hacia él y lo corneó.

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