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Cuba Raúl Castro pasa el testigo de la Revolución cubana a Miguel Díaz-Canel 

El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba comienza este viernes con el objetivo de impulsar una renovación generacional y de acelerar las reformas en medio de una crisis económica agravada por la covid y el embargo de EEUU.

Valla publicitaria del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, en La Habana.
Valla del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, en La Habana. Ernesto Mastrascusa / EFE

El Partido Comunista de Cuba (PCC) comenzará este viernes su VIII Congreso que se espera impulse una renovación generacional y acelere definitivamente las reformas iniciadas hace una década, en plena crisis económica agravada por la pandemia de covid y el embargo de Estados Unidos.

La cita, que se celebrará hasta el 19 de abril a puerta cerrada y sin acceso a la prensa extranjera, marcará la anunciada despedida de Raúl Castro como primer secretario de la organización y el nombramiento a ese cargo del presidente Miguel Díaz-Canel.

Raúl Castro, que cumplirá noventa años en junio, lidera el PCC desde el anterior congreso celebrado en 2016, cuando recibió de su hermano Fidel Castro (fallecido en noviembre del mismo año) el relevo como primer secretario del máximo órgano rector del Estado cubano.

En aquel momento el menor de los Castro indicó que este congreso sería "el último de la generación histórica", calificó como "estratégico" el reemplazo generacional y estableció límites de edad para su más alta dirección.

Dos años después, en 2018, despejó la incógnita sobre su sucesor en el cargo al revelar que sería Miguel Díaz-Canel, durante su último discurso como gobernante de Cuba ante la Asamblea Nacional.

Las nuevas reglas fijan en sesenta años la edad máxima para ingresar en el Comité Central del PCC y establecen un límite de setenta para desempeñar puestos de dirección en la organización.

Así, se prevé que el Congreso depare más relevos de veteranos históricos que permanecen en la cúpula, entre los que podría estar el número dos del todopoderoso partido único, José Ramón Machado Ventura, y el ascenso a su cúpula de dirigentes nacidos tras la Revolución que triunfó en la isla en 1959.

La agenda del Congreso

Además del relevo generacional, según han adelantado medios estatales en las últimas semanas, la agenda del cónclave se centrará en analizar los resultados de las reformas económicas planteadas hace una década.

Este análisis tendrá lugar en medio de una grave situación económica en el país caribeño, con las tensiones añadidas por la actual tercera ola del coronavirus y el incremento del desabastecimiento crónico de alimentos y productos básicos, que ha avivado el malestar y el descontento en la población.

El VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba también se enfocará en el reforzamiento ideológico al abordar temas como el funcionamiento del Partido, su vinculación con las masas, la actividad propagandística, la política de sus dirigentes y de la Unión de Jóvenes Comunistas, las organizaciones sociales y el Gobierno.

Un asunto que se supone estará presente es la demanda del fin del embargo comercial y financiero aplicado por el Gobierno de EEUU a la isla desde hace casi seis décadas, que endureció con más sanciones el expresidente Donald Trump, una política sobre la que no se han visto cambios tras la llegada de su sucesor, el demócrata Joe Biden, a la Casa Blanca.

La reunión del partido único cubano se desarrollará en el Palacio de Convenciones de La Habana, donde se reunirán de manera semipresencial los delegados elegidos para representar a las provincias cubanas y el municipio especial Isla de la Juventud.

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