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"La culpa no es de Julian Assange, sino de EEUU"

El ministro de Exteriores australiano critica los fallos de seguridad en las comunicaciones estadounidenses

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Kevin Rudd, ex primer ministro australiano y hoy ministro de Exteriores no tiene pelos en la lengua. Y lo ha dejado bien claro al afirmar que la publicación de los cables diplomáticos de las embajadas de EEUU por Wikileaks no es culpa de su fundador, Julian Assange, sino de Washington. 

'El señor Assange no es el responsable de la publicación de 250.000 documentos de la red de comunicaciones diplomática de EEUU. Los estadounidenses son los responsables de ello' dijo en una entrevista con la agencia Reuters. Rudd va más allá y cree que 'hay que hacerse ciertas preguntas sobre el funcionamiento de los sistemas de seguridad [de EEUU] y el nivel de acceso que la gente tiene a ese material'.

Y por tanto, para Rudd, más que Assange, 'la responsabilidad de la primera publicación la tienen las personas que tienen acceso a ese material'.

El ex primer ministro australiano no se ha mordido la lengua en toda la entrevista y aseguró que no le importaba 'una mierda' lo que se dijera de él en los cables. En algunas comunicaciones, el embajador de EEUU en Sidney, acusó a Rudd de tomar decisiones 'sin contar con otras naciones' y de 'preocuparse sólo por él y filtrar historias de manera irresponsable'.

Rudd, que fue relevado por Jullia Gilard al frente del Gobierno el pasado mes de agosto, advirtió que su trabajo es 'servir a los intereses nacionales de Australia como ministro de Exteriores. Francamente, no me importan una mierda este tipo de cosas'.

Gillard, que es la primera mujer que se proclama primera ministra en Australia, defendió las palabras de Rudd porque 'es alguien que dedica su experiencia en favor de Australia y está haciendo un trabajo de primera categoría'.

Las reacciones de ambos son desconcertantes ya que con anterioridad han demostrado estar en contra de Assange y Wikileaks. El fundador de la organización ha acusado en numerosas ocasiones al gobierno australiano de estar siguiéndole a petición de EEUU y ayer, en un mensaje publicado por el blog The Australian, Assange insistió en que 'el fiscal general australiano está haciendo todo lo que puede para ayudar a EEUU'.

Assange se entregó ayer a la policía británica para rendir cuentas por la orden internacional de arresto que había emitido la fiscalía sueca por su presunta relación en un delito de coacción, dos de abusos sexuales y uno de violación. A mediodía un juez le tomo declaración y le negó la libertad bajo fianza.

El fundador de Wikileaks se encuentra en prisión a la espera de que el próximo martes se lleve a cabo la segunda vista oral. Es previsible que el juez decida entonces extraditarlo a Suecia para que sea juzgado allí, pero tanto él como sus abogados niegan todos los hechos y creen estar en medio de una batalla más política que legal.

Por una parte, el interés del Gobierno sueco en endurecer las penas por abusos sexuales con una condena ejemplar. Por otra, la presión que podría estar haciendo Washington a Estocolmo para forzar su extradición a EEUU y juzgarlo por espionaje.

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