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Decenas de muertos en Yemen en un bombardeo saudí como respuesta al ataque con drones de los hutíes a Abu Dabi

El ataque del lunes realizado por los hutíes en el corazón de los Emiratos Árabes Unidos revela su capacidad para operar a muchos kilómetros de Yemen. Washington se ha alineado con la coalición emiratí-saudí pero descarta que Irán esté detrás del ataque, una circunstancia que hace más preocupante la situación pues indica que los hutíes disponen de capacidades no vistas hasta ahora.

Milicianos buscan entre los escombros de una casa atacada por los ataques aéreos de la coaliciñón liderada por Arabia Saudita en Sana, la capital de Yemen. REUTERS/Khaled Abdullah
Milicianos buscan entre los escombros de una casa atacada por los ataques aéreos de la coaliciñón liderada por Arabia Saudita en Sana, la capital de Yemen. Khaled Abdullah / REUTERS

Imágenes difundidas este martes en los medios de comunicación de Oriente Próximo muestran los efectos del ataque que los hutíes de Yemen ejecutaron el lunes contra Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, y que se cobró la vida de tres trabajadores de nacionalidad paquistaní e india. Este ataque representa un episodio nuevo y cualitativamente significativo en el deterioro del conflicto de Yemen.

La prolongada guerra ha causado una terrible situación en el país donde se han contabilizado millares de muertos y desastres civiles de gran envergadura, como una hambruna generalizada que afecta a millones de personas. La alianza liderada por los Emiratos y Arabia Saudí persigue derrotar a los hutíes, que cuentan con el respaldo político y probablemente militar de Irán, al menos hasta cierto punto.

Por su parte, la coalición emiratí-saudí está respaldada por Occidente, de quien recibe armamento en grandes cantidades. Países como EEUU, el Reino Unido, Francia, Alemania, y en menor medida España, contribuyen a los potentes ejércitos de una coalición que no ha podido doblegar a los hutíes durante los años que dura el conflicto.

La reacción de la coalición apenas se demoró unas horas ya que a partir de la madrugada del martes llevó a cabo varios bombardeos contra la capital yemení Sana y otros lugares del país, que según informaciones locales han causado, hasta la tarde del martes, una veintena de muertos civiles, incluidas mujeres y niños.

Las imágenes satelitales difundidas documentan la amplitud de los daños en la refinería de Musaffah, un barrio de Abu Dabi, como resultado de los ataques. Algunos analistas han descartado que Irán haya intervenido en estos ataques que serían una acción exclusiva de los hutíes, lo que indica que estos cuentan cada día con más recursos.

Algunas fotografías tomadas justo después del ataque contra la refinería muestran las señales del fuego que se declaró así como los intentos de controlarlo por parte de los equipos de bomberos. Los hutíes señalaron que sus "ataques múltiples" fueron realizados con varios drones y cinco misiles balísticos, pero los Emiratos solo reconocieron uno de los ataques.

Sin embargo, los datos de navegación aérea internacional muestran que el aeropuerto de Abu Dabi estuvo inactivo el lunes durante aproximadamente una hora, lo que sugiere que quizás los "ataques múltiples" también llegaron al aeropuerto.

Tras el desconcierto inicial, la primera reacción de los Emiratos fue instar a EEUU a devolver a los hutíes a la lista de organizaciones terroristas que elabora el departamento de Estado. Los hutíes ya habían estado en esa lista, incluidos por la administración de Donald Trump, hasta principios de 2021, cuando los sacó el presidente Joe Biden argumentando que solo así podía llegar ayuda humanitaria a Yemen.

Algunos países que respaldan la coalición emiratí-saudí condenaron los ataques. Interesante fue la condena de Israel, cuyo ministro de Exteriores, Yair Lapid, calificó de acción terrorista el ataque, mientras el primer ministro Naftalí Bennett apuntó a la responsabilidad de Irán sin aportar pruebas. Como otros países occidentales, Israel apoya a la coalición contra los hutíes al ser estos aliados de Irán.

El ministerio de Exteriores saudí emitió un comunicado afirmando que este país "responderá con firmeza y fuerza a todas las prácticas terroristas y actos cobardes que realiza la milicia huthí apoyada por Irán contra objetivos inocentes y civiles y contra instalaciones vitales (…) amenazando la paz y la seguridad regional e internacional".

El príncipe de la corona saudí, Mohammed bin Salman, llamó por teléfono al príncipe emiratí Mohammed bin Zayed recalcando que la comunidad internacional debería hacer frente a lo que denominó violaciones flagrantes de las leyes y normas internacionales. Los dos príncipes son impulsores y actores principales en todos los conflictos de la región y probablemente no se esperaban que los hutíes trasladaran la guerra hasta los Emiratos.

Curiosa fue la reacción de la Fiscalía de los Emiratos, que a través de su cuenta de Twitter dijo que es una obligación sagrada de cada ciudadano del país defender la patria y realizar el servicio militar que exige la ley de acuerdo con el artículo 43 de la Constitución. El ejército emiratí está muy implicado en la guerra de Yemen.

Los Emiratos se reservaron el derecho a responder a lo que han descrito como ataques terroristas. "Condenamos los ataques de la milicia terrorista huthí contra áreas e instalaciones civiles en los Emiratos, una acción siniestra que será castigada", dijo el ministerio de Exteriores poco antes de que la coalición lanzara los bombardeos contra la capital Sana y otros distritos de Yemen.

El consejero para la Seguridad Nacional del presidente Biden, Jake Sullivan, expresó su enérgica condena y añadió que EEUU cooperará con los Emiratos y sus aliados para conseguir que los hutíes paguen por los ataques. No obstante, citando fuentes de la administración, The Wall Street Journal insistió en que Washington descarta la participación de Irán, lo que debe ser aún más preocupante para la coalición emiratí-saudí.

Un portavoz huthí no solamente confirmó los ataques sino que amenazó con llevar a cabo otros similares contra los países de la coalición, una amenaza ciertamente más palpable una vez que el grupo yemení ha demostrado de lo que es capaz. El portavoz añadió que los hutíes atacarán "objetivos más importantes" que los del lunes y considerarán a los Emiratos un "país inseguro" en tanto continúe su agresión a Yemen.

El único antecedente de lo ocurrido el lunes fue el ataque contra el aeropuerto internacional de Abu Dabi realizado en 2018 con un dron, que fue reivindicado por los hutíes y desmentido por las autoridades emiratíes, si bien el ataque del lunes fue mucho más amplio y sofisticado.

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