Los países de la Unión Europea han dado este martes su visto bueno definitivo para que Croacia adopte el euro en 2023 y se convierta en el vigésimo miembro de la eurozona. "Es un día grande e histórico" ha declarado el ministro de Finanzas croata, Zdravco Mari. 

Los titulares de Economía y Finanzas de la UE han aprobado formalmente la propuesta de la Comisión Europea, que confirmó que Croacia cumple todos los requisitos para adoptar la moneda única. Los ministros de la eurozona y los líderes de los Veintisiete también dieron su visto bueno en junio.

El país, que se unió hace solo nueve años a la Unión Europea, abandonará así la kuna, cuyo tipo de cambio se ha fijado en 7,5345 kunas por euro. Croacia tiene ahora unos meses para preparar los aspectos prácticos del cambio de moneda. En este momento, la inflación está en máximos desde la fundación de la eurozona y el euro ha alcanzado la paridad con el dólar.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha destacado el "compromiso y perseverancia" del Gobierno croata para cumplir los requisitos para unirse al euro y lograr una "gran convergencia" con la moneda única. En los últimos años, el país tuvo que lidiar con varios terremotos y el impacto de la pandemia.

Dombrovskis, además, ha señalado los beneficios del euro para el país balcánico, como: aumentar la atracción del capital extranjero, reducir las barreras para las empresas o eliminar los costes de conversión de divisas.

En la misma línea, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha celebrado que la entrada de Croacia en la eurozona es una muestra de "convicción" por parte de Zagreb en el valor de unirse al euro. Lagarde ha sacado pecho al señalar que el euro "es un gran club del que ser miembro, aunque requiere compromiso, dedicación y respeto a las reglas". Los croatas podrán empezar a usar el euro a partir del 1 de enero de 2023.