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Giorgia Meloni, la nueva estrella del ultraderechismo de Europa

Misma generación, misma coalición, mismos aliados internacionales y misma ideología. La líder de Hermanos de Italia se está aprovechando de cada error del líder de Salvini para aumentar su peso en Italia y en Occidente.

Berlusconi, Salvini y Meloni, hace unos días. REUTERS/Flavio Lo Scalzo
Berlusconi, Salvini y Meloni, hace unos días. REUTERS/Flavio Lo Scalzo

De segundona a prima donna del soberanismo en Italia y en Occidente. Al ser la única mujer líder de un partido en su país, además, podría un día convertirse en la primera jefa del Gobierno transalpino. Hablar de Giorgia Meloni es sinónimo de dureza, firmeza e inflexibilidad. Una auténtica cancerbera de la derecha italiana y que, para el Times, es una de las veinte personalidades que pueden cambiar el 2020. A su lado, Matteo Salvini, jefe de la también soberanista Liga, parece manso. Para los italianos, de hecho, ella siempre va a ser más de derecha y soberanista que nadie: "Yo soy la derecha", reitera. Por esto, aunque estén en el mismo bando, entre ellos hay más rivalidad que alianza.

La líder de Hermanos de Italia (HDI) es la nueva rival soberanista de un Salvini destinado, según los sondeos, a convertirse en primer ministro si hoy mismo hubiera un adelanto electoral en el país con forma de bota. Meloni, sin embargo, podría dificultarle seriamente el camino, ya que ella aspira a convertirse en la primera jefa del Gobierno. Ambos de la misma generación, derechistas, soberanistas y populistas. Tienen los mismos aliados internacionales: Trump en Estados Unidos, Putin en Rusia, Abascal en España, Le Pen en Francia y Orban en Hungría. La relación entre ambos, sin embargo, no es para nada buena. Entre otras cosas, porque los datos confirman, según los sondeos, que la fuerza de Meloni y la debilidad de Salvini van de la mano.

A lo largo de esta semana, Meloni ha estado bajo los focos como la soberanista del momento. En coincidencia con la Conferencia de Conservadurismo Nacional, celebrada hace unos días en Roma, ha reunido a los principales líderes de la ultraderecha europea para definir las líneas comunes a nivel continental. A dicha cita, Salvini finalmente no asistió por cuestiones de agenda, dando así todo el protagonismo a la líder de Hermanos de Italia. Esta misma semana, además, ha sido la única invitada italiana al National Prayer Breakfast, un evento organizado por el Congreso de los Estados Unidos en Washington. Según lo publicado por el diario italiano La Repubblica, Meloni es la "interlocutora" en Italia para los conservadores americanos del Partido Republicano.

¿Por qué Meloni luce más fuerte que Salvini? En primer lugar, hay que fijarse en el origen político, ya que Meloni siempre ha militado en las filas de la ultraderecha, mientras que Salvini tuvo un pasado en las juventudes de izquierda: "Yo siempre he sido de derecha", asegura Meloni. En segundo lugar, Salvini ha sido vicepresidente de Interior entre junio de 2018 y septiembre de 2019, lo cual implica que ha tenido que enfrentarse a las contradicciones de pasar de la oposición al Gobierno.

En tercer lugar, Meloni, al haber sido ministra de Berlusconi, tiene más posibilidades de convencer al ex Cavaliere de permanecer en la coalición de clara mayoría soberanista; mientras Salvini prefiere evitar el debate acerca del papel del ex primer ministro. En cuarto lugar, Meloni es abiertamente antifascista, lo cual le aporta más puntos frente a los coqueteos de Salvini con la extrema derecha con fines electorales. En quinto lugar, Salvini tiene asuntos pendientes con la Justicia italiana, al contrario que la jefa de Hermanos de Italia.

Ella, "reflexiva"; él, "instintivo". A la jefa de Hermanos de Italia le "hace gracia" que, según los medios de comunicación, haya "una rivalidad" entre ambos, pero a menudo Meloni resalta las diferencias entre ella y Salvini.

Giorgia Meloni, además, no tiene pelos en la lengua. Ha sido una de las primeras en hacer públicas sus críticas a Matteo Salvini por la negativa gestión de la campaña electoral en la región de Emilia-Romaña, donde finalmente ha vuelto a ganar la izquierda como en los últimos 70 años. Meloni menciona la necesidad de un "mayor trabajo en equipo" junto a la Liga de Salvini en un contexto en el que Hermanos de Italia es "el único partido italiano que crece".

De septiembre de 2019 a febrero de 2020, atendiendo a las encuestas realizadas en el país, la formación soberanista ha logrado doblar su peso, del 6% al 12%. Curiosamente, una buena parte de ese porcentaje obtenido por el partido de Meloni procede de los que ha perdido, en la mismo periodo de tiempo, la Liga de Salvini. Igualmente, los leguistas disfrutan actualmente del 30% de los consensos en los sondeos y son, de forma estable, el primer partido de Italia.

Otro personaje político que, dentro de sus limitaciones –las encuestas le asignan una media del 6,5% de los votos–, podría exigir su parte del pastel a Matteo Salvini en la coalición de derecha es el ex premier y magnate mediático Silvio Berlusconi, quien, con su debilitado partido liberal, Forza Italia, está dispuesto a levantar la voz, en la medida de lo posible, para moderar la alianza soberanista con algunos guiños tranquilizadores de cara a la Unión Europea y a los mercados. El ex Cavaliere es bien consciente de que su formación está en serias dificultades a nivel nacional. Pero sin el apoyo de ésta, Salvini no podría ser nunca primer ministro de Italia.

No es casual que Berlusconi ahora trate de jugarse sus pocas cartas disponibles. En las últimas elecciones regionales, donde se votó también en la sureña Calabria –la punta de la bota italiana–, los de Berlusconi obtuvieron el 27% de los consensos, algo que el ex jefe del Gobierno itálico está remarcando en cada ocasión en los últimos tiempos haciendo hincapié en el rol dentro de la coalición derechista: "Somos fundamentales", aseguró el ex Cavaliere. Berlusconi, igualmente, afirma que "la derecha, sola, no puede ni ganar ni gobernar" sin un "centro liberal" de corte europeísta. Bien es cierto que Forza Italia –concebida hace 25 años en Milán– tiene todavía cierto predicamento en algunas regiones del Sur, pero en Emilia-Romaña, por ejemplo, ha convencido sólo al 2,5% de los electores.

Sea lo que fuere, el soberanista jefe de la Liga está viviendo dos situaciones contrapuestas. En primer lugar, es cierto que cada dificultad sufrida por el Gobierno de Giuseppe Conte le hace estar cada vez más cerca del Palazzo Chigi. Entre otras cosas porque el único verdadero propósito de la actual coalición del Ejecutivo (formada por los anti establishment del Movimiento 5 Estrellas, el socialista Partido Democrático y los renzianos de Italia Viva) es simplemente el de retrasar la "inevitable" vuelta del jefe leguista. En segundo lugar, las disputas dentro de la derecha italiana podrían mermar el liderazgo de Matteo Salvini. Y en todo esto tiene mucho que decir la nueva estrella del soberanismo europeo, Giorgia Meloni, quien está dispuesta a aprovecharse de cada error del jefe leguista para arrebatarle votos, influencia y poder.

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