Este artículo se publicó hace 2 años.
Las claves para entender qué está ocurriendo en Ottawa, una ciudad paralizada por los antivacunas
Las protestas organizadas por camioneros y grupos de extrema derecha contra las restricciones covid continúan en la capital canadiense ante las quejas de los ciudadanos por la inoperancia del Gobierno.
Madrid-Actualizado a
La ciudad de Ottawa (Canadá) lleva paralizada desde el pasado 29 de enero cuando el llamado 'Convoy de la libertad', organizado por camioneros opuestos a las vacunaciones contra la covid-19, atrajo a más de 3.000 camiones y entre 10.000 y 15.000 manifestantes, incluidas organizaciones de extrema derecha.
Desde entonces, las bocinas de los camiones de alto tonelaje han sonado día y noche en las calles de la capital canadiense, provocando enfrentamientos con los vecinos. Los camiones bloquean las calles que rodean al Parlamento y la ciudad se ha declarado en estado de emergencia.
Ante la presión vecinal, las autoridades locales han comenzado a poner multas por incumplir normativas urbanas a los camioneros. La Policía de Ottawa ha detenido a 20 personas y puesto más de 500 multas por exceso de ruido o el transporte de combustible por la ciudad para abastecer a los camiones que permanecen constantemente en marcha. El pasado lunes, un juez prohibió a las decenas de camiones que rodean el Parlamento el uso de las bocinas durante diez días.
El jefe de la Policía de Ottawa Peter Sloly admitió su incapacidad para restaurar el orden en la ciudad y pidió el envío de 1.800 agentes de la Policía Montada para reforzar los efectivos en la capital. Estas declaraciones llegaron tras las críticas de los ciudadanos ante la inoperancia de los cuerpos de seguridad, que no pudieron controlar la manifestación y ésta se convirtió en una ocupación de las calles que rodean al Parlamento.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acusó a los manifestantes de "bloquear" la democracia e instó al cese de las protestas. Trudeau reapareció tras estar contagiado de covid en un debate parlamentario de emergencia con el alcalde de Ottawa, Jim Watson, y Peter Sloly.
Allí declaró que "los canadienses tienen el derecho a protestar, a estar en desacuerdo con su Gobierno y a que sus voces se oigan". Aunque añadió que no tienen el derecho a bloquear la economía, la democracia o las vidas diarias de otros ciudadanos.
"Tiene que parar", añadió tras señalar que la Policía de Ottawa ya ha sido reforzada con 300 agentes de la Policía Montada y que proporcionará los recursos que la ciudad necesite para responder a la situación.
Las protestas en apoyo a los antivacunas de Ottawa se han extendido a otras ciudades como Nueva York (Estados Unidos), Londres (Reino Unido) y Canberra (Australia)
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.